Promesa de una descendencia bendecida

Dr. Roberto Miranda: Vamos a un pasaje que siento que el Señor me dió para nuestras madres pero también para nuestros padres, para las familias cristianas que en este tiempo nos sentimos un poquito bajo el embate de una cultura que es un poco hostil a la educación y la crianza de hijos temerosos de Dios, hijos que reflejen los valores del Reino de Dios.

Y verdaderamente siento que Dios le dió un giro diferente a un pasaje que yo he predicado muchas veces acerca de Él pero en una dirección diferente; pero como que Dios me lo refrescó esta mañana y me invitó a enfocarlo desde la perspectiva de la maternidad y de la paternidad y del hogar en general y que yo creo que es una Palabra profética para todos nosotros.

Así que les invito a ir a Isaías capítulo 54, Isaías 54. Es una Palabra de esperanza, una visión optimista del futuro de la familia. ‘Promesa de una descendencia bendecida’ yo lo llamaría así y de paso si se me olvida decirle el título a mi hermano Carlos que siempre viene por acá a preguntarme, pues promesa de una descendencia bendecida. ¿Qué tal aprueban el título así hermanos? ok lo vamos a poner así entonces.

Promesa de una descendencia bendecida. Isaías capítulo 54 es un llamado a una persona que tiene una visión negativa acerca del futuro y la invitación del Señor es a cambiar esa visión negativa y esa expectativa negativa por una visión optimista y positiva.

Dice aquí: «Regocíjate oh estéril, la que no daba a luz. levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada ha dicho Jehová. Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas. No seas escasa, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda y tu descendencia» puedes leer ahí tus hijos, tus nietos «tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades asoladas.»

«No temas» nos dice el Señor a todos nosotros «no temas porque no serás confundida y no te averguences porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la verguenza de tu juventud y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria, porque tu marido es tu Hacedor, Jehová de los Ejércitos es Su Nombre y tu Redentor el Santo de Israel.»

«Dios de toda la tierra será llamado porque como mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová y como la esposa de la juventud que es repudiada dijo el Dios tuyo. Por un breve momento te abandoné pero te recogeré con gran misericordia. Con un poco de ira escondí Mi rostro de ti por un momento pero con misericordia eterna tendré compasión de ti dijo Jehová tu Redentor.» bendiga el Señor Su santa Palabra.

¿Qué lindo pasaje verdad que sí? ¿No siente usted el consuelo de Dios, no siente usted la invitación de Dios a adoptar una perspectiva positiva acerca del futuro? Podríamos continuar leyendo el pasaje y en algún momento quizás toque otras partes del contenido de este hermoso texto, pero con esos versículos tenemos una idea de las palabras de consuelo y el llamado de Dios a una actitud positiva, optimista, confiada acerca del futuro.

Vivimos en un tiempo en que hay mucha gente temerosa acerca del futuro de nuestros hijos. Sabemos que es una cultura definitivamente alejada de Dios donde las escuelas conspiran muchas veces para infundirle a nuestros hijos valores que son contrarios a los valores del Reino de Dios y a los valores que nosotros mismos hemos querido infundirle a nuestros hijos. Ciertamente muy diferente a los valores que nuestros padres nos infundieron a nosotros y donde la juventud misma está corrompida y se fortalecen unos a otros en malas costumbres, malas actitudes, malos valores y donde hay tantas fuerzas negativas; el Internet que es un enjambre de maldad aunque también es de tanta bendición en muchas maneras, nos hace tan fácil la vida en muchas cosas pero también sabemos que es un sitio peligroso donde el enemigo quiere infestar la mente de nuestros hijos con hábitos malos ya ctitudes negativas.

El internet a veces es más maestro de nuestros hijos que nosotros mismos muchas veces. Y hay tantos diferentes elementos y factores que nos inspiran temor acerca del futuro de nuestros hijos y acerca de ser padres o madres; muchos padres no quieren, mejor dicho muchos jóvenes cuando se casan no quieren ni siquiera tener hijos porque tienen miedo del mundo al cual los van a traer y eso uno lo puede entender.

Recuerdo la preocupación muy legítima de nuestra hermana Laura hace unos cuantos domingos que nos conmovió; el temor de una madre joven al ver a sus hijitos crecer en un mundo tan hostil a los valores del Reino de Dios y muchos padres yo sé que comparten ese temor porque es la sociedad, es el contexto en el cual nuestros hijos se están levantando, en una sociedad alejada de los valores del Reino de Dios.

Pero Isaías 54 nos presenta una visión de esperanza y nos invita a creerle al Señor por una maternidad específicamente dirigiéndome a las madres, una maternidad fructífera y bendecida o a los padres en general, por una experiencia positiva y un producto del cual podremos estar agreadecidos al Señor. Isaías 54 nos invita a cambiar nuestra expectativa, a cambiar la confesión que sale de nuestra boca, a cambiar los puntos de referencia que usamos para juzgar la experiencia paternal, maternal que estamos teniendo.

