Más Pensamientos para los Padres en Efesios 6:4: La parte del sermón que no se predicó

Efesios 6:4. Padres . . .
criadlos (ektrephete auta)
en la disciplina (paideia)
e instrucción (nouthesia)
del Señor (kuriou).

El domingo pasado usamos casi todo nuestro tiempo en la primera mitad de Efesios 6:4: "Padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos."

He construído todo el mensaje alrededor de la convicción de que los padres provocan a que las almas de sus hijos se reduzcan a ser conchas pequeñas, duras e iracundas, principalmente porque ellos mismos son así.  He visto la evidencia de esto y el remedio para esto descrito un poco antes en esta carta.  Pablo nos dice a todos, especialmente a los papás, "Sea quitada de vosotros [no sólo sus hijos!] toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo." (Efesios 4:31-32).

Pablo está preocupado con nuestro enojo antes de mencionar el peligro de que se lo trasmitamos a nuestros hijos.  Así es que nos enfocamos no sólo en unas cuantas conductas que el papá deberá evitar para no enojar a sus hijos (gritar, disciplina excesiva, límites extremos o persistentes, mandonear, etc.).  Por el contrario, nos enfocamos en cómo el papá puede hacer para dejar ir su frustración ya establecida y el enojo que hace que su alma se reduzca a ser una concha pequeña y dura, que sólo tiene dos sentimientos:  enojo y vacío.  Esto, argumentamos, es el verdadero asesino de las almas de los muchachos.

El enojo es una emoción caníbal:  Se come a todas las demás hasta que no quede ninguna.  Lo hace primero con los padres, y luego esta alma confinada se pasa a los hijos.  El enojo es absorbido como la emoción dominante y todo sentimiento de ternura muere.  Pablo dice que no debemos dejar que esto ocurra. "Padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos."  El remedio es el evangelio–"así como también Dios os perdonó en Cristo."

Ahí fue donde nos quedamos.  Así que ahora tenemos unos cuantos pensamientos en el resto del versículo.

Padres…

Tengan en cuenta que, a pesar de que tanto el padre como la madre trabajan juntos en criar a sus hijos ("Hijos, obedeced a vuestros padres ," v. 1), los papás son el enfoque especial del versículo 4.  Los papás tienen una responsabilidad primordial de criar a sus hijos.  Esta es una extensión natural de la cabeza de la esposa en Efesios 5:23-25.  El papá deberá tomar la iniciativa para asegurar que los planes, los procesos y las personas involucradas estén en el lugar respectivo para construir la visión de Dios, la verdad y la santidad en la vida de sus hijos.

…criadlos… (ektrephete auta)

Esta palabra significa básicamente proveer para—especialmente con sustento.  Pero tiene el sentido más amplio de criar a los hijos con una connotación de cuidado.  Este sentimiento solícito de la palabra se muestra en Efesios 5:29 donde Pablo dice, "Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida."  Esa palabra sustento es la misma palabra que se usa para decir criadlos en Efesios 6:4.  Así que se enfoca en el hecho de que en todo lo que hace un padre para llevar a sus hijos a la madurez, debería haber una provisión y un cuidado que asegura al niño que, detrás de la disciplina e instrucción, hay un corazón lleno de amor.  Este padre terrenal está haciendo que todas las cosas le ayuden a bien a su hijo.  De esta manera se muestra el carácter de Dios.

…en la disciplina… (paideia)

Esta palabra indica las acciones que un padre toma para dar a sus hijos las habilidades, destrezas y carácter para que viva la vida para la gloria de Dios.  No es un sinónimo de enseñanza.  Es más completa y más dinámica.  Por ejemplo, es usada en 2 Timoteo 3:16 para describir “entrenamiento.” “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir (entrenar) en justicia.”  Note que “enseñar” es mencionada con anterioridad en este versículo.  “Entrenamiento” involucra la acción de uno que está siendo entrenado, y luego las útiles consecuencias de haberlo hecho pobremente o bien hecho.

Así que la palabra a menudo se refiere a la parte dolorosa del entrenamiento: “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquél a quien el padre no disciplina?  Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.” (Hebreos 12:7-8).   Crecer con la ayuda de un padre cristiano involucra ser enseñado a cómo hacer las cosas que una vida que exalta a Cristo requiere, y asumir la responsabilidad de hacerlas tan bien como le sea posible.

…e instrucción… (nouthesia)

Esta palabra no es la palabra normal para “enseñar” (didaskalian). “Instrucción” realmente no capta la fuerza de esta palabra.  Es más, es usada junto a la palabra enseñar, pero como diferente a ésta, en Colosenses 1:28: “A El [Cristo] nosotros proclamamos, amonestando (advirtiendo) a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.”  La idea de advertir se destaca.  Un importante léxico griego define esta palabra así: “aconsejar sobre evitar o cesar un curso inapropiado de conducta.”

Podemos ver el lado correctivo, amonestador de esta palabra en 1 Tesalonicenses 5:14 donde Pablo dice, “Y os exhortamos, hermanos, a que amonestéis a los indisciplinados, animéis a los desalentados, sostengáis a los débiles y seáis pacientes con todos.”  Lo que los ociosos necesitan es un poco diferente a lo que necesitan los de poco ánimo.  Eso es lo que se llama amonestar—una advertencia correctiva sobre lo infructuoso de este tipo de ociosidad.

Pero Pablo tiene un verdadero interés en que sintamos la ternura en la admonición que tiene en mente. Capte la impresión de la palabra en estos dos versículos 1 Corinitios 4:14, “No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados.”;  2 Tesalonicenses 3:15, “Sin embargo, no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a un hermano.”  Hay una calidez en la corrección, la advertencia y la guía que los padres están llamados a hacer.  Podrían hasta cantarlo. Y los padres deberían cantarlo.  “Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones.” (Colosenses 3:16)

…del Señor. (kuriou)

Esto modifica el entrenamiento y la admonición.  “Criadlos en la disciplina y amonestación del Señor.”  Entiendo por esto que el contenido de las enseñanzas y las advertencias de un padre, y el método del modelo de disciplina, y la meta de la vida entera de un padre con sus hijos se originará en el Señor, será a través del Señor y para el Señor.  Es decir, un padre guiará todas sus palabras y caminos por la Palabra de Dios, dependerá de la sabiduría y fortaleza de Dios para aplicarla, y todo servirá para la gloria de Cristo.  En otras palabras, lo más importante de criar hijos es que ellos puedan ver a Cristo, el Señor, como supremamente valioso como Salvador y Señor y Tesoro de la vida.  Todo es evaluado por cómo podría ser alcanzado biblicamente.

O Señor, permítenos a todos los padres dirigir a nuestros hijos (aún nuestros hijos adultos), con aún mayor fidelidad y para siempre, a amar a Cristo por sobre todas las cosas.

El pastor John

By John Piper. © Desiring God. Website: ministros.org

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