Guia para el Presupuesto Familiar

Introducción

Cuando escuchamos la palabra «presupuesto» por primera vez, muchos de nosotros sentimos una mezcla de curiosidad e inseguridad. Sentimos la curiosidad de saber cómo funciona un sistema que promete ayudarnos a controlar el dinero que «se nos va como agua» entre las manos; y, por otro lado, no estamos seguros de que tengamos los recursos financieros ni la capacidad personal necesarios para poder poner en práctica un presupuesto familiar en nuestro hogar.

Esta guía tiene dos propósitos: aumentar su curiosidad y disminuir su inseguridad

Por un lado, Larry Burkett, fundador y presidente de Conceptos Financieros, le animará a visitar el mundo del manejo financiero familiar y le colocará en la senda que le guiará a explorar conceptos e ideas que van más allá del análisis presupuestario.

Por otro lado, Larry le ofrecerá ideas sencillas y prácticas para preparar un presupuesto familiar básico. Usted descubrirá que para hacerlo no necesita tener mucho dinero (recuerde que cuanto menos uno gana, mayor es la necesidad de controlar nuestros gastos), ni necesita ser profesor de matemáticas o contador para llevar a cabo los cálculos. Sólo se requiere tener un poco de tiempo y una calculadora a mano.

Le recomendamos que, para un trabajo más detallado, consiga el Cuaderno de planificación financiera escrito también por Larry Burkett, que le proveerá de mayor información y contiene las planillas necesarias para un control más ordenado de sus finanzas familiares.

 

Su amigo,
Dr. Andrés G. Panasiuk
Ministerios Hispanos

Guía para el Presupuesto Familiar
Larry Burkett

Es cierto que es importante poder reconocer las ataduras económicas que nos esclavizan, pero también es igualmente importante aprender a liberarnos de ellas. Cuando la libertad financiera llega a nuestras vidas, se hace evidente en cada aspecto de nuestra existencia: hay un alivio de las preocupaciones y tensiones por las cuentas retrasadas, una conciencia limpia delante de Dios y los hombres, y una completa seguridad de que nuestra situación financiera está bajo control.

Esto no significa que la vida del cristiano estará libre de dificultades económicas. Muchas veces Dios permite que las consecuencias amargas de nuestros errores del pasado continúen, para así reforzar las lecciones que El quiere que aprendamos. Dios tampoco nos promete librarnos de toda dificultad, sino que promete que, en medio de la tormenta, nos dará Su paz.

Cuando Dios maneja nuestras finanzas, no tenemos por qué preocuparnos. El es el dueño del universo y es en Su sabiduría que tomamos nuestras decisiones. Nosotros seguimos siendo seres humanos y podemos cometer errores en cualquier momento. Aún cuando comprendemos los principios de Dios, es posible que nos desviemos de Su voluntad, como lo hacemos todos de vez en cuando. Pero en cuanto admitimos nuestra equivocación y permitimos que El tome el control de nuestras vidas, volvemos a estar sujetos a Su liderazgo y las cosas comienzan a marchar como debieran.

Cuando un cristiano verdaderamente acepta y experimenta la libertad financiera bíblica, nunca más deseará estar fuera de la voluntad de Dios. En nuestra sociedad hay mucha gente que le va muy bien en sus finanzas, pero nunca he conocido a un incrédulo realmente libre de preocupaciones, ansiedad, tensión, hostigamiento o amargura en cuanto al dinero. Una vez que alguien experimenta y vive la libertad financiera (o sea, libertad de las ataduras de deudas, libertad de la opresión de otros, libertad de la envidia y de la codicia por las posesiones de otros, libertad del resentimiento…) esa persona se destaca como un faro en medio de la mar.

Principios para alcanzar la Libertad Financiera

¿Cómo podemos lograr la libertad financiera? ¿Qué debemos hacer? Aquí hay algunos principios bíblicos fundamentales y algunas sugerencias personales para ser financieramente libres.

  1. Entregue la propiedad de sus posesiones a Dios.
    Como cristianos tenemos que aprender a ceder la propiedad de todas nuestras posesiones a Dios; incluyendo el dinero, tiempo, familia, posesiones materiales, educación, carrera e incluso el potencial futuro para obtener mayores entradas de dinero. No solo debemos reconocer con nuestras oraciones y cánticos que El es el Señor, sino también debemos aprender a manejar nuestras posesiones como administradores y no como «dueños». Esta actitud es esencial si deseamos experimentar una vida llena del Espíritu en el área de las finanzas. Vea cómo Dios nos ha colocado como administradores de este mundo, por ejemplo, en el Salmo 8, verso 6. Si usted cree que es el dueño de aunque sea una sola cosa en su vida, entonces su actitud personal con respecto a ella será muy diferente de la actitud que usted tendría si fuera simplemente administrador de ella. Dios no nos obligará a cumplir con Su voluntad. El espera que nosotros le cedamos nuestras vidas voluntariamente.

    Si le cedemos a Dios todo lo que nos pertence, usted puede estar seguro de que El nos demostrará Su poder. Dios cumplirá Su promesa de proveer todo lo que necesitamos en lo físico, material y espiritual, pero para ello, es importante comprender y aceptar las condiciones que Dios pone para estar en control. Estudie, por ejemplo, el pasaje bíblico de Deuteronomio 5: 32-33.

    Es fácil decir: «entrego todo lo que tengo en las manos de Dios», pero no es tan fácil hacerlo. Al principio, tendremos dificultad en buscar siempre la voluntad de Dios en lo que respecta a las cosas materiales porque estamos acostumbrados a administrar y controlar nuestros propios asuntos. Pero cuando aprendemos a obedecer a Dios en el manejo de nuestras finanzas, empezamos a experimentar lo que realmente significa tener libertad financiera.

