Fe Enfocada

Tener fe es tener la plena seguridad de recibir aquello que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Hebreos 11:1

La biblia es muy clara en relación a la fe, solo es tener plena seguridad de recibir aquello que se espera, esto nos hace preguntarnos ¿acaso solo es convencernos a nosotros mismos?, pues si así es, pero no se trata de lo que nosotros queremos, sino, de lo que Dios quiere para nosotros, la voluntad de Dios es lo que debemos esperar convencidos que sucederá en nuestras vidas, aunque no lo veamos en el momento.

Dios es fiel a sus promesas, la biblia dice: “Puedo deciros que Cristo vino a servir a los judíos para cumplir las promesas hechas a nuestros antepasados y demostrar así que Dios es fiel a sus promesas”. Romanos 15:8. Si fuera necesario Él mismo se presentaría en persona para hacer cumplir sus promesas. Muchos cristianos no han visto promesas cumplidas en sus vidas porque esperan lo que ellos quieren, la biblia dice: “Queréis algo, y no lo obtenéis; matáis, sentís envidia de alguna cosa, y como no la podéis conseguir, lucháis y os hacéis la guerra. No conseguís lo que queréis porque no se lo pedís a Dios; y si se lo pedís, no lo recibís porque lo pedís mal, pues lo queréis para gastarlo en vuestros placeres.” Santiago 4:2 y 3.

Esto no se trata de tener fe en la fe, sino en la Palabra de Dios que en ella esta expresa la voluntad de Dios, debemos tener una fe enfocada, esto es:


1.- Conozcamos que dice Dios de nosotros en lo referente a los diversos asuntos de la vida (Hebreos 11:2).
Los antiguos alcanzaron buen testimonio porque creyeron en la palabra de Dios, Abraham creyó a Dios y dejó su tierra y parentela y ofreció a Isaac como sacrificio a Dios, David conquistó reinos, Noé creyó la palabra de Dios y salvó a su familia del diluvio, Moisés creyó a Dios e Israel vivió las maravillas de Dios en Egipto, y vieron que el mar se dividió y pasaron en seco, así mismo podemos ver muchos ejemplos de vida, que nos retan.

Para saber que dice Dios de nosotros es necesario relacionarnos con Él por medio de la lectura de las Escrituras, la oración, congregarnos, ayuno, alabanza, etc. no como ritos sino como nuestra forma de vida, una vida de adoración o vida postrada delante de Él, cuando lo hacemos Él susurra a nuestro oído, nos dice lo que somos, nos habla de todo lo que vivimos, como Él lo resuelve y cuál debe ser nuestra actitud, nos da revelación de cómo es su corazón, crecemos espiritualmente y nos fortalecemos en el poder de su fuerza.

2.- Estar plenamente seguro que se hará. (Hebreos 11:1).
La fe tiene una estrecha relación con el aferrarse, más que con lo que sientes, ves y piensas. Ahora es necesario aclarar la fe si tiene que ver con ver, pero no con los ojos del cuerpo sino con los del espíritu, cuando buscamos a Dios con nuestro corazón contrito y humillado, Él atiende a nuestra búsqueda, y podemos tener un encuentro personal con Dios, este encuentro personal con Dios debe ser diario, esto hace que nuestros sentidos espirituales se desarrollen y se fortalezcan, Dios nos enseña este proceso por medio de nuestro cuerpo, si disciplino mi cuerpo a una vida de deporte y a comer sanamente mi cuerpo reacciona a esta disciplina produciendo una mejor calidad de vida, en el espíritu es igual que en el cuerpo, al principio cuesta y duele crear esta disciplina, pero una vez que la desarrollamos disfrutamos plenamente hacerlo, nos conectamos con nuestro amado Dios y lo podemos experimentar con nuestros 5 sentidos del espíritu vista, tacto, olfato, oído y gusto, los cuales se maduran y se desarrollan cada vez más, a esto se le llama crecimiento espiritual.

