El Desierto: ¿Para qué Dios nos prueba?

Uno de los acontecimientos bíblicos más conocidos por nosotros y frecuentemente utilizados por los predicadores u/o expositores de la Palabra de Dios, es el de la travesía del pueblo de Israel a través del desierto. El caminar del pueblo de Dios a través del desierto durante un período de cuarenta años, es la historia más utilizada para ejemplificar el caminar del creyente en tiempos de prueba, angustia, lucha, soledad, dificultad u otra cosa que se asemeja a circunstancias difíciles.

CONCEPTO DE DESIERTO.

La palabra Desierto se encuentra más de 300 veces en la Biblia, y es la traducción de varias palabras hebreas. Midbar, es la más común, y se relacionaba con el nomadismo refiriéndose a un lugar de pastos libres, no muy explorado, a donde se podía llevar alimentar el ganado. En estos desiertos había aldeas dedicadas que servían como puntos de descanso y abastecimiento de los mercaderes y peregrinos. Otro término hebreo que traduce la palabra desierto es horba (desolación), el cual se refiere a lugares deshabitados.

En algunos sectores del desierto del NEGUEV se desarrollaron ciertos cultivos; sin embargo, en el pensamiento del israelita que habitaba en regiones más fértiles, el desierto significaba un lugar de soledad, sequedad, oscuridad e inseguridad.

Los escritores del Nuevo Testamento, siempre consideraron al desierto como un ejemplo para aquellos creyentes que pasan por circunstancias difíciles, pero que en medio de la dificultad no confían en Dios, sino que se quejan y se lamentan tal cual como lo hizo el pueblo de Israel, dejándose arrastrar por la desesperación y el deseo de regresar al lugar de donde Dios los había sacado.

¿CUÁLES SON LOS DESIERTOS DEL MUNDO?: GEOGRAFÍA.

En el mundo existen desiertos o territorios desérticos que ocupan un gran espacio geográfico, y que son sorprendentes por la magnitud de su tamaño. Entre los desiertos más grandes del mundo destacan los siguientes: (1) El Desierto Antártico; (2) El Desierto Ártico; (3) El Desierto del Sahara; (4) El Desierto de Arabia; (5) El Desierto de Australia; (6) El Desierto de Gobi. La extensión de estos desiertos juntos, abarca más de 40.000.000 km2, lo que nos hace pensar acerca de la gran cantidad de zonas desérticas que tenemos en el mundo. Entre las características más comunes que destacan en estos desiertos son: las temperaturas extremas, las pocas lluvias, y la escasez de agua dulce.

EL DESIERTO DESCRITO EN LA BIBLIA.

La travesía del pueblo de Israel registrada en la Biblia, se realizó a través de una vasta zona desértica conocida como la Península del Sinaí. Ésta se ubica hoy día entre los países de Egipto y Arabia Saudita y fue recorrida por el pueblo hasta entrar a la tierra que Dios les había prometido. En sus alrededores también se encuentran varios desiertos, como son: el desierto de Shur, el desierto de Sin, desierto del Sinaí, el desierto de Parán (la mayor parte), el desierto de Zin, el desierto de Moab y el desierto de Cademot.

Respecto a esto, la Biblia da una descripción detallada de las condiciones que tenía el desierto que cruzó el pueblo de Israel.

* CARACTERÍSTICAS BÍBLICAS

  • Deuteronomio 1: 19 describe que era “grande y terrible”.
  • Deuteronomio 8:15 afirma que era “grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de sed, donde no había agua.”.
  • Deuteronomio 32:10 expresa que era “yermo de horrible soledad”
  • Jeremías 2:6 lo describe como “tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, …por la cual no pasó varón, ni habitó allí hombre”.
  • Oseas 13:5 lo describe como “tierra seca” y en la NVI como “tierra de terrible aridez”.

Las regiones más secas se encontraban desoladas (Job 38:26), o estaban habitadas por personas o grupos nómadas que residían en tiendas, deambulando de aquí para allá. (1Cr 5:9, 10; Jeremías 3:2.)

La vegetación del desierto se caracteriza por abundantes zarzas y abrojos, lotos y matorrales de acacias espinosas. (Génesis 21:14, 15; Éxodo 3:1, 2; Jueces 8:7; Éxodo 25:10; Job 40:21, 22.)

Por la noche, junto al aullido de los chacales y lobos se oye el ululato de los búhos o el ruido de los chotacabras, incrementando aún más la sensación de soledad y desamparo en la zona. (Isa 34:11-15; Jeremías 5:6.)

Salvo a algunos oasis, la península del Sinaí en su mayor parte es un desierto de arena, guijarros y rocas, con escasa vegetación. Los israelitas no hubiesen podido sobrevivir en estas áridas regiones a no ser por la protección de Dios.