    Es un gran alivio entregarle nuestras preocupaciones al Señor. Entonces, por ejemplo, si algo le sucede al automóvil, en vez de enojarnos y gritar, podemos decir: «Padre, te he entregado este auto. Lo he cuidado tanto como he podido, pero no es mío. Te pertenece, así que haz con él lo que desees». A partir de ese momento, busque las bendiciones que Dios le dará como resultado de esta actitud.

  2. Libérese de las deudas.
    Usted y yo debemos liberamos de todas las deudas. ¿Qué es una deuda? Aquí hay una definición:

    • El pago atrasado de dinero, bienes o servicios que se le deben a otros.
    • El total del pasivo excede el total del activo. En otras palabras, si usted tuviera que convertir en dinero todos sus bienes, habría un saldo negativo en su cuenta.
    • Hay ansiedad en el área de la responsabilidad económica, y las necesidades básicas de la familia ya no se pueden satisfacer debido a los hábitos de gastos, pasados o presentes, del individuo o familia.

      Aquí hay algunos secretos para liberarse de sus deudas:

      A. Confeccione un plan escrito (un presupuesto familiar).
      Un plan escrito es absolutamente necesario para cualquier individuo o familia que vive bajo la esclavitud financiera.
      Haga una lista de todos los gastos, en orden de importancia. Colocarlos en orden de importancia es vital, porque últimamente hemos perdido el punto de referencia entre lo que es una necesidad, un gusto y un deseo. Examinemos sus diferencias:

      Necesidades. Son las compras que hacemos para proveer necesidades básicas en la vida como el alimento, la ropa, el trabajo, un lugar donde vivir y la salud, entre otras. «Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto» (1 Timoteo 6:8).

      Gustos. Son aquellas cosas que satisfacen una necesidad básica en nuestras vidas, pero que son de una mejor calidad. Por ejemplo, usted necesita vestirse, pero algunas veces puede elegir comprar ropa de mejor calidad o de una marca conocida, usted puede elegir un bistec en vez de carne molida, tomar un taxi en vez de caminar al trabajo, etc. El apóstol Pedro en su primera carta nos da un punto de referencia importante con respecto a los gustos en la vida del cristiano: «Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios». (1 Pedro 3:3,4)

      Deseos. Son las cosas que nos gustaría tener pero que no son necesidades básicas para nuestra subsistencia. De acuerdo con el plan de Dios, sólo se pueden comprar con fondos excendentes después que todas las otras obligaciones se hayan cumplido. No está mal comprarlas, si tenemos el suficiente excedente de dinero. En la primera carta de San Juan, capítulo 2, leemos: «No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo» (versos 15 y 16).

      B. Identifique cuáles son las cosas esenciales para la vida y cuáles no.
      Una persona que está endeudada debe dejar de hacer gastos que no sean absolutamente esenciales para vivir. Vea qué tareas de mantenimiento del hogar pueden hacerse sin pagarle a otros. Comience a adquirir pericia e ingenio para llevar a cabo esas tareas. Al hacerlo, puede empezar a disminuir algunos de los gastos que en realidad no son esenciales. Estudie, por ejemplo, en el Antiguo Testamento, el verso 17 del capítulo 21 del libro de los Proverbios.

      Debe empezar a desarrollar una actitud de conservación. Empiece a eliminar todos los gastos que no sean de importancia vital, recordando que a muchos gastos los consideramos esenciales sólo porque la sociedad nos lo ha hecho creer. «Necesito una computadora», decimos. Sin embargo, en realidad, «queremos» una computadora, no la «necesitamos».

      C. Piense antes de gastar
      Cada uno de nosotros debemos pensar antes de hacer cada compra. Cada gasto se debe evaluar de la siguiente manera:


    • ¿Es una necesidad, un gusto o un deseo?
    • ¿Refleja este gasto mi ética cristiana? (Por ejemplo, la subscripción a una revista pornográfica no la reflejaría). ¿Puedo seguir comprando revistas, enciclopedias, libros o discos aún cuando le debo dinero a otros?
    • ¿Es lo mejor que puedo obtener por este precio, o estoy gastando sólo porque se me hace fácil y me dan la facilidad de pagar con mi tarjeta de crédito?
    • ¿Es un artículo que se devalúa rápidamente? ¿Estoy comprando algo que se deprecia rápidamente? (Las piscinas, las casas rodantes, las lanchas, las computadoras y los automóviles, por ejemplo, pertenecen a esta categoría).
    • ¿Es costoso el mantenimiento? (Debemos recordar que no sólo necesitamos dinero para comprar cosas como un automóvil, una casa rodante o mandar a hacer una piscina, ¡también tenemos que tener dinero para mantenerlas!)

      D. Deje de comprar a crédito
      Una persona que está endeudada debe empezar a comprar sólo al contado. A menudo una persona con deudas y que posee alguna cosa de valor que podría convertir en efectivo se pregunta: «¿Sería mejor vender esto para pagar mis deudas?» Ese es un error normal que sólo trata los síntomas en vez del problema.

      Recuerdo a una pareja que estaba muy apretada económicamente a causa de las deudas por las tarjetas de crédito. Debían más de 20.000 dólares, y pagaban más de 4.000 dólares anuales sólo en intereses. Al preparar nuestro plan, me pareció razonable que vendieran su casa y utilizaran el dinero para cubrir todas sus deudas porque esa cantidad de dinero era suficiente para hacerlo. Así lo hicieron, pero en menos de un año estaban endeudados otra vez, con $6.000 en la cuenta de sus tarjetas de crédito y, esta vez, ¡sin su vivienda! ¿Qué sucedió? Yo había tratado un síntoma en vez del problema. El problema era su actitud hacia las tarjetas de crédito. Me habían asegurado que no las utilizarían, pero como no los ayudé a preparar un plan para dejar de usarlas, cayeron de nuevo en la misma trampa. En cuanto les hacía falta algo y no tenían efectivo para comprarlo, sacaban las tarjetas.

