No se deje arrinconar por el enemigo espiritual

Título: No se deje arrinconar por el enemigo espiritual

Base Bíblica: 1 Pedro 5:8

Introducción:

Los cristianos no podemos ignorar que Satanás, nuestro adversario, tiene una tarea: destruir a quienes buscan guardar fidelidad a Dios. Somos blanco de sus ataques permanentes. Sobre esa base, es necesario mantenernos alerta. Nuestras armas, como lo aprenderemos en las Escrituras, no son carnales sino espirituales. Pero hay algo que es esencial: tenemos asegurada la victoria.

I.- FRENTE A LAS ASECHANZAS DE SATANAS, EL CRISTIANO DEBE ESTAR PREPARADO

1.- Es necesario permanecer alerta en todo momento.

          a.- La fidelidad al Señor Jesucristo desata un conflicto en la dimensión espiritual.

          b.- Quien no se prepara para la guerra espiritual, puede morir en la primera batalla.

2.- Frente a las asechanzas de Satanás, debemos:

          a.- Mantener una perspectiva correcta del conflicto.

          b.- Asumir una posición firme ante el conflicto.

          c.- Cubrirnos con la protección apropiada para el conflicto.

II.- ¿COMO MANTENERNOS EN LA PERSPECTIVA CORRECTA FRENTE AL CONFLICTO?

1.- Si tenemos la mirada puedas en Jesucristo, no dejaremos que Satanás nos atemorice.

          a.- Satanás tiene limitaciones (Ezequiel 28:16-19)

          b.- Satanás está vencido (Apocalipsis 12:8; 20:2)

2.- Por la sangre del Señor Jesucristo hemos vencido a Satanás (Apocalipsis 12:11)

          a.- En Jesucristo somos librados del dominio de Satanás (Hechos 26:18)

          b.- En Jesucristo pertenecemos ahora al reino de Dios (Colosenses 1:12-14)

          c.- Mayor es Cristo que mora en nosotros, que Satanás que gobierna en el mundo (1 Juan 4:4)

3.- No debemos guardar temor porque desde la eternidad, Satanás y sus huestes de maldad ya fueron condenadas (Apocalipsis 20:10)

III.- ES ESENCIAL ASUMIR UNA POSICION FIRME ANTE EL CONFLICTO

1.- Si estamos en Jesucristo, no podemos seguir mirando a Satanás como un gigante (Juan 12:31)

          a.- Al estar en Jesucristo, Satanás no puede cegarnos como en el pasado (2 Corintios        4:3, 4)

          b.- Al estar en Jesucristo, no permitimos que Satanás gane ventaja (Efesios 4:27; 2           Corintios 2:119

– Satanás no desaprovechará la más mínima oportunidad.

2.- El secreto para vencer las asechanzas de Satanás, es la permanencia en Jesucristo (Juan 8:31, 32)

3.- Si Satanás acusa nuestra conciencia, siga los tres pasos siguientes:

          a.-  Confiese sus pecados delante de Dios (1 Juan 1:9)

          b.- Abandone toda práctica de pecado (Proverbios 28:13)

          c.- Sométase a Dios y resista al diablo (Santiago 4.7)

IV.- DEBEMOS CUBRIRNOS CON LA PROTECCION ADECUADA PARA EL CONFLICTO

1.- La guerra contra Satanás la libramos con las armas espirituales (2 Corintios 10:3, 4)

2.- Si queremos ganar la guerra contra Satanás debemos fortalecernos en Dios y vestirnos con la armadura de Dios (Efesios 6:10, 11, 13).

          a.- Ceñirnos con el cinturón de la verdad (v. 14)

          – Resistiendo los engaños de Satanás.

          b.- Protegidos por la Coraza de Justicia (v. 14)

          – Guardando nuestro corazón.

          b.1.- Satanás es un permanente acusador (Apocalipsis 12:10), trayendo                            desánimo.

          b.2.- En Jesucristo tenemos perdón de los pecados pasados y presentes (2                         Corintios 5:21; 1 Juan 3:19, 20)

                   b.3.- Estamos revestidos del nuevo hombre en Jesucristo (Efesios 4:22-24)

          d.- Con el Escudo de la fe (v. 16)

          e.- Con el Yelmo de la Salvación (v. 17; Isaías 59:17)

No permitiremos que la duda nos gobierne porque:

          c.1.- Tenemos fe en la obra redentora del Señor Jesucristo (2 Timoteo 1:8, 9)

          c.2.- La perseverancia en Jesucristo es garantía de eternidad con Él (Filipenses           2:12, 13)

          f.-La Espada del Espíritu (v. 17; Hebreos 4:12)

          g.- La Oración.

Conclusión.

Los cristianos debemos estar preparados para enfrentar los ataques permanentes de Satanás. Su forma de atacar es muy sutil, pero en el caso de quienes están desprevenidos, es eficaz. Sobre esta base, es necesario que no dejemos de clamar, depender de Dios y, resistir al adversario. Por las Escrituras hemos aprendido hoy que tenemos asegurada la victoria. ¿Usted está dando la batalla?¿Está preparado para pelear? El secreto está en depender del Señor Jesucristo.

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