El pensamiento de poder que le dirige al buen plan de Dios para su vida

Dios tiene un buen plan para su vida, pero si quiere experimentar ese plan, su mente tiene que ser renovada para pensar cómo Dios piensa.

Recuerdo la vez cuando no entendía que Dios tenía un buen plan para mi vida. Debido al abuso que experimenté a lo largo de mi infancia, yo esperaba vivir una vida de segunda clase. Pero una vez que hice el compromiso serio de crecer en mi relación con Dios y comencé a estudiar la palabra de Dios, pude dejar atrás esta mentira. Puedo sinceramente ahora decir que mi vida es mejor y soy más feliz de lo que me pude imaginar que podía ser.

El renovar mi mente con la verdad de Dios ha sido la clave para mi liberación y vivir la vida que Jesús me ofrece. A medida que he estudiado la Palabra, he descubierto lo que llamo: “pensamientos de poder” basados en la escritura que han sido de gran ayuda.

Colosenses 3:2 dice: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. Necesitamos fijar nuestras mentes y mantenerlas fijas en cosas que benefician nuestra relación con Dios y nos preparan para tomar las decisiones correctas cuando viene la tentación.

Una decisión que necesitamos tomar y fijar nuestra mente es: “yo no tomo decisiones basadas en mis sentimientos”. Este es un pensamiento poderoso porque las personas tienden a tomar la mayoría de sus decisiones basadas en lo qué sienten hacer. Es fácil ver cómo esto puede causar problemas porque las emociones son inestables, cuando las seguimos, la vida se vuelve una montaña rusa, que nos causa estrés. ¿Alguna vez ha tomado una decisión basada en sus sentimientos y después se ha preguntado: “¿Por qué hice esto?”

No podemos vivir por nuestras emociones y esperar tener las bendiciones plenas de Dios en nuestras vidas. Por ejemplo, si usted no va a trabajar porque no tenía ganas, es probable que termine sin trabajo. Si pierde su temperamento cuando alguien hace algo que le molesta, no va a tener relaciones personales saludables. Si decide consumir comida chatarra siempre, no se sentirá bien. Por lo general, no es sabio decidir si comprar o no algo basado en cómo se siente al respecto.

Las decisiones emocionales como estas causan remordimientos, crean deudas y nos hacen rendirnos en aquello que debemos continuar, o nos hacen comenzar cosas que no podemos terminar. Después no podemos guardar nuestra palabra, decimos lo que no queremos, la gente no nos confía o respeta y desobedecemos a Dios.

Necesitamos aprender a detenernos y permitir que nuestras emociones se calmen antes de tomar decisiones. Me gusta decir lo siguiente: “Deje que las emociones se calmen, antes de que decida. He aprendido a apartarme de algo por lo que estoy emocionada y esperar un día o dos antes de tomar una decisión al respecto.

Tenemos libre albedrio para tomar decisiones, pero Dios nos ha dado al Espíritu Santo para que tengamos la habilidad de hacer lo correcto, sintamos o no hacerlo. La pregunta que nos debemos hacer es: “¿nos estamos moviendo bajo mandato de Dios, en su tiempo? Es así cómo vivimos en el buen plan de Dios para nuestras vidas.

Si está teniendo problemas tomando decisiones basadas en emociones, le tengo buenas noticias: Puede aprender cómo vivir más allá de sus sentimientos. Medite en la verdad de la Palabra de Dios y renueve su mente para que pueda vivir la vida que Dios tiene para usted. Ponga en orden sus pensamientos y su vida estará en orden.

Comience por tomar las siguientes decisiones: Voy a amar a Dios con todo mi corazón, sin importar cómo me sienta respecto a lo que está pasando en mi vida. Voy a obedecer a Dios, lo sienta o no, o si obtengo o no lo que quiero. Voy a amar a Dios en los tiempos buenos y malos. Voy a servir a Dios con pasión porque él es digno de mi amor y afecto. Voy a dejar que mis emociones se calmen antes de tomar decisiones importantes, porque si no lo hago terminaré en problemas. No tomaré decisiones basadas en mis sentimientos.

Por Joyce Meyer.

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