      El principio a observar es el siguiente: Si usted está endeudado por el mal uso de las tarjetas de crédito, deje de usarlas. Y déjelas en forma total. Aquellos que tienen problemas en controlar el uso de sus tarjetas de crédito deberían comprometerse a pagar cada mes el total de las compras que han hecho con la tarjeta. Para el primer mes en el que no pueda cumplir con la promesa, aquí va una receta popular:

    • Caliente el horno a unos 170°C (350°F)
    • Unte con aceite una de sus bandejas para pizzas.
    • Coloque sus tarjetas en la bandeja y la bandeja en el horno.
    • Hornee hasta que se derritan.
      Después, devuelva las tarjetas a las compañías que se las otorgaron, y pídales que no se las vuelvan a enviar más. Incluya en su carta un plan para pagar la deuda de esa tarjeta de crédito, y después comprométase a comprar sólo con dinero en efectivo.

      Una vez que haya desarrollado buenos hábitos económicos y haya roto las ataduras financieras producidas por el mal uso de las tarjetas de crédito y de su comportamiento con respecto al dinero, evalúe la posibilidad de vender algunas cosas de valor para poder liquidar sus deudas. De esa manera, no estará tratando sólo los síntomas.

      E. Evite el «palanqueo» y la «lotería» financiera
      Cuando uno está endeudado, debe evitar el así llamado «palanqueo» financiero: la forma de inversión que permite controlar un activo grande con una pequeña inversión de capital.

      Por ejemplo, recuerdo una pareja latinoamericana que vivía en Chicago. El hombre quería comenzar su propio taller de arreglo de chapa y pintura de autos. Luego de algún tiempo de búsqueda, los dos se entusiasmaron con un taller que costaba más de un millón y medio de dólares. Como no tenían esa cantidad tan grande de dinero, el marido le pidió a su suegra viuda si podía hipotecar su casa (por unos 100.000 dólares) y prestarles el dinero para comprar el taller. La suegra, muy sabiamente, dijo que no hipotecaría todos los ahorros de su vida para invertirlos en ese negocio y la joven pareja me llamó para preguntarme qué hacer.

      A pesar de poner en juego las relaciones familiares, esta sabia viuda pudo darse cuenta de lo que muchos jóvenes inexpertos no ven en estos días: que el porcentaje de inversión inicial requerida para comprar el negocio ($100.000) era demasiado pequeño con respecto al monto total de la deuda en la que su hija y su yerno se iban a involucrar (menos del 10%). Esto es lo que yo llamo «palanqueo». Es el mover un gran capital con una muy pequeña inversión. El problema de «palanquear» es que si algo, aunque sea mínimo, no sale como se planeó, el tamaño y peso de la deuda puede caer sobre el individuo y pulverizar su vida financiera.

      Lo que este joven debería haber hecho es comenzar su negocio en su propia casa, quizá en su propio garage, para luego en la medida en que sus negocios, crezcan él se pueda ir moviendo hacia lugares más cómodos, amplios y sofisticados. Debemos, de una vez por todas, olvidarnos de tratar de hacernos ricos «por la vía rápida». No solamente ponemos en juego nuestros negocios, sino que estamos poniendo en peligro toda nuestra vida familiar.

      F. Aprenda a ahorrar
      Finalmente, para afianzar su vida financiera en el proceso de pagar sus deudas, uno debería aprender a ahorrar dinero de manera regular. Incluso aquellas personas que están endeudadas. Aunque sea sólo lo suficiente para comprar cuatro o cinco kilos de pan o un par de litros de leche por mes. Aprenda a desarrollar la disciplina del ahorro. Una de las mejores costumbres que una familia puede desarrollar es la de ahorrar una pequeña cantidad de dinero en forma regular.

      Todas las personas que viven por encima del nivel de pobreza tienen la posibilidad de ahorrar dinero. Muchos no lo hacen porque creen que la cantidad que podrían ahorrar es tan insignificante que no vale la pena.

      Para poder salir de sus deudas, sin embargo, usted debe prevenir las «situaciones inesperadas» que le llevarán a gastar más allá de su presupuesto y le obligarán a pedir prestado. Estas situaciones no serían tan «inesperadas» o no nos golpearían tan fuerte el presupuesto familiar si tuvieramos algunos ahorritos que actuaran de «colchón».

      El sabio Salomón una vez dijo en su libro de los Proverbios: «Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre insensato todo lo disipa» (21:20). Una gran verdad 3.000 años atrás y una gran verdad el día de hoy.



  3. Acostúmbrese a dar.
    El tercer principio para aplicar en su viaje hacia la libertad financiera es el principio de dar. Cada creyente en Cristo debe establecer el diezmo como testimonio mínimo de que Dios es dueño de todo lo que él posee. ¿Cómo puede alguien decir que le ha entregado todo a Dios cuando nunca ha dado testimonio de ello?

    Es al compartir que adquirimos la perspectiva de Su poder en las finanzas. Dios desea que siempre le demos la primera parte a El, pero también desea que paguemos a nuestros acreedores. Esto requiere que se establezca un plan de acción y que probablemente se sacrifiquen algunos gustos y deseos hasta que todas las deudas se hayan liquidado.

    Pero usted no puede sacrificar la porción que le pertenece a Dios. Esa no es su prerrogativa como cristiano. «Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará» (2 Corintios 9:6). ¿Cuál es la clave, entonces? Si es necesario un sacrificio, y casi siempre lo es, no sacrifique ni la porción de Dios ni la de sus acreedores. Sacrifique una porción de sus propios gastos.



