Entregando los problemas en manos de Dios

Título: Entregando los problemas en manos de Dios

Base Bíblica: 2 Reyes 4:1-7

Introducción:

¿Qué situación estás enfrentando?¿Consideras que no hay salida para el laberinto en el que te encuentras?¿Hay situaciones que escapan de tus manos?¿Ves el panorama ensombrecido enfrente de ti? Si al menos tu respuesta es afirmativa a alguna de estas preguntas, sin duda es necesario que evalúes si estás luchando en tus fuerzas o has sometido esa situación en manos de Dios. El que nuestro amado Padre celestial intervenga, es el que marca la diferencia. Dios nos ayuda, transforma lo imposible en algo posible y utiliza, para tal propósito, o que tenemos a disposición. No hay recurso pequeño en manos de Dios. Hoy es el día para revisar tu situación y reemprender el camino.

I. El creyente entrega en manos de Dios todas sus dificultades (vv. 1-3)

1. Dios se glorifica en medio de nuestras dificultades (v. 1)

a. La mujer que vino al profeta Eliseo era esposa de profeta. Un hombre que había servido al Señor.

b. Su esposo, el profeta, falleció y quedaron humanamente desamparados

c. El profeta era “temeroso de Dios” pero quizá cometió un error al endeudarse

c.1. ¿De quién depende nuestra economía?

c.2. ¿Confiamos realmente en Dios a nivel financiero?

2. En medio de las dificultades vemos el poder sobrenatural de Dios obrando en nuestras vidas

a. Si lo permitimos, las dificultades nos desestabilizarán (v. 1 c)

“… y ha venido el acreedor para tomarse uno de mis hijos por siervos”

b. En medio de las dificultades debemos volvernos a Dios

c. El único que puede transformar las circunstancias y dificultades, es Dios (Lucas 18:27)

II. El creyente encuentra en Dios solución a sus dificultades (vv. 2-4)

1. Lo poco que tenemos en nuestras manos es mucho en manos de Dios (v. 2. Cf. Mateo 14:13-21)

a. Dios siempre ve de qué manera brindarnos ayuda

“Declárame qué tienes en casa.”

b. Dios nos sorprende siempre al ofrecernos salidas oportunas y eficaces a nuestras dificultades

“Tu sierva ninguna cosa tiene, sino una vasija con aceite.”

“Por tanto confía en Dios como un niño confía en su padre. No hagas de esto algo complicado. No te “acalores” tratando de obtener más fe. Usa la que tienes. Responsa y alaba a Dios. Dale gracias por cada situación, no importa cómo se presente. Una fe sencilla es todo lo que necesitas.”(Don Gosset. “Avenida Alabanza”. Editorial Vida. EE.UU. 2002. Pg. 35)

2. Dios siempre responde con poder al clamor que le elevamos en medio de las dificultades (v. 3)

a. Dios nos ofrece una salida, como instruyó el profeta Eliseo a la viuda

b. Dios se glorifica con poder cuando nos movemos en Su dimensión sobrenatural (v. 4)

c. En Dios siempre hay una salida al laberinto

III. El creyente camina en obediencia a Dios para resolver sus dificultades (vv. 5- 7)

1. Cuando aparezcan las dificultades, no debemos desesperarnos sino creer en Dios para salir victoriosos

2. La viuda y sus hijos fueron obedientes a Dios. No se dejaron arrastrar por la lógica ya que los milagros no se sujetan a la lógica humana

3. Cuando nos atrevemos a creer, el poder sobrenatural de Dios se manifiesta (v. 6 a)

a. Dar pasos de fe

b. Desechar las críticas, oposición y voces de incredulidad que escuchamos alrededor

4. El aceite sólo cesó cuando se acabaron las vasijas (v. 6 b)

a. Dios siempre provee más de lo necesario

b. Dios tiene un poder ilimitado obrando a favor nuestro

5. Como ocurrió con la dificultad de la viuda, Dios le dio la salida y le aseguró un futuro seguro y tranquilo (v. 7)

a. Dios tiene su propio tiempo

b. Todo cuanto hace Dios es perfecto

Conclusión:

Hay muchas decisiones que tomamos de manera equivocada. Enfrentar los problemas en nuestras fuerzas, es una de ellas. Aun cuando creamos que podemos alcanzar muchas metas, hay situaciones que salen al paso y se convierten en obstáculos insalvables; en cambio, cuando los problemas los sometemos en manos de Dios, el panorama necesariamente cambia porque Dios es quien transforma las circunstancias. Si vamos a Él, torna posible lo imposible y a pesar de que todos alrededor crean que iremos en derrota, estaremos—por el contrario—dando pasos hacia la victoria porque en manos de Dios—en sus fuerzas—somos más que vencedores. Hoy es el día para que se rinda a Dios y le permita tomar el control de todas sus situaciones, incluso las que parecen imposibles de resolver. No se arrepentirá.

© Fernando Alexis Jiménez

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