Lo primero que vemos aquí es que se nos invita a hacer una confesión positiva en medio de una situación negativa porque Dios le está hablando aquí a una mujer estéril; dice regocijate oh estéril, que no daba a luz. Qué irónico pedirle a una mujer en el contexto sobre todo hebreo en que ser madre era absolutamente la bendición más grande a la cual una mujer pudiera aspirar y no ser madre; usted recuerda por ejemplo la historia de Ana antes de tener a su hijo Samuel, la agonía de Ana por no poder tener hijos. Su vida estaba completamente amargada porque ella quería tener un hijo pero no podía, se sentía como que su vida no tenía significado. Su esposo no la llenaba aunque la amaba tanto.

Pero Ana estaba desesperada por tener hijos. Y esta mujer que nos relata Isaías 54 no tiene hijos, es estéril y sin embargo el Señor la invita a regocijarse en miras a lo que viene más adelante. Nosotros a veces nos regocijamos cuando ya tenemos lo que queremos y entonces decimos: que ahora me voy a regocijar porque recibí lo que quería ¿pero qué de regocijarse en anticipación de lo que uno no tiene? ¿Qué de regocijarse como un arma que uno usa para atraer lo que uno no tiene? ¿Qué de confesar con nuestra boca los buenos propósitos de Dios para nuestros hijos y nuestro hogar a pesar de que todavía no los vemos, ah?

¿Qué de darle gracias a Dios por lo que nuestros hijos van a llegar a ser algún día aunque quizás todavía no lo vemos? ¿Qué de cambiar nuestra confesión negativa por las circunstancias, por la falta de hijos, o por la situación que tenemos a nuestro alrededor por una confesión de que no, el Señor va a tener la última palabra en la vida de mis hijos, amén? El Señor está en control y el Señor va a usar cada aspecto, cada momento de la vida de mis hijos para llevar a cabo una obra especial en ellos.

Yo veo esa idea ¿no? de un recogijo preventivo por así decirlo porque hay tantas cosas a veces en la vida de la familia que nos invitan mas bien a llenarnos de negatividad y de una confesión, porque sabemos que criar hijos no es una cosa fácil; nuestros hijos a veces nos crean muchas canas y nos añaden, no es todo una canción solamente. Pero Dios dice ¿sabes qué? cuando te sientas inclinado a tirar la toalla alábame y glorifícame y cree y regocíjate en Mí y confiesa que Yo soy más que suficiente y más que poderoso.

Me viene a la mente la imagen del padre del llamado hijo pródigo en la parábola de Jesucristo, ¿cuánto habrá sufrido ese padre viendo el comportamiento de su hijo, ese carácter un poco amargado de ese muchacho rebelde que finalmente culmina cuando este jovencito le dice a su papá: dame la herencia que me toca como si le tocara nada, el papá es el dueño de todo el dinero pero este hijo viene al padre con un acto de rebeldía y le pide al papá que le dé el dinero que le pertenece.

Y este padre en una forma muy sabia le dice al hijo: ok está bien y lo deja irse lejos del hogar. Y usted se puede imaginar ese tiempo de congoja y de agonía de ese padre mientras tenía su hijo alejado sin recibir una carta del hijo, sin saber cómo estaba, sin saber si había tenido algún problema por ahí en una barra o alguna discoteca donde había ido, sufriendo y quizás pensando que ya todo había terminado. Sin embargo ese padre está allí esperando, esperando mientras tanto Dios está trabajando en el corazón de su hijo por allá, Dios lo está llevando a donde necesita llevarlo.

Hay uno que se quedó en la casa y que se porta siempre bien y hace todas las cosas bien, hay otro que crea problemas. Pero en algo Dios estaba trabajando en una forma diferente porque es que los hijos tienen diferente temperamento hermanos. Diferentes llamados y Dios quiere hacer diferentes cosas en ellos.

Lo que yo quiero decir es que nuestros hijos son bendecidos porque el sello de Dios está sobre ellos, porque Dios es un Dios generoso, misericordioso y Él vé la justicia de sus padres, Dios vé el amor de sus padres por ellos y las oraciones de sus padres. Y yo creo que el sabueso divino siempre está detrás de ellos aunque se vayan lejos pero la soga no los suelta en ningún momento.