  4. Acepte la provisión de Dios
    Para disfrutar de paz con respecto a las finanzas, reconozca y acepte la provisión de Dios para dirigir su vida. Muchas veces las personas se olvidan de que la voluntad de Dios se puede llevar a cabo a través de la falta de fondos. Solemos pensar que El sólo nos bendice cuando hay abundancia de dinero; pero ese es un entendimiento netamente materialista del concepto de la «bendición». Al estudiar las Escrituras nos damos cuenta que Dios no permite que todos vivan con gran abundancia. Lo que no necesariamente quiere decir que estemos obligados a vivir en la pobreza. En muchos casos, por ejemplo, puede ser que Dios desee que aprendamos a depender más y más de El cada día.

    Cada cristiano tiene que aprender a vivir con lo que Dios le provee, y debe resistir la fuerte presión de los deseos por obtener más riquezas y bienes materiales. Para lograrlo se requiere planear un estilo de vida de acuerdo con la provisión que Dios ha suplido.

    ¿Significa esto que usted no debería aspirar a avanzar y mejorar en su vida? ¡De ninguna manera! Pero lo que sí significa es que, si para avanzar economicamente o en su posición social, usted tiene que violar uno o más principios bíblicos de mayordomía financiera, probablemente ese avance social o económico no está dentro de la voluntad de Dios para su vida.

    Por ejemplo, si usted va a comprar una casa en un barrio de más categoría y, como no tiene el dinero para pagar las cuotas de la hipoteca, usted va a «confiar en Dios» para que El le provea, tengo malas noticias para usted: probablemente Dios no le provea. No porque Dios no pueda proveerle, sino porque usted no ha confiado en Su provisión ¡antes de tomar el compromiso económico!

    Dios es tan poderoso para proveerle a usted con el dinero tanto después como antes de una compra. La diferencia está en que si usted confía en El para que le provea con el dinero antes de la inversión económica, usted sabe que Dios está bendiciendo su decisión. Pero si usted se apura y luego de hacer un compromiso basado en lo que usted «sintió» del Señor, espera ahora por la confirmación de Dios, puede que El le diga «eso es lo que tú ‘sentiste’ pero no es lo que yo te dije que era mi voluntad».



  5. Desarrolle una conciencia limpia
    Debemos tener una conciencia limpia tanto en nuestras prácticas comerciales como en nuestros negocios personales. La liberación financiera, en este caso, tal vez incluya «restitución» y cambio de actitud.

    Recuerdo a un amigo que, antes de convertirse a Cristo, había perjudicado económicamente a alguien. Dios lo convenció de su culpa y le indicó que hiciera una «restitución». Buscó a la persona, confesó lo que había hecho, y ofreció arreglar las cuentas. La persona, por su parte, se negó a perdonarle y se rehusó a aceptar su dinero.

    Por un tiempo el ego y el orgullo de mi amigo se resintieron; pero fue entonces cuando reconoció que no se había confesado para el beneficio de la persona ofendida, sino para beneficio de sí mismo. No había ofrecido la restitución para saldar la pérdida que había ocasionado, sino para obedecer la voluntad de Dios en su vida. Dios lo había perdonado y él había hecho exactamente lo que Dios le había pedido que hiciera. No se requería más.




  6. Ponga a otros en primer lugar
    Si está buscando la liberación económica, siempre debe estar dispuesto a poner a otros en primer lugar. Esto no implica que tenga que dejarse pisotear; simplemente significa que no debe obtener ganancia a expensas de otras personas. Trate a los demás como le gustaría que ellos le traten a usted. Una vez más, la clave está en la actitud.




  7. Administre su tiempo sabiamente
    Aprenda a limitar el tiempo que dedica a los negocios cuando no pasa suficiente tiempo con la familia. «No te afanes por hacerte rico; sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en la riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo» (Proverbios 23:4-5). Mucha gente está atrapada en el compromiso excesivo con los negocios o la búsqueda de más dinero o posición social.

    Es importante recordar que las prioridades que Dios pone para nosotros son muy claras, y que cada cristiano que busca la voluntad de Dios tiene que comprenderlas.

    La primera prioridad en la vida del cristiano es desarrollar su relación personal con el Señor Jesucristo.

    La segunda prioridad en el compromiso de un cristiano es su familia. Esto incluye enseñarles sobre la Palabra de Dios.

    Esta práctica requiere un compromiso con la unidad familiar, e indica también un compromiso específico de tiempo. Cristo merece la mejor parte de nuestro día. Si usted estudia mejor de mañana, madrugue y dedíquele tiempo al Señor. Sacrifíquese si es necesario. Si se da cuenta de que el devocional familiar es más provechoso de las ocho a las nueve de la noche, entréguele ese tiempo a Dios. Apague el televisor, asegúrese de que los niños hayan terminado temprano las tareas escolares, y empiecen a estudiar la Biblia juntos. Es importante que todos en la familia comprendan las cosas de Dios y oren juntos. Oren también por las necesidades de otros. Ayude a sus hijos a ser conscientes de que los cristianos, como intercesores, pueden orar por otros y esperar respuestas de Dios.

    La tercera prioridad en la vida del cristiano deben ser las actividades de la iglesia, los grupos sociales, el trabajo y todos los pasatiempos que pueda tener.




  8. Evite los lujos y los excesos
    Cada persona que desee lograr la liberación económica, debe evitar los lujos y los excesos en la vida.

    Si queremos encontrar un ejemplo de lo que cae dentro de la voluntad de Dios, podríamos leer Lucas 9:23, donde Cristo dijo, «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame», y Juan 6:27: «Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre».

