Romanos 12:11 "No sean perezosos; fervientes en Espíritu, sirviendo al Señor. "
Ahora bien, por fin retrocedemos al versículo 11. Hemos estado reflexionando sobre el versículo 12 por mucho tiempo: “Regocíjense en la esperanza, sean pacientes en la tribulación, constantes en la oración.” Lo que he tratado de demostrar es que Cristo vino a este mundo de pecado, un mundo lleno de enfermedades, y gobernado por Satanás. Y llevando todo esto sobre sí mismo, murió para librarnos de ello, por ahora parcialmente y luego completamente en la resurrección. Este es el cimiento de nuestra esperanza. En esto nos regocijamos. En este mismo gozo resistimos la tribulación. Con esta fuerza amamos cuando es difícil amar, y con este amor glorificamos a Dios.