Y el Señor los lleva a través de procesos. No todos están llamados a hacer lo mismo y desgraciadamente hay veces que nosotros tenemos que vivir procesos para poder llegar a ser lo que Dios quiere que nosotros seamos. Cada uno de nosotros es un mundo diferente. Y Dios entonces deja que los hijos vayan en diferentes lugares. Mientras tanto aún mientras nosotros sentimos el dolor de no tenerlos donde nosotros los queremos tener yo creo que debemos persistir en confesar el buen propósito de Dios en la vida de ellos para el futuro y tenemos que bendecir, y confesar que no, Dios no ha terminado todavía.

Porque un día ese padre que estuvo allí sufriendo por ese hijo tanto tiempo lo vió regresar a su casa. Escarmentado, apaleado, humillado, más humilde y entonces pudo encontrar su lugar en la familia y continuar adelante. Y Dios quería tratar con ambos en diferentes maneras. Quizás los que más se tardaron en llegar al conocimiento del Señor son los que van a amar más al Señor porque saben de dónde Dios los rescató así que no sabemos. Así que yo creo que siempre tenemos que reservar una medida de alabanza, de fé y de creencia en la bondad y la misericordia del Señor.

Por eso es que el Señor dice aquí: «Regocíjate estéril, la que no daba a luz y levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada». Tenemos que visualizar el estado en que Dios va a tener a nuestros hijos; son, Dios habla en presente en todo momento.

Entonces esa idea de regocijarnos es bien importante en todo. Yo creo que hay muchas maneras también de regocijarnos en términos de la familia y del hogar. Hay que cultivar el gozo en nuestros hogares también. Yo creo que nuestros hogares deben ser lugares de alabanza; deben ser lugares de alegría, de buenas palabras, de cosas positivas. Tenemos que llenar nuestros hogares de buena música, adoración, risa, la compañía de familia. No permitir que nuestros hogares sean simplemente lugares así lúgubres y tristes.

Por eso es que yo creo que la Biblia nos llama también a ser hospitalarios, porque hay algo bueno de cuando un hogar se llena de la risa de amigos y de familiares, el olor de una buena comida ¿verdad que sí? ya me está dando hambre solamente de mencionarlo. Pero qué bueno cuando nuestros hijos crecen en hogares positivos donde hay alegría, donde hay gozo, donde mamá y papá se aman, donde los hijos son celebrados y donde hay bendición del Señor. Tratemos de hacer nuestros hogares lugares de alegría y de gozo. Cultivemos un hogar y cuidemos la atmósfera de nuestras casas. Que no hayan palabras hirientes, que no hayan conflictos evidentes, donde haya harmonía, donde haya bendición porque el regocijo atrae la bendición y el gozo del Señor.

Y dice la Palabra que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Yo creo que por eso es que tenemos que celebrar siempre en nuestra vida y pedirle al Señor que nos llene de una actitud de gozo. ¿Sabe que yo creo que se toma la misma cantidad de esfuerzo deprimirse que alegrarse sinceramente? Usted tiene que trabajar duro para deprimirse. ¿Por qué no trabajar duro para tener una actitud de gozo? Uno a veces se siente como que no le huelen ni las azucenas ¿no? pues entonces reprenda ese espíritu de depresión y diga: no, yo me voy a gozar hoy en el Señor hoy, yo voy a celebrar la bondad y las bendiciones del Señor.

Ayer yo tuve un día maravilloso pero también exigente como decía Gregory, mi familia me acompañó allí a Gordon-Conwell. Usted no sabe lo que es predicarle a 1200, 1400 personas y una gran parte de ellos estudiantes que terminan estudios de teología y profesores del seminario y todo eso le quema el sistema nervioso a cualquiera y en un ambiente tan solemne como la graduación ¿no? Y esta mañana como que tenía las neuronas encogidas así.

Pero orando al Señor y clamando a Él uno como que comienza a soltarse. Y le digo: Señor dame una Palabra y después de estar en ese ambiente cualquier cosa parece menor, como que necesita unos tres días para recuperarse. Yo estaba allí y el Señor pero de una manera tan soberana, tan linda me abrió ese pasaje; yo no sé cómo llegué a él pero fue como que Dios me lo puso allí en el camino y me dijo: mira predica sobre esto. Porque uno puede predicar sobre muchas cosas pero yo no sentía que iba a coger un sermón de esos y recalentarlo sobre las madres.

Y de momento ví este pasaje y dije: wow nunca lo ví de esa manera, un llamado a las madres y a los padres a ciertas actitudes, ciertas cosas porque tenemos un Dios proveedor; Dios me dió gozo en ese momento, me dió paz. Me siento cansado físicamente pero me siento gozoso en el Señor, un Dios tan bueno, un Dios tan poderoso. Esto quizás me saca del tema pero por eso le digo que nosotros tenemos que aprender a gozarnos del Señor porque Dios es tan detallista.

