Todo comienza con tener intimidad con Dios

Quiero hablar de Jesús por un momento ahora y quiero hablar acerca de zapatos ¿qué tiene Jesús que ver con zapatos? Recuerdo una vez que yo estaba recibiendo entrenamiento misionero y esta mujer nos estaba enseñando cómo discernir la Voz de Dios, también estaba hablándonos del carácter de Jesucristo, todos los nombres existentes de Jesús y todas las características acerca de Jesús.

Y entonces ella nos dijo: quiero que todos ustedes salgan allá afuera hasta que reciban una Palabra de parte de Dios y puedan experimentar la Presencia de Dios. Yo dije: ok estaba en Concorde en New Hampshire en el estado de New Hampshire y entonces yo salí y me metí en el campo, aquí están estos árboles hermosos, los pinos y el granito que es típico de New Hampshire, estaba de pie adorando al Señor pero de momento es como que Él estaba presente físicamente delante de mí.

Yo no lo ví con mis ojos físicos pero el predicador Oral Roberts decía como que: tú sabes que sabes que sabes que es así y yo sabía claramente, convincentemente que Jesús estaba delante de mí en ese momento. Y Él estaba un poquito celoso y Él me decía: hey ¿tú te crees que lo que tú estás experimentando ahora es grandioso? déjame darte un vislumbre de lo que es el cielo.

¿Se imagina un día así bien oscuro y que de repente viene un rayo e ilumina todo el firmamento y que de momento usted puede ver como todo bien iluminado? y así fue mi vislumbre del cielo pero era magnífico, los árboles estaban plenos y eran como traslúcidos algo que nunca había visto, los colores eran colores que yo nunca había visto pero la mejor parte de esto era el gozo que abrumaba, llenaba todo mi corazón.

La Biblia habla de ese un gozo inexpresable de gloria ¿y sabe usted lo que eso quiere decir en realidad? es tener tanto gozo que uno no sabe qué hacer con su propio cuerpo, es como saber eso pero cuando tú tienes tanto gozo dentro de ti es como que uno no sabe expresar tanto gozo físicamente y así me sentía yo en ese momento en que el Señor me dió ese, era un gozo abrumador, consumidor.

Cuando yo estaba en la universidad yo era un jugador de fútbol americano y llegué a jugar fútbol semi-profesional americano y uno siempre como que se da cuenta un tipo ahí fuerte, fornido pero en medio de esa experiencia que el Señor me proveyó en ese campo yo totalmente solo con el Señor el Señor me dijo: hey, bailemos solos y yo me encontré danzando con Jesús, me volví loco danzando solo en ese campo. Y yo recuerdo que ahí en mi mente yo decía: espero que nadie me esté viendo.

Pero ese gozo era tan grande que yo tuve que hacerlo y entonces el Señor me habló de nuevo y me dijo: ¿qué quieres? te voy a dar lo que desees, así que yo miré mis zapatos, yo en ese tiempo estaba trabajando con un grupo de jóvenes, era miembro y las siglas eran YWAM, hay otra manera de ver esas siglas: Juventud Sin Dinero (risas) así que yo vi mis zapatos destartalados con hoyos en las suelas y yo dije: Señor me encantaría tener un nuevo par de zapatos y de nuevo como que el pensamiento me impactó nuevamente y pensé: hey Salomón le pidió sabiduría al Señor para dirigir toda una nación y aquí estoy yo pidiéndole zapatos al Señor y me dije: pero idiota que eres ¿qué has hecho?

Así que regresé al edificio y entonces estaba pasando por el pasillo del edificio y me preguntaba a mi mismo: ¿ese habrá sido Dios o mi imaginación? ¿me imaginé esto o lo fabriqué? Entonces uno de mis amigos sale de uno de los cuartos del salón y a este tipo lo veo todos los días, él dice: hey Doug Tony! yo digo: ok, él dice: no entiendes yo me encontraba en mi cuarto hace un momento y el Señor me acaba de dar una directiva, yo digo: bueno ¿qué te dijo? Él dijo: acabo de comprar un par de zapatos nuevos, los zapatos más caros que hay para correr deportivamente. Me preguntó: ¿de qué tamaño son tus pies? y éramos de la misma talla y yo tengo pies anchos.

Así que él me regaló los zapatos y yo regresé a mi cuarto y me dije: bueno los zapatos son muy bonitos pero mucho mejor es que yo puedo disfrutar de este tipo de relación con Jesucristo, que Él es personal y que me habla directamente.

