LA GLORIA INFINITA DE JESUCRISTO

“Conocer a Jesucristo es la gran necesidad, la única protección, el crecimiento seguro de la vida Cristiana,” escribe Andrew Murray.
En la presencia del hijo de Dios todas las glorias del antiguo pacto se debilitan en una manifestación de poca importancia. El dominio del Cristianismo sobre Judaísmo y todas las otras religiones es la excelencia súper abundante de la persona y el trabajo de Jesucristo. Mantén ante él a una persona y un objeto después de otra y todas ellas se marchitaran.

Aún las glorias de Moisés y Elías en el levantamiento de transformación se marchitan la mirada así como Jesús fue transformado en una gloria enormemente más grande.

Cuando nosotros comparamos a Jesús con los profetas, ángeles, Moisés, Josué, el sacerdote levítico, y los patriarcas, etc., cada uno se marchita y nosotros contemplamos sólo la gloria de Jesucristo. No hay nada que podamos comparar con Cristo. El escritor de la epístola a los Hebreos da siete maravillosas glorias de Jesús en los versículos de entrada del capitulo uno.

Jesucristo es el verdadero hijo de Dios. Que otra gloria mayor puede ser que esta! Dios el padre en tres ocasiones derribó a través del tiempo y espacio y declaró, “Este es mi hijo amado.” El padre nunca le dijo esto a un ángel. Es a través del hijo sutil que Dios entra en el corazón y mora allí, y nos hablará.

Jesucristo fue “diseñado heredero de todas las cosas” (v. 2). Esto es testimonio de su dignidad y dominio.” En la vida diaria el heredero es el beneficiario a su padre en todo lo que su padre tiene. “En enlace con el padre y el hijo, la soberanía suprema del único es de ninguna manera quebrantado por medio de la soberanía suprema del otro” (Pink). Por él titulo “heredero de todas las cosas” Jesús es el dueño y ejecutor de todas las cosas en su creación (Mateo 25:31-32; Apocalipsis 22:1; Romanos 8:16-17).

Jesucristo es el creador y el protector “quien por medio de él también crea al mundo” (v. 2). Sólo Dios puede crear. Cristo fue señalado heredero de todas las cosas en el principio porque él fue el creador de ellos (Juan 1:3; Colosenses 1:16). “Todas las cosas fueron creadas por él y para él.”

Jesucristo es el “esplendor” de la gloria de Dios porque él es Dios (v. 3). Él no está en una manera inferior al Padre, pero en todas las formas es igual. El esplendor de su gloria se refiere a la nube de la gloria de Dios que cubrió el tabernáculo y el templo (Éxodos 40:34-38; 1 Reyes 8:10). “Cualquier excelencia que había en el Padre, la misma también había en el Hijo, y esa en la manera más transparente. La Gloria establece excelencia; resplandor de la gloria, la excelencia de las excelencias,” escribe Gourge. Jesucristo es el resplandor de la gloria de Dios. Cristo es para el Padre lo que los rallos del sol son para el sol. Él es el brillo de la gloria de Dios. Y esto es por lo tanto imposible de separar la gloria de Cristo de la naturaleza de Dios. Separados de Cristo, los hombres pecadores no podrán percibir el resplandor de la gloria de Dios. Sin Jesucristo nosotros estamos en las tinieblas, del todo en las tinieblas respecto a Dios. Es en Cristo que Dios es revelado (Juan 17:5).

Jesucristo es la representación exacta de la naturaleza de Dios (v. 3). La representación exacta significa esculpir y es la forma del nombre del cual es grabado como el sello en un centavo que es inventado. Jesucristo siendo perfectamente Dios enuncia a Dios. Todo lo que Dios es, en su naturaleza y ser, es expresado y manifestado, completamente y perfectamente por la representación de Dios. Jesús “es la imagen del Dios oculto.” Él le ha explicado a él (Juan 1:14, 18; Colosenses 2:9). En la persona de Jesucristo lo invisible se hizo visible.

Si tu quieres saber de cómo es Dios toma una buena y larga mirada a él en su Hijo, Jesucristo. Cuando tú ves a Cristo tú ves la gloria de Dios. Literalmente, Jesús es la representación exacta de la materia verdadera de Dios.” Es la impresión de la esencia divina apoderada por la deidad absoluta. Él es la reflexión perfecta de Dios.

Jesucristo sostiene todas las cosas por la palabra de su poder” (v. 3). Esto es un trabajo divino. En el sostenimiento original significa “llevar o apoyar.” El universo entero esta colgado de su brazo; su sabiduría inescrutable y el poder infinito son manifestados en gobernar y dirigir sus movimientos complicados de animada e inanimada, racional e irracional, a la adquisición de su único y gran propósito santo; y él hace todo esto por la palabra de su poder, o por su palabra poderosa. Todo esto es hecho sin esfuerzo o dificultad. Él habla, y es hecho; él ordena, y esta firme rápidamente,” escribió John Brown. Él guía este universo y mantiene su coherencia en todas sus partes.

La persona real de la deidad quien apareció en la tierra, como siervo es el sustentador del universo. “Todas las cosas en él subsisten” (Colosenses 1:17). Los vientos y las olas le obedecieron! Las enfermedades, la muerte y los demonios desaparecieron ante él.

Jesucristo “hizo purgación de pecados” (v. 3). Solamente Dios puede tratar con nuestros pecados. Esto es aún una gloria mejor que ser el creador y el sustentador del universo. Que Dios tan amoroso-él purgó todos nuestros pecados! Purgó,” literalmente es, “purgado.” El trabajo es *****plido. Esto fue una ves y por todos. La sangre de los toros y de los machos cabrios no puede quitar los pecados (Hebreos 10:4).

Jesucristo fue el gran sumo sacerdote y la expiación de sacrificio que fue ofrecido por nuestros pecados. Nuestro gran sumo sacerdote nos dice, “Eres limpio de todo pecado este día ante Dios.” “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Todos nuestros pecados son tomados. Él es el sacrificio perfecto de dignidad infinita porque él es el Hijo de Dios.

Cuando Jesucristo “hizo purificación de pecados, el se sentó a la mano derecha de su alta majestad, ” y el Padre le dio el nombre que está sobre todo nombre (v. 3; Filipenses 2:11). Jesús, quien es también profeta y padre, reina como Rey en el lugar de honor alto en el cielo. Él se sentó porque su trabajo de expiación fue *****plido. La evidencia que todos los pecados del creyente ha sido apartada permanentemente es que Jesús está sentado en gloria.

“Él está sentado a la mano derecha de su majestad en lo alto.” La posición del honor más alto y gloria pertenecen a Jesucristo por los siglos. Esta es la prueba más grande de que él *****plió el trabajo de redención y purificación de los pecados.” Dios le exaltó y le dio el nombre que es sobre todo nombre. Jesucristo recibió la exaltación más elevada cuando él retornó al cielo. Permitamos exaltarle en nuestros corazones a la alabanza de su gloria, también. Y entonces nosotros nos acercamos con confidencia en él a hacer una labor supernatural y divina dentro y mediante nosotros. No nos permitas ser negligentes en tener una relación intima personal con Dios en Cristo.

Selah!

(c) 2002 Mensaje por Wil Pounds. Traducida por Juanita Morazan.

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