Y aunque nosotros estemos pasando por grandes pruebas, grandes tribulaciones tenemos que creer en un Dios puntilloso que se preocupa por nosotros y que a veces nos da, tiene unos detalles tan chiquitos con nosotros pero hace creer que verdaderamente es real. Esto no lo compartí con Meche, yo estaba en un salón grande donde llegaba la facultad a ponerse sus togas y sus birretes y todo esto, y yo estoy pensando en el sermón que voy a dar a toda esta gente escogida, y yo decía: no estoy seguro de si lo que yo escribí que yo sentía que el Señor me lo había dado, si iba a llegar al blanco, si era buen contenido, buen material; si era el tono adecuado, si estaba a la altura del momento, me siento un poco inseguro acerca de ello.

Y no sabía si el tema inclusive era un tema que iba a agradar porque era un tema un poquito confrontativo hasta cierto punto pero también de ánimo, yo quería presentar eso. Pero mientras estoy allí escucho al presidente de la junta directiva de Gordon-Conwell, un distinguidísimo Pastor presbiteriano ya retirado hablando con un profesor del seminario comentando acerca de un incidente que ellos acababan de vivir hace poco en una conferencia. Y es interesante pero el tema que ellos estaban discutiendo estaba perfectamente a tono con el mensaje que yo había preparado.

Y fíjese que lo que me vino a la mente enseguida es cuando Gedeón estaba dudando de si Dios estaba con él antes de ir a la guerra contra los madianitas. Y Dios le dijo: mira desciende al campamento y escucha lo que están diciendo allí. Y cuando estaba dentro del campamento Gedeón escuchó a dos hombres acerca de unos sueños que habían tenido ¿recuerdan? de un pan que rodaba y destruía a todo el ejército y otras cosas y eso fortaleció el corazón de Gedeón. Y como que Dios me dijo: mira tú eres Gedeón dudando de lo que Yo te he dicho y de lo que Yo te he mandado a hacer, ahí de envío una Palabra de consuelo porque eso me calmó un poco mi corazón y mi espíritu y para gloria del Señor el mensaje fue tremendamente bien recibido y fue de bendición.

Pero lo que le quier decir hermano es que uno a veces está sudando la gota gorda en la vida y temiendo y quejándose y Dios quiere que nosotros disfrutemos de la vida, Dios quiere que en medio de todo aprendamos a regocijarnos porque Él está en control en última instancia. No hagamos de nuestra paternidad, de nuestra maternidad algo que nos robe el gozo del Señor. No temamos demasiado tampoco por la bendición. Dios se encargará al final, Dios es fiel, Dios es bueno, para siempre Su misericordia ¿amén? vamos a celebrar nuestra paternidad, nuestras familias y vamos a gozarnos en el Señor.

Jeremías 29:11 un pasaje que ustedes saben que es maravillosamente apropiado para tantas cosas, donde Dios le dirige su Palabra de ánimo a un pueblo hebreo que está deprimido y triste que está en Babilonia y acaban de llegar allí, y la tendencia es a encogerse y a esconderse y a deprimirse y no tener hijos, y a vivir una vida anónima, y Dios les dice a ellos: «Así ha dicho Jehová de los Ejércitos, Dios de Israel a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia: Edificad casas y habitadlas y plantad huertos y comed del fruto de ellos; casaos y engendrad hijos e hijas.»

Qué lindo. A veces: ah no vamos a tener hijos, esto. Yo entiendo el temor pero fíjese que aquí el Señor dice: miren cásense, tengan hijos e hijas, los hijos son bendición del Señor. Dad mujeres a vuestros hijos y dad maridos a vuestras hijas. Fíjese que no dice: dad mujeres a vuestras hijas y maridos a vuestros hijos ¿no?. El Señor siempre sabe bien, a Dios no hay que, amén (aplausos). Ese es un anuncio no pagado pero yo no veo en la Biblia en ninguna parte acerca de estos enjambres de maldad, enjundios de maldad que el diablo quiere. No.

«Dad maridos a vuestras hijas para que tengan hijos e hijas y multiplicaos allí y no os disminuyáis dice el Señor.» Tenemos que adoptar actitudes positivas. En medio de la maldad del mundo y de sus amenazas vamos a gozarnos en el Señor, vamos a celebrarnos, vamos a preparar una buena comida y después le pedimos al Señor perdón si comimos demasiado (risas) o hacemos un poquito de ejercicio extra ¿no?

