EL CREYENTE Y LA CULTURA

Podemos definir a  la Cultura,  como un  conjunto de formas de vida materiales e intelectuales de una sociedad. El hombre es creador de cultura y asimismo es criatura de ella.

Ejemplos de la historia y la Biblia sobre la cultura:
Libro de Levítico cap. 18:1-5
Los israelitas pasaron de una nación infestada de idolatría a otra. Como Dios los estaba ayudando a formar una nueva cultura, les advirtió que dejaran atrás todos los aspectos de su trasfondo pagano.
Egipto es figura metafórica en la Biblia, como la vida antes de conocer a Cristo, Canaán es la nueva vida e  implica nuevas experiencias y conquistas.




Dios les advirtió cuan fácil era caer en la cultura pagana de Canaán adonde se dirigían.
Las grandes culturas de Egipto y la Mesopotamia reflejaron su modo de ser. La religión como la de los hititas y cananeos estaba centrada en la naturaleza. No tenían un concepto verdadero de Dios creador, único y todopoderoso.
El clima benéfico, los eventos de la agricultura y la geografía del mundo  que los rodeaba lo atribuían a la intervención directa de una vasta gama de dioses.

La sociedad y las religiones en las que les tocaba vivir a nuestros primeros hermanos, apelaban a los deseos mundanos, especialmente la inmoralidad sexual y la embriaguez.
Los israelitas debían mantenerse puros y apartarse para Dios.
Dios no quería que su pueblo fuera absorbiendo sin discernimiento  la cultura y ambiente que los rodeaba.
En nuestro tiempo la cultura Latinoamericana de la que somos parte,  puede presionarnos para que nos amoldemos a su estilo de vida y de pensamiento. El Politeísmo de los incas, mayas, tehuelches y otros; y aún de los conquistadores españoles hablan de una historia  plagada de un origen  también pagano para nosotros.

Según el mismo  libro de Levítico en el mismo capítulo 18 desde los versículos 6 en adelante menciona lo siguiente: El casamiento entre parientes muy cercanos estaba prohibido por Dios por razones físicas, sociales y morales. El adulterio. El sacrificio de niños a ídolos. Las relaciones homosexuales. La promiscuidad. Eran prácticas comunes en las culturas paganas y es fácil ver porque Dios trató de evitar que su pueblo se contaminara con esos aspectos de la cultura. Tales prácticas conducían a enfermedades, deformaciones biológicas, conflictos familiares  y muerte.
En actualidad, la sociedad global,  toma algunas de estas prácticas  muy a la ligera, tratando incluso de hacerlas aceptables. Pero siguen siendo pecado ante los ojos de Dios  Rom. 1:31-32.

¿Toda la cultura es mala?.
Podemos ajustarnos  a la  cultura sin negar las convicciones.
Daniel 1:1-4.
La lengua de Babilonia era el arameo. El programa académico de educación babilonica incluía matemática, astronomía  e historia con una alta dósis de alquimia y mágia.
Estos jóvenes estudiantes, futuros profesionales,  no solamente demostraron capacidad sino también disciplina. El rasgo de su carácter, combinado con su integridad les ayudó mucho en aquella nueva cultura.
El Rey les cambio el nombre hebreo por ej. Daniel (Dios es mi juez) pasó a llamarse Beltsasar (Aquel a quien Bel favorece) Bel era un dios pagano. Fue el intento de hacerlos cambiar su testimonio vivo y su identidad religiosa de Dios de Israel a un dios de Babilonia.
Dan. 1:8
«Propuso en su corazón» son palabras fuertes que expresan fidelidad a los principios escriturales de Dios. Estamos condicionados al igual que Daniel a bajar los niveles de la obediencia a Dios. Pero Daniel dispuso su voluntad y su fe en el Dios de Israel.
Dan. 1:17
Ninguna cultura en necesariamente enemiga de Dios. Si no viola sus mandamientos puede contribuir a encontrar el propósito divino. Los que seguimos a Dios desde diferentes estratos sociales, tenemos la libertad de disponer nuestro corazón en una lealtad primeramente a Dios.

Jesús rompe las barreras de prejuicios culturales.
Juan 4: 7-9
La mujer a la que se hace referencia, era de la cultura samaritana, implicada a la  odiada raza mixta de Israel antiguo, tenia mala reputación social y estaba en un lugar público. Ningún judío «respetable» hablaría con una mujer bajo esas condiciones. Pero Jesús lo hizo desde su santidad y amor.
El evangelio de salvación de la cruz de Cristo,   es para todas las personas, sin importar la raza, posición social ni pecados cometidos. 
Jesús pagó el pecado de todo trasfondo cultural de cada individuo, que le acepta como su Salvador y modelo de vida.
Jesús cruzaba cualquier barrera social por predicar las buenas nuevas y quienes lo seguimos no podemos hacer menos.

¿Como deben comportarse los cristianos en su cultura?
1 Cor. 11:14-15
El apóstol Pablo, al referirse a la mujer, en tanto  a cubrirse la cabeza y al largo del cabello, dice que los creyentes deben actuar de tal manera que honren los valores rescatables de la cultura a la que pertenecen. En Corinto, se consideraba  el pelo largo del hombre como signo de prostitución masculina  de los templos paganos. (¿ Metro sexual o Taxi boy – en la cultura argentina?).
Y las mujeres con cabello corto eran consideradas prostitutas. Pablo les sugiere a los creyentes cristianos  en la cultura corintia , que las mujeres deberían tener el cabello largo. Si para  la mujer tener el cabello corto era signo de prostitución, significaba que una  dama con el cabello así,  tendría dificultad para presentar un testimonio creíble a favor de Cristo.
Pablo no esta diciendo que deberíamos adoptar todas las práctiacas de nuestra cultura,  o a retrotraernos a culturas milenarias sino,  que deberíamos evitar apariencias que confundan a la gente y nuestro testimonio se vea prejuzgado.

CONCLUSION:
¿Que aspectos  de nuestra cultura latina honran a Dios?
¿El paganismo junto a las autopistas de nuestros países agradan a Dios?
¿La religion oficial del país al que pertenecemos, se basa en su totalidad en la Biblia?
¿Tu vida, valores y fe  cristiana honran  a Dios, hay cosas que debes cambiar?
¿Nuestra vestimenta y cuidado del cuerpo avalan nuestro mensaje?
¿Nuestro culto, es basado en la Palabra de Dios, o es un producto netamente cultural?

2Cor. 5:17
Los cristianos somos nuevas criaturas desde nuestro interior. El Espíritu Santo nos da vida nueva y ya no seremos los mismos jamás. No hemos sido reformados, rehabilitados o reeducados; somos una nueva creación, pero seguimos viviendo en un mundo y en una cultura que no honra a Dios, nuestro desafío es esperar  aquel Día Glorioso,  cuando nuestra alma, cuerpo y espíritu sean llevados de este mundo para una cultura perfecta en el cielo con nuestro Salvador Jesucristo.

Daniel Bustamante.
Pastor y Licenciado en trabajo Social.
IGLESIA CRISTIANA EVANGELICA DEL CENTRO.
9000- COMODORO RIVADAVIA – CHUBUT – ARGENTINA
SUDAMERICA.
danielbustamante@uolsinectis.com.ar



Bibliografia utilizada:
Biblia del Diario Vivir.
Manual   Bíblico ilustrado UNILIT.
Comentario de la Biblia M.Henry.
Aportes de Cátedra de Antropología Universidad Nacional de la Patagonia.
Análisis del autor.

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