La clase de Iglesia que todos quisieran tener

Por Gerardo Corpeño. Imagínate la siguiente iglesia: Ha sido bendecida de muchas formas por Dios, el templo siempre esta lleno, el pastor tiene que hacer dos y hasta tres cultos. Es una iglesia que se caracteriza porque hay un gran avivamiento espiritual, manifestado en múltiples dones y experiencias sobrenaturales, los líderes tienen una tremenda unción, y en medio del culto dan varias profecías a la congregación.

También muchas personas han sido sanadas, pues se da el don de la sanidad, y la gente esta llena del Espíritu Santo. En la alabanza e intercesión, a veces el Espíritu los arrebata y mucha gente empieza a hablar en lenguas angelicales.

Les pregunte a varios de sus líderes ¿A que se debía, según ellos, el éxito de esta mega iglesia y de este mover tan impresionante del Espíritu Santo?
A lo cual uno de ellos me contesto, sin duda alguna a nuestro fundador el gran Apóstol, el ungido, el es quien inicio esta obra y puso las bases para su crecimiento.
¡No de ninguna manera! interrumpió otro, si esta iglesia es bendecida así como esta, es por el líder principal de la denominación, Él es el mero ungido y de mas trayectoria que el apóstol fundador.
¡No replico otro tercero!, ustedes no saben nada, y son unos malagradecidos, porque no quieren reconocer que el crecimiento de esta iglesia no se debe ni a su fundador ni al líder principal de la denominación, sino al poderoso predicador que nos enseño la palabra y nos discípulo, el con sus predicaciones ungidas y su carisma ha hecho crecer esta iglesia, a él es a quien verdaderamente debemos reconocer.
¡Tú no deberías de hablar!, intervino uno de los dos anteriores, pues te juntas con aquel impío que esta teniendo relaciones con su madrastra y lo consientes.
¡Tú mejor no digas nada!, le contesto pues te la llevas de muy espiritual y me juzgas a mi, pero eres un gran borracho y glotón que aprovechas cuando hay cena del Señor para ponerte tremenda borrachera y eres tan egoísta que ni siquiera esperas para comer a los demás, ni compartes tu comida con el que no trae.
¡Ya basta los dos! dijo el tercero, pues ustedes ambos son unos idolatras porque comen de lo sacrificado a los ídolos y van a fiestas paganas.
¡Tu cállate! le replicaron los otros al unísono, pues ni siquiera has sido bautizado con el Espíritu Santo, ya que ni hablas lenguas, así que no tienes derecho de decirnos nada….
…En eso en medio de plena discusión candente, interrumpió una dama, que recién estaba empezando a congregarse en la iglesia y les dijo, disculpen que los distraiga de su conversación, pero es que mi hijo esta muy grave, tiene alta fiebres desde ayer y un dolor muy fuerte en el estomago. Yo tengo poco tiempo de venir acá, pero quería pedirles que si podían orar por él y si me podían dar una ayuda económica, pues estoy sin empleo y soy madre soltera y necesito llevarlo al medico porque…
Los tres juntos se lanzaron rápidamente hacia el niño y ni la dejaron terminar de hablar. Cuando menos sintió la dama, ya los tres estaban a cual mejor pose de ungido, orando, gimiendo, llorando y gritando, imponiendo manos sobre el estomago del niño, para que fuera liberado de ese demonio de enfermedad y que la fiebre huyera en el nombre poderoso de Jesús y del Santo Espíritu…
Ah si, por supuesto también oraron porque esta pobre mujer fuera liberada del espíritu de pobreza y declararon prosperidad para ella….
…Al final la mujer se fue bien ungida, y el niño recibió sanidad en el nombre del Señor, pero el niño seguía sintiéndose mal y la mujer regreso con las manos vacías…

¿Que les parece esta historia, que les parece esta iglesia?, ¿Suena muy actual?, ¿suena familiar?, pues déjeme decirles que esta iglesia no es una iglesia de nuestro tiempo (aunque bien podría serlo), sino que es una iglesia de hace miles de años, fue una iglesia griega, que existió en un puerto llamado Corinto. Es ¡LA IGLESIA DE LOS CORINTOS!
Pablo les escribe su primera carta a los Corintos, una iglesia que se jactaba de tener muchos dones, pero que sus relaciones personales no estaban caracterizadas por el amor, ya que había pleitos y divisiones entre ellos. La situación había llegado hasta el colmo de formar partidos entre ellos, unos se decían ser seguidores del mismo Pablo, otros del fogoso predicador Apolos, otros de Cefas (Pedro) y otros de Cristo. Y Pablo les amonesta diciéndoles: “Ustedes aún son carnales, inmaduros en la fe, pues teniendo entre ustedes celos y contiendas ¿No son carnales andando como hombres del mundo? ¿Acaso esta dividido Cristo? Y que somos nosotros, tanto Pablo o Apolos? Sino simples servidores de Cristo a favor de ustedes, pero la obra es de Dios.”
Además se presentaban desordenes en la misma cena del Señor, hasta el punto de personas que se daban los grandes banquetes y borracheras y dejaban sin comida a otros. También habían relaciones sexuales ilícitas, gente que adoraba ídolos y una serie de situaciones que solo reafirmaban la falta de amor que les caracterizaba a estos “ungidos” corintos.
Por eso Pablo les exhorta duramente en esta carta y en resumen les dice: Ustedes tienen una espiritualidad con vestimenta religiosa, pero que ha abandonado por completo la autentica ética cristiana, la cual se caracteriza primordialmente por el amor.
Debemos de preguntarnos honestamente, independientemente de la denominación a la que pertenezcamos, si la historia de los Corintios no se esta repitiendo en nosotros y en nuestras iglesias hoy en día.
Sinceramente creo que la lección y el llamado de Pablo a los Corintios sigue siendo el mismo para nosotros hoy: La verdadera marca de la espiritualidad y de la vida cristiana no son los dones, por diversos o espectaculares que estos sean, sino EL AMOR. Ya Jesús lo había dicho antes: En esto conocerán todos que son mis discípulos: “no en que hablan en lenguas, o saben mucha Biblia o doctrina, no en que sanan o tienen profecía, no en que son excelentes predicadores o evangelistas, sino en que tengan AMOR los unos por los otros.” (Juan 13:35)
Quisiera concluir este articulo con la descripción que Pablo les da a los Corintios de como es ese amor, a través de ciertas características contrarias a lo que ellos estaban haciendo. Leamos con atención esta descripción, pues tiene mucho que decirnos a nosotros hoy:

“Si yo hablase lenguas angelicales y no tengo amor vengo a ser como metal que resuena o cimbalo que retiñe. Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia y si tuviese toda la fe de tal manera que trasladase los montes y no tengo AMOR, nada soy….
El AMOR es sufrido, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad… y se pueden acabar las lenguas, la ciencia, la profecía, etc. Pero el amor nunca deja de ser.” (1Cor. 13:1-8)

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