    ¿Está su estilo de vida dentro de estos límites? ¿Está usted dispuesto a confiar en Dios y a negarse algunos lujos? Al hacerlo, El le dará aún más. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros somos egoístas, y rara vez dejamos de lado un gusto o un deseo, y mucho menos una necesidad. Pero a la luz de las necesidades a nuestro alrededor, es importante que los cristianos evaluemos nuestro nivel de vida. Muchos podrían reducir los gastos de manera considerable sin bajar significativamente su estándar de vida.




  9. El consejo profesional cristiano
    Cuando tenga dudas, es importante buscar asesoramiento cristiano. «Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman» (Proverbios 15:22). Dios nos exhorta a buscar consejo, y no tan sólo a confiar en nuestros propios recursos. Al preparar su plan financiero, mucha gente se frustra porque no tienen el conocimiento necesario y terminan dándose por vencidos. Dios ha dotado a otros con la habilidad de ayudarnos en el área de las finanzas. Busquemos a tales personas.




Pasos para preparar un Presupuesto
La información en esta sección tiene el propósito de ser una guía práctica para ayudarle a establecer un presupuesto familiar. A medida que usted desarrolle y utilice un plan de finanzas, debe seguir varios pasos lógicos, cada uno de los cuales requiere un esfuerzo individual.



  1. Enumere los gastos mensuales del hogar.

    A. Gastos fijos
    Son gastos que usted tiene todos los meses y las cantidades son siempre las mismas.

    • Contribuciones a obras de caridad, iglesias, diezmos, ofrendas
    • Impuestos a las ganancias (ya sean impuestos federales, estatales o provinciales, de seguridad social o jubilación). Si son deducidos de su sueldo automáticamente, no tome en cuenta este punto.
    • Gastos de vivienda (hipoteca o alquiler)
    • Impuestos a la vivienda
    • Seguro de la vivienda
    • Seguros (de vida, médico, automotor)
    • Pagos mensuales de deudas
    • Otros gastos fijos

      B. Gastos variables

    • Compra de alimentos
    • Luz, agua, teléfono, gas
    • Diversiones, recreación, salidas, paseos
    • Ropa
    • Gastos médicos (remedios, médico, dentista)
    • Ahorros
    • Misceláneos, gastos varios

      NOTA: Para poder determinar correctamente los gastos variables, sugerimos que coloque en una caja todos los recibos de sus compras de, por lo menos, 30 días. Si no tiene recibos de las compras, anótelas en un papel. Apunte cada gasto, incluso los más pequeños.




  2. Enumere los ingresos disponibles por mes.
    A continuación le proveemos una lista de posibles ingresos.

    NOTA: Si usted no se maneja en base a un sueldo fijo, tome la cantidad de ingreso recibido en el último año y divídalo por doce. Eso le dará su salario promedio mensual que podrá usar para armar su presupuesto familiar.

    • Salario
    • Rentas, Alquileres recibidos
    • Pagarés
    • Intereses
    • Dividendos
    • Devolución de impuestos (cantidad anual dividida por 12)
    • Otros



  3. Compare ingresos con gastos
    Si sus ingresos totales son superiores a sus gastos, usted sólo necesita implementar un método de control presupuestario en su hogar para maximizar sus ingresos. Sin embargo, si los gastos son mayores que los ingresos (o si se desea un control más estricto sobre los gastos), se requieren pasos adicionales. En ese caso, hay que llevar a cabo un análisis de cada área del presupuesto a fin de reducir gastos.

    Examinemos a continuación «los destructores presupuestarios»: áreas con problemas potenciales que pueden arruinar un plan económico a corto plazo. Si fallamos en el control de siquiera una de estas áreas, el resultado puede ser el desastre financiero del hogar. Esta evaluación está basada en porcentajes de un presupuesto de 12.000 a 30.000 dólares anuales (un presupuesto bastante típico para una familia latinoamericana que vive en Estados Unidos de América). Naturalmente, estos porcentajes son sólo sugeridos y no absolutos. Varían de acuerdo a los ingresos y la ubicación geográfica. Usted puede averiguar los porcentajes «normales» de una familia promedio en el lugar donde usted vive consultando con la cámara de comercio de su zona o llamando a las oficinas del ministerio de bienestar social de su estado, provincia o país.



    A. Vivienda (38% del ingreso neto)
    Por regla general, éste es uno de los más grandes problemas presupuestarios del hogar. Muchas personas compran una casa que está fuera de sus posibilidades económicas porque están motivadas por las presiones familiares, de amigos o de otras influencias negativas. No es necesario que todo el mundo sea dueño de una vivienda. La decisión de comprar o alquilar debe basarse en las necesidades y capacidad económica individual, y no en las presiones internas o externas.



    B. Alimentos (15% del ingreso neto)
    Muchas familias compran demasiada comida. Otras no compran la suficiente. Para reducir los gastos de comida de una familia, hay que tomar en cuenta la cantidad y calidad de los alimentos.

