Ejerza dominio propio sobre su vida con ayuda de Dios

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Título: Ejerza dominio propio sobre su vida con ayuda de Dios

Base Bíblica: 2 Pedro 1:3-9.

Introducción:

La compulsión a comprar artículos innecesarios, los raptos de ira que llevan a reaccionar ante lo que el cerebro interpreta como “provocación” o los temores fruto de dimensionar pequeños incidentes hasta otorgarles una importancia que no tienen, constituyen algunas de las manifestaciones entre quienes no han desarrollado el dominio propio. ¿Cómo se logra? Permitiendo que Dios obre en nuestro ser.

  1. El crecimiento cristiano es un proceso ascendente.

1.- No estamos llamados al estancamiento espiritual.

2.- No estamos llamados al retroceso espiritual.

3.- La palabra de Dios encierra frases claves:

“…Dios nos ha concedido…”

“…todo lo que necesitamos para la vida…”

4.- ¿Qué nos enseña?

            a.- Que podemos tener parte en la naturaleza de Dios (v. 4).

            b.- Que podemos y debemos escapar de los malos deseos (v. 4).

II.- Crecer en la vida cristiana implica esforzarse (v. 5).

1.- Quien asume una actitud pasiva, se estanca.

2.- La Palabra de Dios nos enseña ocho virtudes:

a.- Fe

            b.- Buena conducta.

c.- Entendimiento.

d.- Dominio propio.

            e.- Paciencia.

            f.- Devoción.

g.- Afecto fraternal.

h.- Amor.

III.- Quien sirve a Dios debe observar dominio propio (Tito 1:6-9).

1.- Características de quien tiene dominio propio en un ministro de Dios:

            a.- Vida irreprensible (vv.6, 7 b).

            b.- No terco (v. 7).

            c.- No debe ser de mal genio (v.7).

            d.- No debe ser pendenciero (v. 7).

            e.- No debe ser ambicioso (v. 7).

2.- Lo que sí debe ser un ministro de Dios:

            a.- Hospedador (v. 8).

            b.- Hombre de bien (v. 8).

            c.- De buen juicio (v. 8).

            d.- Justo (v. 8).

            e.- Santo (v. 8).

IV.- ¿Para qué sirve el dominio propio?

1.- Para tener dominio sobre el pecado – Salmo 119:11; 1 Juan 2:1.

2.- Para tener dominio sobre lo que pensamos – Filipenses 4.8

3.- Para tener dominio sobre las emociones – Efesios 4:31.

4.- Para tener dominio sobre lo que decimos – Colosenses 4:6.

5.- para tener dominio sobre la maldad que nos asedia – 1 Tesalonicenses 5:22.

Conclusión:

Un ministerio de muchos años se puede echar a perder por una mala reacción, por un comentario inapropiado, por dejarnos vencer de la maldad. Esa es la razón por la que debemos observar dominio propio como cristiana. No alcanzamos tal dominio en nuestras fuerzas sino en las fuerzas que provienen del Señor Jesucristo.

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