Pero nuestros hijos aprenderán yo digo de nosotros qué tipo de actitud tendrán en la vida, si de gozo y de optimismo o depresión y pesimismo. ¿Sabe qué? usted va a marcar mucho a sus hijos con su comportamiento. Si los hijos ven a mamá y a papá optimistas y cuando hay problemas: no, podemos salir adelante en el nombre del Señor, si ven un lenguaje positivo en la boca de sus padres, si ven a sus padres sobreponerse ante cualquier situación de dificultad o de adversidad; si ven a sus padres constantes y fieles confesando positividad y gozo del Señor cuando vienen las pruebas. Si ven a papá y a mamá allí juntos peleando cuando viene la adversidad y la dificultad los hijos van a aprender de eso también y van a recordar eso, y ellos también van a tener esa misma actitud de gozo y de empuje hacia la vida.

Por eso es que nuestros hijos siempre nos están mirando si estamos alabando y regocijándonos o si estamos deprimiéndonos y echando pestes de la vida o de Dios. Entonces llenemos nuestros hogares de alegría, de risa, de actitudes positivas, de buenas expectativas acerca del futuro porque Dios tiene buenas cosas para nosotros. Y celebremos también a nuestros hijos, celebremos.

El Señor me trajo a la mente el Salmo 113 el versículo 9 con respecto a esto mismo. Dice: «Él hace habitar en familia a la estéril que se goza en ser madre de hijos» que se goza en ser madre de hijos. Hay muchas hermanas que lamentan porque los hijos le quitan la figura, cuando dan a luz están preocupándose y los hijos ahí nueve meses sintiendo el rechazo de la madre muchas veces. Madre regocíjate en ser madre, celebra tus hijos, vengan como vengan celébralos, la vida hay que celebrarla.

Tenemos que vivir en una cultura que celebre a los hijos, yo creo que eso es parte de esto de celebrar y gozarnos, tenemos que gozarnos. Yo creo que las culturas de vida, hace un tiempo atrás prediqué acerca de culturas de vida y culturas de muerte. Las culturas de vida giran alrededor de los niños y de los hijos. Las culturas de muerte giran alrededor de los adultos. Las culturas de muerte sacrifican a los hijos por los adultos y entonces la madre dice: bueno mi matriz es mi propiedad, ese es mi real estate y yo puedo hacer lo que yo quiera con mi matriz; si quiero matar a la criatura eso es asunto mío porque eso está allí dentro de mí. Las culturas de vida dicen: no esta vida es autónoma y es una creación de Dios, y yo no puedo hacer lo que me da la gana con ella porque es una vida, está dentro de mí pero es una vida separada de mí también.

Y cuando los padres se van a divorciar piensan primero en esos hijos que van a crecer sin un padre, sin una madre en un hogar dividido y lo piensan dos o tres veces, y pelean por mantener el hogar unido porque los hijos son importantes y pensamos en ellos en vez de: no ya yo no estoy enamorado de mi mujer, de mi esposo y vamos a separarnos y buscar otra vida, y hacer otra cosa nueva ¿y qué de esos niños que tú trajiste a la vida? Tú te debes a ellos y si tú haces lo correcto Dios te va a bendecir y tú vas a encontrar la razón de amar a tu esposa y de mantener a tu hogar unido, no reniegues de tu hogar.

Tenemos que celebrar y valorar a los hijos, son preciosos delante de Dios. Los hijos son herencia dice del Señor y si los celebramos y nos gozamos en ellos en hogares que celebran la vida y la familia Dios va a hacer anidar Su bendición sobre esos hogares. Así que todo esto está alrededor de esa Palabra, es el llamado a regocijarnos ¿no?.

En segundo lugar tenemos que comenzar a establecer las bases. No quiero dejar esto en el aire, escuche esto también. Primero regocijarnos con todo lo que es eso, una cultura de gozo, regocijo, celebración, expectativa de la bendición de Dios, todo esto pero en segundo lugar tenemos que comenzar a establecer las bases y las estructuras para el futuro que visualizamos para nuestros hijos, eso suena un poquito complejo pero lo voy a leer de nuevo. Tenemos que comenzar a establecer las bases para el futuro que visualizamos para nuestros hijos.

Eso me lo recordó este mismo pasaje cuando después de ese llamado al gozo y a la celebración el Señor le dice a esta misma mujer, le invita a tomar acción. Le dice: «Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas, no seas escasa; alarga tus cuerdas, refuerza tus estacas.» ¿Qué hay aquí? Hay un llamado de regocijarse en expectativa de lo que viene pero entonces Dios dice: ¿sabes qué? pero si tú vas a tener más hijos será mejor entonces que compres una casa con más cuartos de dormir, vas a necesitar una casa más grande. Vas a tener familia, vas a tener influencia así que prepárate un lugar más grande.

Así que en este caso le habla a gente que vivía en tiendas de campaña. Entonces les dice: bueno búscate una cortina más grande para que la tienda sea más grande y no solamente eso, vas a necesitar cuerdas más largas para afirmarlas porque es una cortina más grande y también estacas más fuertes porque la tienda va a ser más pesada y va a tener más viento tratando de sacarla por tanto la tienda tiene que ser más fuerte. Llama a esta mujer a planificar a la luz de lo que ella espera acerca del futuro, de la visión optimista positiva que ella ha concebido.