    Ideas para ahorrar en la compra de comestibles:
    • Confeccione siempre una lista escrita antes de ir al mercado.
    • Trate de ahorrar combustible comprando comida para un período más largo, y en mayores cantidades.
    • No salga de compras cuando tenga hambre (especialmente si le gustan las cosas dulces).
    • Si es posible, utilice una calculadora para ir controlando el total de gastos a medida que realiza las compras.
    • Reduzca o elimine el uso de productos desechables: platos, vasos, servilletas de papel, etc. (Use platos de loza o plástico, servilletas de tela, vasos de vidrio, etc.).
    • Evalúe dónde conviene comprar los productos de higiene personal como el champú, el enjuague bucal, etc. (Generalmente se pueden conseguir a mejor precio en las ofertas especiales que tienen las cadenas de grandes mercados y farmacias).
    • Evite los cereales procesados y endulzados. (Son costosos y poco nutritivos).
    • Evite los alimentos pre-cocinados y procesados, como comidas para el horno de microondas, alimentos congelados, pasteles, etc. (Está pagando demasiado por mano de obra que puede proveer usted).
    • Vea cuáles son los cortes más económicos de carne que puede encontrar, y pídale al carnicero que los corte. (Sin embargo, a veces resulta económico comprar bistecs empaquetados que están de oferta en los supermercados).
    • Pruebe los productos enlatados que llevan la marca del mismo supermercado donde está haciendo las compras. (Generalmente, como no pagan por publicidad, son más económicos e igualmente nutritivos).
    • Los supermercados hacen gran publicidad con algunos productos que colocan a muy bajo precio para atraer clientes y venderles otros productos a precio regular. Aproveche estas ofertas y compre esos productos con descuento. Pero no se olvide de comparar el precio de las demás compras porque ¡allí puede perder todo lo que se ahorró en la oferta!
    • No compre frutas y verduras que están fuera de temporada. Si están en el supermercado es porque han tenido que pagar costos de refrigeración o de importación de algún otro país. Probablemente estén más caras que en temporada.
    • Si usted vive en una zona residencial donde no hay mercados, tenga a mano un paquete de leche en polvo para evitar los viajes de emergencia al supermercado y gastar combustible.
    • Evite comprar artículos no-comestibles en el mercado, a menos que estén de oferta. (Por lo general, los precios son más elevados que en otros lugares).
    • Trate de comprar alimentos al por mayor. Si hacen un fondo común entre tres o cuatro familias, pueden comprar cantidades mas grandes de alimentos a los precios que lo pagan los vendedores de las calles o los mercados minoristas.
    • Si las hay en su ciudad o pueblo, aproveche las «ferias» en las que los productores directamente traen los productos para vender a los consumidores.
    • Prepare en casa las papillas para su bebé, pasando alimentos normales por la licuadora.
    • Deje a sus hijos en casa a fin de evitar presiones innecesarias cuando sale de compras.
    • Preste atención a cada artículo mientras se lo cobran en la caja registradora, y verifique los precios de nuevo al llegar a casa.
    • Considere la posibilidad de preparar conservas de sus propias verduras frescas cuando sea posible. Junto con otras familias, trate de comprar directamente de los puestos de los granjeros y agricultores. (NOTA: Compre los elementos y aparatos necesarios para preparar las conservas fuera de temporada, cuando la demanda es más baja).


      C. Automóviles (no más del 15% del ingreso neto)
      Los medios de publicidad nos llaman «consumidores», pero ésa no es siempre la mejor descripción. Creo que el empresario de circo P.T. Barnum tenía una palabra más apta: «bobos». Es un hecho que los seres humanos no solemos ser muy sabios en nuestras decisiones económicas que tienen que ver con las máquinas, especialmente los automóviles.
      Muchas familias en Estados Unidos, por ejemplo, compran autos nuevos que están más allá de sus posibilidades económicas, y los cambian mucho antes de que se haya acabado su vida útil. Los que compran un auto nuevo y lo mantienen por menos de cuatro años, para entonces cambiarlo por otro nuevo, tienen el record de haber derrochado la máxima cantidad de dinero posible. Algunas personas, como por ejemplo los agentes de ventas que conducen bastante, necesitan automóviles nuevos con cierta frecuencia; pero la mayoría de nosotros no. He visto mucha gente que cambia de auto simplemente porque quiere, y no porque sea necesario. En este tipo de decisión influyen factores tales como el ego, la autoestima, la madurez, etc.

      ARRIBA

      D. Pago mensual de deudas (5% del ingreso neto)
      Sería magnífico si los presupuestos asignaran el 7% o menos para el pago mensual de las deudas. Desafortunadamente, lo normal en un creciente número de familias latinoamericanas es mucho más de eso. Como hemos mencionado, las tarjetas de crédito, los préstamos bancarios y los pagos a plazos han hecho que las familias se endeuden en gran manera. ¿Qué puede hacer usted una vez que esta situación ya existe? Si usted ya tiene problema con sus deudas:

    • Como primer paso, destruya todas sus tarjetas de crédito.
    • Establezca un plan de pagos que incluya a todos los acreedores.
    • Póngase en contacto con todos los acreedores, explíqueles sinceramente sus problemas, y haga arreglos para un plan de pago equitativo.
    • Compre todo al contado y sacrifique sus gustos y deseos particulares hasta que haya pagado todas sus deudas.
      Le recomiendo que lea junto a su familia el libro «La Vida Libre de Deudas» que hemos publicado recientemente. Tome en serio su situación. He visto y oído muchas historias profundamente tristes en las que la presión económica ha jugado un papel preponderante en el desmembramiento del núcleo familiar.



      E. Seguros (5% del ingreso neto)
      Muchas de nuestras familias latinas están bastante mal informadas en esta área. Pocos comprenden cómo funciona el sistema de seguros, cuánto seguro, o cuál es el tipo que uno necesita. Casi nadie permitiría que alguien le vendiera un Rolls Royce cuando sólo le alcanza el dinero para un Ford; sin embargo, muchos compran seguros costosos cuando sus necesidades dictan otra cosa.

      El seguro debe ser una provisión suplementaria para la familia, no una protección ni una ganancia. Un plan de seguros no está diseñado para ahorrar dinero (como algunos vendedores sugieren), ni para ser usado durante su jubilación. Pregúntele a cualquier persona que pensaba de esa manera y verá que el resultado final fue la desilusión.

      En algunos países, el seguro puede ser utilizado como un medio barato a fin de proveer un ingreso futuro y así liberar fondos el día de hoy para el uso de la familia y la obra del Señor. Pero llevado a un exceso, este mismo seguro puede dejar endeudada a la familia, puede robar dinero de Dios y hacer que la dependencia de los individuos esté en las cosas de este mundo.