Así que vemos hoy en America, la gente pasa en promedio 3 minutos en oración porque no conocen el gozo de conocerlo a Él, no entendemos la majestad sublime de Jesús y el hombre promedio cristiano pasa solamente una hora total en un año en leer la Biblia así que por eso ni siquiera entendemos lo que dice esta Biblia, ni siquiera lo conocemos ya. Así que cuando yo tuve esa experiencia de los zapatos comenzó una forma nueva de experimentar a Jesús en una forma personal y maravillosa.

Comencé a viajar por todo el mundo predicando el Evangelio en diferentes partes del mundo. Durante mi vida he predicado y orado por unas 200.000 personas a través de diferentes países. He estado en 45 países en muchos de esos países 12, 15 hasta 20 veces y he experimentado la majestad de Jesús donde quiera que voy.

Recuerdo una vez fui a Mongolia todos allí son budistas, el cristianismo apenas llegó allí en 1995, Cruzada Estudiantil fue el primer grupo en llegar allá. Llega de momento un Pastor de las Asambles de Dios, ahora mismo solamente un cientoavo de un 1% es decir ni siquiera un 1% de la gente allí. Y Dios me dice: vé a Mongolia, hay que tomar un vuelo a Chicago, entonces viajar por encima del Polo Norte, llegar a Beijing en China y entonces de ahí uno toma otro vuelo hasta Mongolia. Entonces cuando uno llega uno toma el tren más lento que existe en el mundo a 100 grados de temperatura, no hay aire acondicionado en el tren y llegamos a nuestro destino cuatro o cinco días después ya listos para morirnos.

Y entonces me acerco a un Pastor y le digo: Pastor ¿cuál es su plan? Y me dice: bueno me gustaría comenzar una Iglesia aquí, yo digo: ¿cuándo? él dice: bueno voy a orar por siete años y entonces vamos a comenzarla, eso fue un viernes y yo le dije: hermano ¿por qué no la comenzamos el domingo? él dice: ¡pero no tenemos gente! Y esto es en Mongolia, la inmensa mayoría no ha escuchado de Jesús, de la Biblia ni siquiera una vez en sus vidas.

Pero entonces yo me metí en la Presencia del Señor dentro de mi propio corazón y le dije: Señor dame una estrategia ¿qué debemos hacer? ese pueblo en particular no tiene agua, hay que ir a un pozo para obtener agua. En ese tiempo yo tenía un equipo de drama y otro de danza conmigo y les dije: bueno vamos al pozo este, vamos a estar allí y veremos qué pasa vamos a encontrarnos con mucha gente que viene a buscar agua ahí en el pozo.

Así que todo el día sábado estuvimos allí haciendo nuestras presentaciones y en la noche fuimos a otro lugar. Y en ese día 112 budistas se convirtieron a Jesucristo, 112. Es más o menos una hora y media por cada persona así que hace falta un equipo grande. Y el monje budista más anciano de toda el área fue una de esas 112 personas que entregó su vida a Jesucristo. Había servido a Buda toda su vida.

Después fuimos a otra parte de la ciudad y toda esta gente se encontraba en un edificio escolar y ahí comenzamos a hacer nuestras presentaciones, era como una aspiradora y todos salieron del edificio escolar y se acercaron a nosotros. Recuerdo bien que estábamos ahí predicando el Evangelio y el director del colegio salió y dijo: esta gente vienen de parte del diablo, y dijo: si ustedes los siguen a ellos a estos blancos van a irse al infierno, no los escuchen y todos los estudiantes dijeron lo siguiente: nunca hemos escuchado estas palabras antes, este mensaje nunca había venido a nosotros; por favor déjenos escuchar, queremos escucharlo y decidir por nuestra propia cuenta así que ella finalmente se retiró y al final de esa presentación 300 personas vinieron a Jesucristo, todos budistas.

Usted tiene que entender: todo comienza con zapatos, comienza con la Persona de Jesús, tener esa intimidad con Él, conocer la Voz de Dios en su propia vida, pasar tiempo con Él. Uno no ora porque cree que eso no es valioso, uno piensa que no va a hacer una diferencia pero no tiene idea del poder que hay en la oración, la oración lo cambia todo hermanos.

Ore por sus hijos, ore por sus nietos, busque del Señor especialmente ustedes hombres. Hombres: ustedes necesitan orar, hermanos tomen tiempo de su día. Yo sé que ustedes están ocupados, necesitan hacer dinero ir al trabajo, yo lo entiendo pero miren lo que yo hago con mi propia persona. La carne no desea orar así que yo le digo a mi carne, extiendo mi mano y digo: hey vas a orar y yo me voy una bofetada a mí mismo y me digo: hey déjate de eso y ponte a orar porque no es con espada, no es con ejército, no es con fuerza humana es con el Espíritu de Dios.