¿No? porque mucha gente cristiana vive yo diría en disonancia entre la visión espiritual cristiana que tienen como hijos de Dios y las acciones, y la conducta y la vida diaria del hogar, y los hábitos que cultiva y la forma en que están preparándose para el futuro que envisionan o conciben para sus hijos más adelante. Hay una contradicción entre lo que confesamos con nuestra boca, lo que creemos con nuestra mente y nuestro espíritu y en realidad lo que estamos viviendo en la educación que le damos a nuestros hijos y las cosas que encarnan en nuestro hogar y tiene que haber una consonancia entre la visión y la construcción en otras palabras y voy a hacer un resúmen para que entiendan un poquito más lo que estoy diciendo.

Por ejemplo si tú quieres hijos brillantes y exitosos, logrados profesionalmente y por lo menos que tengan un buen oficio, que sean trabajadores, que se sostengan bien, puedan sostener su hogar. No tienen que ser necesariamente presidentes de la nación pero un buen plomero oiga qué necesario es en el mundo, un buen electricista, un buen albañil. No tiene que ser un genio pero uno quiere hijos que sean trabajadores, productivos, que se ganen bien la vida ¿verdad que sí, amén?, que tengan propósito en la vida, que planifiquen, que tengan una vida productiva.

Entonces si tú quieres hijos así productivos en la vida, exitosos en la vida tienes que estructurar tu hogar de igual manera ¿verdad que sí? Hay que estructurar el hogar desde un principio para que el hogar sea un sitio de aprendizaje donde todo lo que los hijos vean y reciban los canalice en la dirección hacia la cual nosotros los queremos llevar. ¿Sabe que producir un ser productivo, un ser exitoso en la vida eso no es un día? Usted lo llama un momentito porque se le ocurrió y le da un consejo y ya usted cree que con ese consejo el muchacho va a cambiar de la noche a la mañana. No, eso es un trabajo 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año por diez, quince años.

Y después cuando tenga los hijos usted va a tener que estar educándolos y ayudándolos a seguir adelante, nunca termina. Ser padre, madre nunca termina y usted tiene que saber que eso es un trabajo constante. Frecuentemente le pedimos al Señor hijos inteligentes y profesionales, bien comportados, temerosos de Dios pero nuestros hogares no reflejan esas prioridades.

Pregúntate ¿cuántos libros hay en tu casa? ¿Cuántos libros hay en tu casa? Hay hogares donde los libros brillan por su ausencia. Ahora encontrará un televisor en cada cuarto y un radio en cada esquina, yo espero que no esté dando golpes a nadie aquí en el servicio. ¿Qué tiene un lugar prominente en tu casa hermano o hermana, una buena biblioteca o un televisor de 84 pulgadas?

En otras palabras yo creo que algo tan sencillo, cuando los niños se crían con una visión desde el principio; por ejemplo cuando se crían manejando libritos aunque no los puedan leer, un bebito de 6 meses manejando un librito de goma aunque sea pero ya se acostumbra a la idea de páginas, se acostumbra a la idea de este objeto mientras que si un niño no crece con esas cosas a los 5 o 7 años cuando usted quiera es un objeto que viene de Plutón o de Marte ¿usted entiende? muchos niños no crecen en un hogar donde se les anima a ser niños inteligentes, estudiosos, disfrutar de la lectura porque eso requiere un proceso de aprendizaje y de entrenamiento.

Yo aplaudo a Meche porque nosotros tenemos una biblioteca bien grande en la sala principal. Cuando nuestro nieto Caleb estaba con nosotros aquí en Boston antes de que se fueran para Nashville Meche dijo: ¿sabes qué? vamos a tomar una parte de la biblioteca porque como Caleb siempre estaba ya visitando la casa y vamos a poner los libros de Caleb allí, porque los libros de los adultos estaban allí pero queríamos que él se forjara una idea también de que sus libros eran importantes y que eso tiene lugar y todavía esos libros están allí, es decir que cuando él viene a visitar él viene a buscar sus libros y están allí en ese lado de la biblioteca.

