Equilibrio espiritual: predicación y estudios bíblicos

Introducción: Hoy vemos mucho desequilibrio espiritual en las personas. Como si los desequilibrios de temperamento no fueran suficientes. ¿Por qué la gente está desequilibrada espiritualmente? Por qué falta el amor, que es lo que nos mueve a perseverar en la presencia de Dios y seguir sirviendo al Señor en comunión con nuestros hermanos y hermanas y con la Iglesia.

En muchas situaciones parece que estamos caminando por la cuerda floja, de tantas situaciones inciertas que enfrentamos y necesitamos pedirle a Dios el equilibrio para continuar.
Jesús tenía tanto amor por sus discípulos que les enseñó una gran lección de amor, perseverancia y equilibrio emocional y espiritual al lavarles los pies.
El hábito de lavarse los pies era común en esa época, sin embargo, siempre lo realizaba un esclavo o alguien que se encontraba en situación de humillación en relación a quien recibía este favor de que le lavaran los pies.

¿Por qué soportó Jesús tanta humillación? ¿Cómo soportaste la humillación del pesebre a la cruz? El texto explica:


1) “Los amó hasta el fin” v.1, el amor fue el combustible que movió a Jesús. La prueba de que Él es Dios encarnado, porque «Dios es Amor» (I Juan 4.8). ¿Cuánto tiempo podrías amar a alguien? ¡El secreto de la perseverancia de Jesús fue que amó hasta el fin!
2) Jesús sabía quién era el enemigo porque había “El diablo puesto en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, quien lo traicionó” v.2. Pero sabía que su enemigo no era Judas sino el diablo. Aun así, Jesús perseveró con el propósito de amarlo, porque sabía quién era su enemigo. De la misma manera, necesitamos saber quién es nuestro verdadero adversario para que no peleemos con la gente y nos desanimemos de amar.

3) Jesús sabía quién era: “Jesús, sabiendo que el Padre lo había entregado todo en sus manos, y que había venido de Dios y vuelto a Dios”, v.3. Por eso querías mostrar tu amor. Necesitamos saber quiénes somos para estar preparados para amar y perseverar. Cuando sabes quién eres, no te importa lo que digan los demás. Esta convicción de Jesús de quién era Él, así como su propósito, le dio la fuerza para continuar.

Aprenderemos aún más sobre el ejemplo de Jesús y también el mal ejemplo de Pedro, quien estaba emocional y espiritualmente desequilibrado. Que hacer:

1- evitar los extremos: v.8,9

Peter era un extremista. ‘O todo o nada’. En un momento dijo que no aceptaba que Jesús le lavara los pies y luego quería que se lavara las manos y la cabeza. Eso es extremismo. Mucha gente es así. James 1.6 dice «el que duda es semejante a la ola del mar, que es levantada y agitada por el viento». Y Pablo también nos advierte que no seamos «No seamos más niños inconstantes, llevados por todos los vientos de doctrina» (Efesios 4.14).
Bueno, dice el dicho «un día angu no engorda a un perro». Porque la lectura de la Biblia o la oración de un día tampoco lo hacen. El creyente extremo quiere que Dios resuelva sus problemas de una vez, pero ese no es el caso.

¡El remedio para la inconstancia es la perseverancia!

dos- Se humilde: v.14.15

Jesús nos dio el mayor ejemplo de humildad a seguir. Tenemos que acabar con la locura por la grandeza, hacer cosas maravillosas y sueños salvajes que no podremos realizar. Es mejor ser modesto y sincero. Es mejor prometer poco y cumplir que hablar demasiado y no poder hacerlo.
Ser humilde no es sentirse mal o peor que los demás. Pero tampoco quiere ser mejor que los demás. Es poder soportar la humillación y saber esperar la recompensa porque la “Por tanto, el que se ensalza a sí mismo será humillado; y el que se humilla será exaltado » (Mateo 23:12).

¡El secreto de la humildad es la paciencia!

3- ser obediente: v.7 y dieciséis

Necesitamos aprender a obedecer sin cuestionar a Dios. Jesús dijo que “Lo que hago, no lo sabes ahora; pero luego lo entenderás ”v.7, entonces podremos confiar y obedecer a Dios sin temor. Además, Jesús también dijo que “El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado mayor que el que le envió” v.16, entonces necesitamos saber que nuestro lugar es obedecer y no determinar lo que Dios debe hacer.
A menudo es necesario amar y perseverar en la obediencia como Jesús, que fue obediente y amado hasta el final. En muchas situaciones debemos amar por obediencia, no porque nos guste alguien, sino porque Jesús nos dijo que perdonáramos, apoyemos y amemos, caminando la segunda milla, dando el manto y la túnica e incluso ofreciendo la otra mejilla (Mateo 5.39-45).

¡Para obedecer debemos tener Fe!

¡Dios quiere que tengas una vida espiritual creciente y constante!

CONCLUSIÓN

Suceden muchas cosas que nos hacen detenernos, pero debemos tener firmeza en nuestra vida espiritual. Siempre vemos personas que comienzan una dieta, leen un libro o la Biblia y no pueden seguir adelante. Cuando hacemos un propósito, necesitamos cumplir (Números 30.2 y Eclesiastés 5.1).

Deja lo que tienes que dejar, pero no te detengas en el camino de los pecadores, no te sientes en la rueda de los burladores (Salmo 1.1). Proceda al objetivo dejando el pasado atrás (Filipenses 3.14.15).

‘Hacia adelante y hacia arriba’ este debe ser el lema del cristiano que quiere perseverar y crecer espiritualmente cada día sin variar entre caer y levantarse.

¡Busque el equilibrio espiritual!