¿Sabe? Dios hace estas cosas a través de nosotros. Y yo recuerdo ese próximo día cuando plantamos esa Iglesia, unas 130 personas llegaron a la Iglesia ese día y vino hasta el alcalde de esa ciudad y recuerdo las preguntas que nos hacían porque cuando se comienza este tipo de Iglesia van a haber muchas preguntas y uno tiene que tener las respuestas. Y una mujer levantó su mano, ella dijo: nosotros adoramos las montañas, adoramos los árboles y los objetos naturales; toda nuestra vida y durante 1500 años hemos adorado estos seres ¿a quién ahora entonces adoramos? Y yo le dije: ahora puedes adorar al que hizo todas esas cosas y que te hizo a ti también y entonces ella dijo: oh ahora entendemos.

Hermanos, hermanas yo quiero que ustedes también tengan esa experiencia, yo quiero que ustedes también tengan momentos como ese. ¿Saben? hace poco estuvimos en Downtown crossing ahí en el centro de Boston en la estación de tren Rogle’s y nos tropezamos con un estudiante chino que nunca había escuchado el Evangelio de Cristo ni una sola vez y tuvimos la oportunidad de llevarlo a Jesucristo.

¿Saben? hay muchos chinos que creen que la Creación fue toda creada por pájaros. Si usted va a Mongolia y pregunta: ¿quién nos hizo? le dirán las aves, ellos creen en eso. Y poder decirles: no, hay un Dios, hay un Creador, un Dios vivo creador, real. ¿Saben ustedes? en el mundo hay dos billones y medio de personas que no han escuchado el Evangelio ¿cómo van a escuchar si no hay quién les predique, cómo sabrán si no vamos a ellos?

El centro de Boston es un lugar increíble para predicar el Evangelio. Yo les diría que la mitad del mundo pasa por Downtown crossing, hay que conocer unos cuarenta idiomas para poder hablar ahí en ese lugar. Una vez me pude sentar allí con turcos, nunca habían escuchado hablar de Jesús así en una forma personal. Tienen tanta curiosidad acerca de Jesús, le preguntan mil preguntas, la mayoría de ellos no van a aceptar a Cristo en esa primera ocasión pero nunca han escuchado el mensaje. Hermanos, hermanas ¿conocen ustedes quiénes habitan su ciudad?

El mundo ha venido a ustedes y sin embargo pasamos el día metidos en la casa, en las tiendas, en el trabajo ¿por qué no le entrega un poco de tiempo a Jesús y tiene una experiencia personal con Él?

Sabe cuando usted tiene esa experiencia personal con Cristo cosas maravillosas suceden. De paso otra Iglesia que plantamos allí añadimos 300 personas a esa otra Congregación, si usted quiere chequearlos Erdenet es la ciudad en Mongolia donde añadimos estas dos iglesias, una historia verdaderamente sorprendente. Pero cuando uno escucha estas historias uno puede entonces relatarlas a jóvenes como estos.

Y ayer Joe Campbell ¿quién estaba jugando fútbol soccer contigo? Pasen por acá los jugadores, los jóvenes que estaban jugando soccer, ellos estaban jugando soccer con unos vietnamitas, todos vietnamitas ayer. Y estos tipos nunca han escuchado el Evangelio de Jesucristo antes y al final del juego que tuvieron, Joe diles lo que pasó.

Joe: Yo entonces al final del juego pregunté: ¿puedo orar por ustedes o con ustedes? y estaban muy abiertos, estaban atentos, nunca habían escuchado acerca de Jesucristo antes. Así que yo oré como con unos diez y cada uno de ellos aceptó a Jesucristo.

Pastor: Y uno tiene así la oportunidad de transmitir este tipo de relatos a jóvenes como estos, gracias buen trabajo. Yo recuerdo una vez que mi hijo estaba una vez en Dorchester y él se encontraba en uno de estos proyectos caseros allá estaba ministrando y él lo describía como que la multitud y el grupo estaba delante de él, y había otro tipo por allá lejos encima de una escalera parado y Dios le dijo: Jeremy agárralo.