      Es vital contar con un agente de confianza. Por lo general, un buen agente de seguros es aquel que puede seleccionar de entre varias compañías y brindarle la mejor opción posible. El, además, sabrá preparar un plan breve y sencillo para analizar sus necesidades reales.



      F. Recreación/entretenimiento (4% del ingreso neto)
      Vivimos en una sociedad inclinada al entretenimiento. Eso no es malo, si se pone en la perspectiva correcta. Pero los que están endeudados no pueden utilizar el dinero de sus acreedores para la recreación. Nuestra tendencia es escapar de los problemas, aunque sólo sea por un corto tiempo…¡aún cuando como resultado de «escaparnos» los problemas empeoren! Mientras tengan deudas, las personas deben resistir este impulso y controlar los gastos de recreación y entretenimiento.

      ¡Qué terrible es ver a alguien que ya está en aprietos económicos y se da todos los gustos a expensas de otros! Dios sabe que necesitamos descanso y esparcimiento, y confíe en que El se lo va a proveer de maneras inesperadas siempre que nuestra actitud en la vida sea correcta. Cada persona, esté o no endeudada, debe intentar controlar sus gastos de entretenimiento. Esto generalmente se puede lograr sin sacrificar la calidad del tiempo que dedicamos a la familia.

      Ideas para ahorrar en el entretenimiento:

    • Dentro de lo posible, planee sus vacaciones fuera de temporada.
    • Considere la posibilidad de acampar durante las vacaciones para evitar gastos de hotel y restaurante. (Familias amigas podrían comprar juntos el equipo para acampar y luego turnarse en el uso).
    • Elija lugares de vacaciones en sitios cercanos al lugar donde usted vive.
    • Trate intercambiar casas con una familia amiga que viva en otra área a fin de poder disfrutar de vacaciones económicas.
    • Utilice juegos de mesa en vez de salir de paseo (use, por ejemplo, algunos de esos juegos que se recibieron en Navidad pero que nunca se utilizaron).
    • Considere la opción de ir de vacaciones con otras familias para reducir los gastos y aumentar el compañerismo.
    • Si viaja por avión, utilice los vuelos más económicos (por ejemplo, a veces los viajes de noche o en la madrugada pueden ahorrarle del 10 al 20% del costo del viaje. Pregunte por otras restricciones que le permitan disminuir los gastos del boleto).


      G. Vestimenta (4% del ingreso neto)
      Muchas familias con deudas sacrifican esta área del puesupuesto a causa de excesos en otras áreas. Y sin embargo, cuando hay prudencia en los planes y en las compras, la familia puede vestir bien sin gran costo. Aquí hay algunas ideas:

    • Ahorrar suficiente dinero para evitar comprar a crédito.
    • Educar a su familia en cuanto al cuidado de la ropa.
    • Disciplinar a los niños para que cumplan estas costumbres.
    • Aprender a confeccionar y arreglar ropa en casa.
      Aprendamos a utilizar nuestros recursos en vez de ser simplemente consumidores. ¿Cuántas familias que, sólo porque gozan de una mejor posición económica, tienen guardarropas llenos con elementos que ya no utilizan porque están «fuera de moda»?

      Muchas familias con ingresos elevados gastan excesivamente en vestimenta. Considere si en realidad es importante tener toda la ropa de última moda. ¿Reflejan sus compras la conveniencia o su ego? ¿Compra ropa para satisfacer una necesidad o un gusto?

      Ideas para ahorrar en gastos de vestimenta:

    • Confeccione tanta ropa para los niños como su tiempo le permita. (Como promedio, ahorrará entre el 50 y el 60%).
    • Haga una lista escrita de las necesidades de ropa, y compre las cosas fuera de temporada, siempre que sea posible.
    • Escoja conjuntos que se puedan utilizar en múltiples combinaciones.
    • Frecuente las tiendas de descuento que venden ropa «de marca», pero sin la etiqueta.
    • Para obtener buenos precios en mercadería de calidad, vaya a las tiendas que venden directamente de fábrica. A veces, puede conseguir a precios mucho más bajos ropa que, por tener pequeños daños, las fábricas no pueden vender a tiendas regulares. Las fábricas, en muchos países, llaman a esta ropa de «segunda selección».
    • Escoja ropa que pueda lavarse en casa.
    • Si donde usted vive es posible, cuando tenga que hacer limpieza a seco, utilice máquinas de las lavanderías públicas en vez de llevar la ropa a tintorerías o negocios especializados.
    • Remiende su ropa dañada desde un principio. Aprenda a utilizar al máximo toda la ropa (especialmente la de los niños).


      H. Gastos médicos/dentales (5% del ingreso neto)
      Con el incremento que han tenido últimamente los costos en el cuidado de la salud en algunos de nuestros países latinoamericanos y en Estados Unidos, usted debe proveer para estos gastos dentro de su presupuesto familiar. Tiene que tomar la costumbre de apartar fondos de manera regular para cuidar de la salud de su familia. Si no lo hace, echará a perder sus planes y estará abriendo el camino para endeudarse. No sacrifique la salud de su familia por falta de planificación, pero al mismo tiempo, no vaya al médico en forma excesiva. Recuerde que «prevenir es mejor que curar». Podrá evitar muchas cuentas dentales, por ejemplo, si le enseña a sus hijos a comer alimentos adecuados y a cepillarse correctamente los dientes. Su dentista le suplirá toda la información necesaria sobre este tema. Muchas cuentas de médico se pueden evitar de la misma manera. Cuide su cuerpo con una sana alimentación, descanso y ejercicio, y el resultado será una buena salud. Si abusa de su cuerpo, al final tendrá que pagar sus excesos con la enfermedad. Esto no quiere decir que la negligencia sea la causa de toda enfermedad o todos los problemas. Pero muchas enfermedades se podrían evitar con una pizca de prevención.