Cuando el cristiano hace una experiencia constante en su vida el disfrute de la búsqueda de Dios, entonces lo conocemos no en letra solamente o en dichos y tradiciones (Religión) sino en experiencia (Vida Cristiana), esto produce en nosotros una seguridad inmutable e inconmovible, en todo lo que Dios promete en la escritura, por lo tanto, nuestro actuar es sin temor no dudamos nada, pedimos y nos es concedido, porque pediremos y hablaremos lo que ya experimentamos en nuestro espíritu, por medio de nuestros 5 sentidos, al relacionarnos con Dios, la biblia dice: Pero pida con fe, no dudando nada. Porque el que duda es semejante a una ola del mar movida por el viento y echada de un lado a otro. Santiago 1:6, La biblia dice: Os escribimos acerca de lo que ya existía desde el principio, de lo que hemos oído y de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. Porque lo hemos visto y lo hemos tocado con nuestras manos. Se trata de la Palabra de vida, esta vida se manifestó: nosotros la vimos y damos testimonio de ella, y os anunciamos esa vida eterna que estaba con el Padre y se nos ha manifestado. Os anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que tengáis comunión con nosotros, como nosotros tenemos comunión con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo. 1 de Juan 1:1-3, Cierta mente Juan se refiere a los tres años y medio que el participo del ministerio de Jesús y como él vio y experimento todo, pero, fijémonos como la comunión con el Padre y con Jesucristo siguen vigentes y constantes 60 años después aproximadamente, al escribir 1era de Juan, así también es necesario que nuestra experiencia sea real, palpable y constante con nuestro Dios.

3.- Ser uno con el Señor.
“Pero no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por medio de la palabra de ellos; para que todos sean una cosa, así como tú, oh Padre, en mí y yo en ti, que también ellos lo sean en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que tú me has dado, para que sean una cosa, así como también nosotros somos una cosa. Juan 17:20,21.

El Mundo creerá que Cristo murió y resucito, cuando Dios muestre su gloria (Todo lo que Él es) atreves de nosotros, dicho de otra forma todas las promesas hechas realidad en nuestra vida, Él ya nos dio todas las cosas. Para enfocar nuestra fe como ya vimos es necesario conocer y estar seguros, esto nos da como resultado el ser uno con el Señor, esto es sentir, pensar, hablar y actuar, como Él, en pocas Palabras ser Cristo en La Tierra. Cuando se llega a esta madures Dios nos entrega las cosas que ya eran tuyas pero que Él administraba por no tener la madures necesaria en nuestro espíritu, pero llegando a la madures o mayoría de edad en el espíritu, Dios deja que nosotros administremos su poder, orar por enfermos y que sanen, muertos sean resucitados, revelación de las escrituras, vivir en santidad, nuestra boca tiene poder por que es la boca de Dios pues somos dirigidos por Él y hablamos con una fe enfocada, milagros y prodigios nos seguirán y alcanzaran a donde vallamos.

El sentir, pensar, hablar y actuar como Cristo nos da como consecuencia el ser uno con la Iglesia, no me divido con mis hermanos los respeto, los amo y soy de bendición para ellos, la falta de poder manifiesto en algunas congregaciones en el mundo se debe a que muchas de ellas fueron formadas por división entre hermanos, debemos arrepentirnos de nuestra división, el cuerpo de Cristo no se divide se multiplica, en nuestro corazón debe haber temor de Dios y siempre buscar la aprobación de Dios, y no solo ser un ministerio que se mueve en el don o en el llamado recibido, recordemos que estos son irrevocables, me refiero a ser hombres y mujeres que hacen la diferencia entre lo genuino y la falsedad, que aman, protegen, se entregan, y bendicen lo que Dios mas ama la Iglesia.

Ser uno con el Señor implica que nuestro actuar en Todo debe ser que Él actué por medio de nuestros actos, en Gálatas 2:19 y 20 dice: Porque por medio de la ley yo he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí. Una fe verdaderamente enfocada es aquella que es coherente con lo que se cree y lo que se hace, es por ello que para tener esa fe que mueve montañas, es necesario que cada uno de nosotros atesoremos en nuestro corazón sus mandamientos y los pongamos por obra.

¡¡¡Cuando un cristiano enfoca su fe su oración es poderosa, es más que palabras, es el decreto de un Rey y Sacerdote, esto es establecer el Reino de los Cielos en la tierra.

Por Fernando H. Morales González.
Columnista Invitado de Christian Post