Jeremy mide 6’3» así que Jeremy se mandó detrás del tipo este y el tipo comenzó a correr y Jeremy se mandó detrás de él y lo agarró y el tipo le preguntó: ¿qué quieres, qué quieres? ¿Sabe uno tiene que entregarlo todo, tiene que darlo todo para Jesús. Mi esposa y yo lo hemos entregado todo todo el tiempo entregamos todo, no puedo decirles cuántas veces he tenido el privilegio de vaciar mi cartera de todo dinero, les aseguro no es gran cosa porque no hay mucho dinero pero uno transmite eso a la gente.

Así que el tipo le dice: ¿sabes? no me interesa lo que tienes para decirme. Y Jeremy se acababa de comprar un reloj bien caro y le dijo al tipo este: si me dejas relatarte esta historia que tengo para decir te regalo este reloj y el tipo lo miró y dijo: alright adelante, me tienes agarrado; es un reloj muy bonito me gusta.

Es bueno relatar estas cosas a sus hijos, lo que importa es el Reino de Dios. Así que este hombre, este varón escucha a Jeremy durante 30 minutos y le dice: tú no sabes quién soy yo, yo soy el dueño del negocio de la droga, yo controlo y vendo la droga en este vecindario. Y Jeremy lo mira y le dice: déjame decirte algo este es un momento muy importante y significativo en tu vida, tu vida está pendiendo ahora en la balanza, esto no es una decisión que puedes posponer para mañana.

Y le dice: ¿tú me conoces? Jeremy le dice: no, no te conozco. Él le dice: mañana voy a corte, es ya mi tercer strike, probablemente el juez me va a meter a la cárcel y Jeremy le dice: sí tu vida está pendiendo ahora mismo de la balanza ¿qué vas a hacer? y él le pregunta: ¿qué puede hacer Cristo por mí? Jeremy le dice: bueno lo primero que va a hacer es transformar tu vida, él le pregunta: ¿me va a sacar de la cárcel? bueno no, probablemente vas a ir a la cárcel por todo el tiempo que tienes que ir pero el Señor va a estar contigo por todo el tiempo que estés ahí y él le dice: bueno voy a entregar mi vida a Jesús.

Así que este hombre oró con Jeremy y entonces le preguntó: bueno ¿qué hago mañana? Y Jeremy le dice: bueno haz algo que nunca haz hecho dile al juez toda la verdad, tú estás loco le dijo me va a meter a la cárcel por 30 años no 20 y Jeremy le dice: mira si dices la verdad Dios estará contigo, si mientes como siempre lo haces el Señor se va a alejar de ti así que di la verdad.

¿Saben lo que sucedió? este hombre fue a la corte los próximos días, lo tiró todo frente al juez. El juez quedó absolutamente sorprendido, si alguien desea independientemente saber el nombre de esta persona se lo puedo decir y el juez le dijo esto a este hombre: te he conocido desde que eras un jovencito, esta es la primera vez que me dices la verdad. Tu vida dice el juez es diferente, no vas a ir a la cárcel; te voy a mantener fuera de la cárcel. Una historia verdadera.

Este tipo nunca más volvió a vender una sola droga, se separó de las gangas, texteaba y mensajeaba a Jeremy casi todos los días ¿y sabe de qué le preguntaba? Preguntas bíblicas, no podía dejar la Biblia se enamoró de ella, estaba leyendo la Biblia cuatro o cinco horas al día, su vida fue transformada, va a la Iglesia en la avenida Blue Hill y ahora es uno de los líderes de su Iglesia, mire lo que Dios puede hacer cuando uno transmite el Evangelio.

Siempre me es interesante siempre he estado en el campo misionero, hemos estado en muchas partes del mundo, hemos vivido muchas veces en Europa y una vez terminé otra vez en el mismo edificio donde relaté esta historia en Concorde New Hampshire, y así mientras caminaba por este edificio y hacía memoria dije: wow Señor aquí fue donde comenzó todo, fue aquí la historia de los zapatos donde primeramente me encontré contigo, fue aquí la primera aventura. Para mí Jesucristo es todo, es Él solamente.

Así que en ese momento ahí en Concorde en ese edificio me arrodillé, adoré al Señor y le doy gracias al Señor por esa relación personal, íntima con Él. Y después de eso fui a la Iglesia y estaba allí adorando al Señor y había una dama cerca de mí y de momento la ví que se volteó violentamente y comenzó a mirarme así fijamente, yo chequeé mi ropa para ver si todo estaba bien, todo estaba bien. Entonces la mujer se fue.