      No dude en preguntar de antemano a médicos y dentistas acerca del costo de la atención. Además, aprenda a discernir cuándo está recibiendo buena atención a cambio de su dinero. La mayoría de los profesionales honrados no se ofenderán por sus preguntas. Si su médico se ofende, quizá sea una indicación de que es hora de buscar otro.

      En el caso de las recetas para remedios, pregunte precios en varios lugares. En algunos países se sorprenderá al descubrir la gran variedad de precios de una farmacia a otra. También pregunte si dan descuento por pagar en efectivo.



      I. Ahorros (5% del ingreso neto)
      Es importante implementar algún tipo de ahorro en el presupuesto. De otra manera, el uso del crédito llega a ser una necesidad permanente y pedir crédito (y caer en deudas) se convierten en un estilo de vida. Sus ahorros le permitirán hacer compras con dinero en efectivo, y encontrar las mejores ofertas, sin tener que limitarse a ciertas tiendas porque sólo ellas trabajan con su tarjeta de crédito. Además, su cuenta de ahorros le permitirá tener un «colchón» de protección para cuando lleguen las situaciones de emergencia.

      Aquí hay algunas ideas para ayudarle a ahorrar:
      Si es posible, utilice el sistema de ahorro automático de parte de su sueldo. Así le retirarán el dinero antes que usted lo reciba.

    • Utilice el débito automático de su banco a fin de retirar dinero de su cuenta de cheques y depositarlo en su cuenta de ahorros.
    • Gire a su propia cuenta de ahorros un cheque como si usted fuera un acreedor más. De la misma manera que paga la luz, el gas y otros servicios, páguese el dinero que debe ahorrar todos los meses y deposítelo en su cuenta de ahorros.
    • Cuando termine de pagar cierta deuda, empiece a ahorrar esa cantidad de dinero.


      J. Gastos diversos (4% del ingreso neto)
      Estos gastos pueden incluir infinidad de cosas. Son aquellos que no pertenecen a ninguna otra parte de nuestro presupuesto familiar. Aquí entran los regalos en general (incluso los de Navidad), gastos de arreglo y corte del cabello, perfumería, cosméticos, lavandería, tintorería, subscripciones a revistas, etc. Algunos gastos ocurren mensualmente (como las suscripciones a clubes, revistas o hobbies), mientras que otros, de vez en cuando (como la compra de cosméticos, regalos de Navidad, etc).



 

Conclusión:
Algunas familias sostienen a sus padres y a sus abuelos. Algunos los tienen viviendo en sus propias casas, otros envían dinero a su país de origen. Algunas familias han tomado la responsabilidad de ayudar a parientes o a familias amigas. Si su familia tiene este tipo de gastos, entonces no se olvide de colocarlos dentro de su presupuesto familiar y deducir los porcentajes de gastos en otras categorías para que, de esa manera, su presupuesto familiar esté balanceado.

 

Recuerde que usted necesita de todas las categorías para subsistir. Ninguna familia puede vivir por mucho tiempo sin proveer vestimenta a sus miembros; o sin recrearse y entretenerse; o sin dinero para el transporte o sin ahorrar para los imprevistos.

 

Así que, nunca elimine categorías. Simplemente redúzcalas a un nivel razonablemente bajo. Hágalo solamente con aquellas que cree que puede disminuir y asegúrese de que sus pronósticos financieros no sean demasiado positivos. Como dicen por algunos de nuestros países: ¡»Más vale que ‘so-sobre’ y no que ‘fa-falte’»! Finalmente, sume esos porcentajes de sus gastos ahorrados a la nueva categoría que usted ha creado para balancear su presupuesto familiar.

 

Uno de los factores más importantes en los gastos del hogar es usted. Si usted puede hacer tareas de mantenimiento y reparación, por ejemplo, podrá evitar bastantes gastos. Muchos se justifican diciendo que no lo hacen porque su tiempo vale demasiado. ¡Tonterías! Si cada hora de cada día está comprometida al trabajo para ganar dinero, entonces, por definición previa, usted es un esclavo. Parte del cuidado y mantenimiento de las cosas de la casa se relaciona con la vida familiar, en particular, con la instrucción de los hijos.

 

Cuando vean que mamá y papá están dispuestos a hacer una tarea física para ayudar en el hogar, aprenderán buenas contumbres. Pero si usted se niega a ocuparse de esos menesteres, ¿por qué habrían de hacerlo ellos? ¿Dónde aprenderán a bastarse por sí mismos? Algunos hombres evitan el trabajo y las reparaciones en el hogar porque dicen que les faltan las habilidades necesarias. Sin embargo, esas habilidades se adquieren, no son naturales. Hay muchos buenos libros que explican como llevar a cabo cada área del mantenimiento del hogar.

 

Vivir de acuerdo con un presupuesto no sólo es prudente, sino que puede ser agradable. A medida que tenga éxito en varias áreas, dígaselo a otros, y estimule a sus hijos a hacer lo mismo.

 

Ahora usted tiene las herramientas necesarias para establecer su presupuesto. El resto depende de usted. ¡Adelante! ¡Anímese y tome control, una vez por todas, de los recursos que Dios le ha dado para administrar! Recuerde que Dios bendice a los que viven «decentemente y con orden».

 

NOTA: Si le interesó el tema de cómo preparar un presupuesto familiar, le recomendamos que ahora obtenga el Cuaderno de Planificación Financiera. El cuaderno incluye una explicación más detallada junto a todos los formularios que usted necesitará para manejar exitosamente sus finanzas.

 

Asimismo, el libro escrito por el Dr. Andrés Panasiuk llamado Cómo llego a fin de mes? puede cambiar su vida económica y ser de excelente ayuda para usted.

Autor: Dr. Andrés Panasiuk
Referencias: https://www.culturafinanciera.org/

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