Se forma una visión de que los libros no son algo foráneo, extraño para ser rechazado, el niño se acostumbra a los libros. Yo estaba viendo un video hace poco de los judíos ortodoxos, asiri jews se llaman, son los bien, bien ortodoxos y es interesante. Cuando ellos están educando a sus, desde la edad creo que como de cuatro años o algo así hay un momento en que como que les comienzan a enseñar las letras del alfabeto hebreo. Y una de las cosas que ellos hacen y claro todo esto está acompañado de la Palabra de Dios, lo primero que ellos aprenden son las letras del alfabeto hebreo pero usando textos bíblicos.
Mire qué interesante ¿por qué creen ustedes que los judíos se están quedando con el mundo? Ese paisito tan chiquito ya un país tan exitoso, tan influyente, tan lleno de éxito y de dinero es porque esa gente tiene un propósito de educación tremendo. Entonces esos niñitos cuando son educados los llevan al Yeshivá, al lugar donde estudian y entonces les ponen encima de las letras un dulcito encima de cada letra. Entonces cuando el niño pronuncia la letra la primera vez le dan el dulce y el rabino que está enseñando dice: porque queremos que asocien lo dulce del dulce con la letra de la palabra.

Fíjese qué inteligente ¿no? Yo creo que nosotros tenemos que a nuestros niños, si queremos niños educados padres. Quizá usted no tuvo la bendición y la fortuna de criarse en un hogar donde los libros y la educación y el estudio y la cultura fuera algo prominente. Pero mire usted puede comenzar en el nombre del Señor, cambie la cultura; cambie usted el giro generacional y comience usted por fé, comiencen a exponer padres jóvenes. Esa joven con su familia que pasaron aquí al frente con esa hermosa niña, esa bebita; hey: cómprenle libros desde chiquitita ahora mismo, váyase a Walmart y cómprele su primer librito si no lo tiene ya y denle de comer, de beber de la leche del conocimiento.

Llevemos a nuestros hijos a un museo, a un concierto, a una exhibición de arte aunque usted nunca haya ido aquí al Museo de Bellas Artes de Boston no tema; vaya en el nombre del Señor. Los sábados yo creo que incluvise es mucho más barato y para cierta edad son gratis. Y hay veces que el museo tiene. Mire aunque usted nunca haya ido a un museo, aunque usted mire una obra de arte y no sepa si está boca abajo o boca arriba vaya de todas maneras. Lleve a sus hijos. Quizás van a respingar y van a protestar pero póngalo a oler, a disfrutar de la atmósfera, métalos; expóngalos, llévelos aunque sea, poco a poco ellos irán aprendiendo. Hay que romper la inercia pero tenemos que esforzarnos.

Hay tantos conciertos que son gratis o baratos y de todas maneras si hay que hacer una inversión lleve un día a sus hijos a un buen concierto y vístalo bien, que sea algo especial y después vayan a MacDonalds y cómanse una hamburguesa ahí con una Coca Cola pero que sientan que es algo especial para sus vidas ¿no? Pero expongámolos al conocimiento; la pregunta es: ¿estamos planificando para tener hijos estudiosos? ¿Qué se escucha mayormente en nuestros hogares, estamos estructurando nuestros hogares para el futuro que concebimos para nuestros hijos, la ropa que les compramos por ejemplo?

De paso voy a hacer un paréntesis aquí yo sé que hay hermanos nuevos creyentes que tenemos una clase de nuevos creyentes. Si ustedes están tomando esa clase y tienen que ir hacia allá no me voy a ofender si se ponen de pie, no se preocupen vayan hacia allá y tenemos que acostumbrarnos a eso, están más que invitados a hacerlo porque eso es parte de. Pero de nuevo la ropa que le compramos a nuestros hijos, los juguetes que le compramos a nuestros hijos ¿qué valores les estamos estructurando a ellos no?

Yo veo a padres que gastan mucho dinero en la educación de sus hijos. Yo prefiero hermano en gastar buen dinero en la educación de mis hijos que en unas vacaciones por allá por Jamaica. Con ese dinero si puede hacer los dos gloria a Dios qué bueno pero si tiene que escoger cómprale el libro, cómprale ropa buena para la escuela, invierte en una buena escuela si puedes hacerlo; cristiana o privada, lo que sea. Ponlos en una clase de música, llévalos a I Wanna el viernes en la noche, llévalos al culto de jóvenes; invierte en tus hijos.

Yo digo aquí hay que invertir mucho dinero en la educación de nuestros hijos y crear hogares donde la cultura esté por todas partes para que ellos aspiren ese aire de cultura ¿no? Otra cosa con respecto a esto: hay que invertir mucho tiempo en nuestros hijos, hay que mantenerse pegados a ellos. El trabajo nunca debe quitarnos la capacidad para estar en estrecho contacto con nuestros hijos y si queremos formarlos con nuestros valores y nuestra sensibilidad cristiana tenemos que apartar tiempo y estructurar tiempo para estar con ellos continuamente, tiempo de calidad.