DIOS FUE EL PROVEEDOR EN EL DESIERTO

Al pueblo de Israel no les faltó nada en el desierto. Dios proveyó las necesidades del pueblo, dándoles incluso respuesta a sus peticiones más caprichosas (Números 11:23-33).

  • Deuteronomio 2:7 dice que nada les faltó.
  • Deuteronomio 29:5 afirma que sus vestidos y calzado no se desgastaron.
  • Nehemías 9:21 añade también que aún no se les hincharon los pies en el recorrido.

Sin duda Dios proveyó para todas las necesidades básicas de su pueblo.

1. Les Dio de Comer

Alimentarse y saciar la sed, es una de las necesidades más básicas del ser humano, las cuales resultan imposibles de satisfacer en medio de las condiciones del desierto. Sin embargo, las siguientes escrituras demuestran la provisión de Dios para su pueblo de forma maravillosa en medio de la necesidad.

Nehemías 9:15 dice “Les diste pan del cielo en su hambre, y en su sed les sacaste agua de la peña…”

Salmos 78:16, 24-29 “Pues sacó de la peña corrientes, E hizo descender aguas como ríos”. “E hizo llover sobre ellos maná para que comiesen, Y les dio trigo de los cielos. Pan de nobles comió el hombre; les envió comida hasta saciarles. Movió el solano en el cielo, Y trajo con su poder el viento del sur, E hizo llover sobre ellos carne como polvo, Como arena del mar, aves que vuelan. Las hizo caer en medio del campamento, Alrededor de sus tiendas. Comieron y se saciaron; Les cumplió, pues, su deseo.; Salmos 81:16 “Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, Y con miel de la peña les saciaría”.; Salmos 105:41 “Abrió la peña, y fluyeron agua; Corrieron por los sequedales como un río; Salmos 114:8 “El cual cambió la peña en estanque de aguas, Y en fuentes de aguas la roca”.

Isaías 48:21 dice “No tuvieron sed cuando los llevó por los desiertos, les hizo brotar agua de la piedra; abrió la peña y corrieron las aguas.

2. LES DIO SOMBRA EN EL DÍA, Y ABRIGO EN LA NOCHE

Las temperaturas extremas del desierto, hubiesen hecho que muchísimas personas murieran en el camino a no ser por la prodigiosa provisión de Dios. Una gran nube durante el día, servía para refrescar el clima y guiar al pueblo en horas diurnas. De la misma manera una columna de fuego en la noche, fue provista para dar calor al pueblo ante el frío inclemente, así como brindar seguridad y dirección. ¡Realmente Dios conoce lo que necesitamos!

Éxodo 13:22 “Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego”. Nehemías 9:19-20 “tú, con todo, por tus muchas misericordias no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no se apartó de ellos de día, para guiarlos por el camino, ni de noche la columna de fuego, para alumbrarles el camino por el cual habían de ir. Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed”.

SIGNIFICADO ESPIRITUAL DEL DESIERTO.

Romanos 15:4 nos dice que las cosas que están escritas en la Biblia, se escribieron para nuestra formación y enseñanza. De la misma manera 1ª Corintios 10:6 afirma que los eventos bíblicos ocurrieron como un ejemplo para nosotros a fin de que aprendamos de ellos. Esto significa que es nuestra responsabilidad aprender de los sucesos bíblicos y sacar el mayor provecho posible.

Al referirnos al desierto desde la perspectiva espiritual, nos estamos refiriendo a períodos de soledad, de escasez o de necesidad. Estos desiertos pueden ser de tipo emocional, financiero, de salud, o cualquier otra circunstancia en donde tengamos la sensación de no tener salida, o que no hay solución a nuestro problema. Es en estos desiertos de la vida en donde Dios quiere glorificarse, proveyendo su cuidado y protección a aquellos que confían en sus promesas.

PROPÓSITO DEL DESIERTO ESPIRITUAL.

Deuteronomio 8:2 “para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te hizo tener hambre…”.

Para el pueblo de Israel, el desierto fue el medio que Dios utilizó para conocer lo que había en el corazón de los israelitas. Es en medio de la aflicción en donde sale a relucir que hay en nosotros, cual es el nivel de nuestra fe y confianza en el Señor. Es en medio de la prueba que se conoce quienes somos realmente.

¿Cuantas veces te has preguntado “Por qué”, en vez de preguntarte “Para qué”?. ¿Cuantas veces te has quejado de tu situación actual, olvidando cuanto has avanzado hasta hoy?. El desierto revela lo que hay en nuestro corazón; es decir, cuales son nuestras verdaderas intenciones, actitudes y pensamientos. Es por ello que al comprender que “estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros”, aprendamos de ellas para así no repetir el error de los israelitas.

El desierto es un lugar de aprendizaje. El desierto es temporal, ya que mientras estés caminando te estarás aproximando a la tierra que Dios te ha prometido.

Alexander-Guerrero

Por Alexander Guerrero