Callar en oración

Un amigo y hermano en Cristo llegó a nuestra iglesia y lo invitaron a que
comparta la Palabra. El jóven, no era predicador y en verdad era un tant



Un amigo y hermano en Cristo llegó a nuestra iglesia y lo invitaron a que
comparta la Palabra. El jóven, no era predicador y en verdad era un tanto
vergonzoso, cosa que le dificultaba subirse al púlpito y hablar a la gente.
Así que hizo una pequeña exposición teatral: se arrodilló frente al pulpito
e hizo que marcaba un número telefonico, la linea directa al Cielo (el
teléfono personal del Señor).
-Al levantar el tubo del otro lado, el hombre comenzó a hablar sin dejar
pausas, lloriqueaba, y pedia. Necesito Señor, por favor ayudame, Señor que
pasa, y seguia hablando sin parar.
El jóven subió al pulpito e hizo la parte del Señor, con el teléfono en la
mano y gesticulaba como si quisiera contestar cada una de las preguntas,
pero aquel hombre allá abajo no le daba tiempo para contestarle.
El jóven abajo, seguia suplicando y diciendole al Señor que su miseria era
grande, era feliz, pero se sentia triste y no sabia que hacer. Cuando
parecia que se iba a callar, nuevamente siguio hablando con voz quejumbrosa
y suplicas y suplicas y mas suplicas, pidiendo contestacion. -Necesito que
me ayudes, necesito que inclines tu oido a mi y me auxilies, necesito y
necesito. Por qué no me contestas?.
En ese momento sí hubo una pausa, entonces el Señor desde el cielo se
dispuso a contestar, pero para su sorpresa oyó una última palabra y un click.
El jóven habia dicho amen y cortó.
Jesús se lo quedó mirando desde el cielo con asombro, preguntándose; cómo
iba a ayudarlo si no estaba dispuesto a callarse de una vez y escuchar?.

Deja un comentario