A veces estamos cansados, nosotros llegamos a la casa y estamos agotados y nuestra tendencia es prender el televisor para que el televisor los atienda mientras nosotros hacemos otras cosas, nos acostamos con sueño y hacemos la comida. Y me refiero a los hombres, varones: no le dejemos a las madres solamente la educación de los niños por favor, el diablo lo reprendemos en el nombre del Señor; eso es una doctrina engendrada en el infierno esa teoría de que la mamá es la que educa a los hijos. Óigame qué importante es que los padres saquen tiempo para la educación moral y ética de sus hijos, óigame.

Hombres ustedes no saben la importancia de que sus hijas, sus hijos de que cuando ellos crezcan y se vayan a otra ciudad o lo que sea tengan el recuerdo de un padre que se sentó junto a ellos y los protegió, invirtió en ellos, es tan importante que esto sea. No podemos dejarle a la televisión, a la escuela o aún a la Iglesia el trabajo de formar la sensibilidad de nuestros hijos. Termino yo sé que ya el tiempo, con esa de nuevo reforzando esta Palabra de bendición y de confianza.

El versículo 4 dice: «No temas pues no serás confundida y no te avergüences porque no serás afrentada sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria, porque tu marido es tu Hacedor, Jehová de los Ejércitos es Su Nombre y tu Redentor el Santo de Israel» gloria al nombre del Señor.

Hermano, hermana usted está quizás pasando por alguna tribulación con sus hijos, quizá hasta se siente un poco avergonzado. Dice el Señor no te avergüences, no serás afrentado; no temas, no serás confundido porque Dios es, tu marido es tu Hacedor. Quizás hay madres solteras aquí que se sienten que carecen de la presencia de un hombre para apoyarlas y respaldarlas. Hey: usted tiene un marido que es mejor que cualquier hombre en el nombre del Señor, usted tiene al Dios de los Ejércitos a favor suyo; Dios está con usted, no se avergüence, no tema, no retroceda, Dios es más que suficiente.

Si no tienes el respaldo de un esposo hija de Dios Dios es más que suficiente para darte la victoria y sacarte adelante y si las cosas no te han ido tan bien y te sientes un poquito avergonzado y triste no te preocupes que a la larga el Señor te va a dar la victoria porque Él está comprometido contigo. Dios se encargará de que nuestros hijos vayan por el camino correcto y que al final tengamos la victoria.

Qué lindo. Termino con esa Palabra de consuelo de los versículos 15 al 17. Dice: «Si alguno conspirare contra ti lo hará sin Mí, el que contra ti conspirare delante de ti caerá; he aquí que Yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego y que saca la herramienta para su obra, y Yo he creado al destruidor para destruir» en otras palabras Yo tengo control de él porque Yo lo creé para un propósito «ninguna arma forjada contra ti prosperará y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová y su salvación de Mí vendrá dice Jehová.»

Así que hermanos Dios te consuela en esta mañana, Dios te infunde una Palabra de esperanza, yo te bendigo en el nombre del Señor; vamos a poner otra vez sobre el arado con una Palabra de victoria que nadie puede robarnos. Aunque el camino y el proceso sea un poco elaborado y complejo al final Dios se encargará de que nuestros hijos entren en el redil celestial y que lleguen a ser lo que Él quiere que sean y lo que nosotros deseamos también que sean. Que el Señor les bendiga y madres les amamos, les bendecimos en el nombre del Señor, declaramos la gracia de Dios sobre sus vidas. Son una inspiración sobre nosotros.

Vamos a ponernos de pie y darle gracias a Dios por Su bondad, Su misericordia en este lugar hoy y por poder ser parte de una familia que tenemos todos los recursos del cielo a nuestro favor, por lo tanto no hay manera de que en última instancia fracasemos. Algunos triunfaremos más temprano, otros un poquito más tarde pero todos llegaremos a la meta dice el Señor.

Así que gracias Padre. Llena nuestros corazones de Tu consuelo en este día, salimos de aquí confiados de que Tú vas con nosotros. La derrota no es una opción para nosotros. Si alguno de nosotros tiene temor en su corazón, tenemos dudas nosotros confesamos que Tú eres bueno y para siempre es Tu misericordia. Gracias porque no nos has llamado al fracaso sino a la victoria. Llena nuestras madres de doble sabiduría.

Pedimos sobre todo por esas madres jóvenes, por esas madres solteras, por aquéllas que están batallando por sus hijos; llena sus corazones de paz y de gozo y de santa expectativa de bendición. Tú eres nuestro fundamento, en Ti estamos confiados y Tú nos darás todos los recursos que requerimos. Bendecimos nuestra juventud, nuestra niñez en esta Iglesia. Ayúdanos a ser una Iglesia familiar que provea sólidas estructuras para el futuro de nuestros hijos. Te damos gracias Señor en el Nombre de Jesús amén y amén. Dios les bendiga hermanos, la gracia del Señor sea con ustedes en este día.