Yo dije: bueno. Continué adorando al Señor, el servicio terminó y me encuentro en la recepción de la Iglesia y esta mujer entra otra vez y me dice: durante el servicio Dios me habló, me dijo que saliera de la Iglesia, fuera a Maysey’s la tienda y que comprara el mejor par de zapatos italianos con suelas de cuero que pudiera encontrar allí y te los regalara, y el Señor incluso me dijo tu talla de zapatos.

¿Y sabe lo que me estaba diciendo el Señor en ese momento? y yo quiero que capten esto. Así como tanto disfrutamos de Él y Su Presencia Él disfruta de nosotros, Él disfruta, quiere tener intimidad con nosotros, a Él le encanta cuando uno se vuelve loco y lo adora y pasa ese tiempo con Él así que hermanos, hermanas: pasen tiempo con Él. Él no es sordo, Él sigue hablando, te conoció antes de que tú nacieras, sabe lo que tú necesitas; Él quiere llevar esa relación aún más allá porque tarde o temprano vas a descubrir algo.

Recuerdo un tiempo que estaba administrando una escuela y llega un hombre a la escuela, el tipo estaba loco, ofendía a todo el mundo y le digo: ¿qué haces en mi escuela? Él dice: hey no me caes bien no quiero tener nada que ver contigo pero Dios me ordenó, me dijo que tenía que estar acá. Yo dije: ok tremendo. Siempre nos dividíamos en grupos pequeños, todo mundo en mi grupo pequeño me abandonó y yo le dije: cuéntame tu historia.

Él dijo: soy un veterano de Vietnam. Cuando yo estaba en Vietnam una vez me emborraché porque mi mejor amigo acababa de morir al lado mío y entonces comencé a tomar drogas. Entonces fui a una aldea ese mismo día borracho, drogado, me llevé mi ametralladora y maté a todo el mundo que pude ese día. Fui a la cárcel por 20 años.

Tenía psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales todo mundo tratando de ayudarme. Y le dije: con mi escuela vamos a Nueva York y hacemos evangelismo y él dijo: yo voy contigo. Él vino con nosotros y ahí nos encontramos en un parque en Brooklyn, comienzo a hablarle a un tipo que está sin hogar y este hombre nos dice: hey tengo una historia que quiero compartir con ustedes. Yo soy un veterano de Vietnam nos dice este hombre.

Y dice: cuando yo estaba en Vietnam había un jovencito con una bomba puesta sobre sus espaldas y este jovencito suicida con una bomba en las espaldas iba dirigiéndose hacia 20 soldados y este hombre sin hogar dice: yo le disparé y maté al jovencito pero nunca he podido recuperarme de eso así que él dice: yo ahora me encuentro sin hogar a propósito, lo que quiero hacer es atormentarme por el resto de mi vida por haber matado a ese jovencito.

Y yo le dije: bueno mira tengo aquí a un tipo que hizo algo mucho más horrible que lo que tú hiciste, él es cristiano y necesita hablar contigo. Así que los tres están allí y comienzan a hablar los 3. El Pastor dice: hey yo también, yo era un piloto de helicóptero y estos tres comenzaron a hablar; lo interesante es que estos dos hombres traumatizados en una ocasión habían estado con este Pastor en el mismo helicóptero que él manejaba. Este hombre el primero que vino conmigo que había matado, masacrado a toda esta gente en Vietnam que estaba deprimido todos los días de su vida a pesar de ser cristiano, a pesar de estar buscando de Dios, a pesar de estar en mi clase escucha el testimonio, el relato de este otro hombre le apunta y dice: te voy a decir lo siguiente, no hay pecado que tú puedas cometer que Dios no pueda perdonar.

Y cuando él dijo esto de momento por primera vez en su vida mientras lo decía él se dió cuenta él mismo que también era verdad para su propia vida y también recibió liberación por su propia Palabra y comenzó a adorar al Señor y se olvidó acerca del otro hombre, y se regresó a casa con nosotros; esto era en New Hampshire y este primer veterano traumatizado entonces llevó a su psiquiatra y a los psicólogos y trabajadores sociales a Cristo porque ellos dijeron: mira si tú puedes cambiar Dios es real.

Así que cuando tú haces algo por Cristo Él te libera, Él hace milagros en tu propia vida. Y entonces uno dice: bueno yo puedo decirle a otros acerca de Cristo pero no quiero hacerlo, pero cuando uno simplemente lo hace por obediencia no por deseo Él nos pone en situaciones que van a traer liberación mientras testificamos nosotros, van a liberar nuestra propia vida y entonces uno puede experimentar la Gracia de Dios en una manera personal. ¿Amén? hey, buen material ¿qué les parece? Amén.