Nosotros, Que Somos Muchos, Somos Un Cuerpo en Cristo

Romanos 12:1-8

Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional.  2Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto. 3 Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.  4Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 5así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros.  6Pero teniendo dones que difieren, según la gracia que nos ha sido dada, usémoslos: si el de profecía, úsese en proporción a la fe; 7si el de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8el que exhorta, en la exhortación; el que da, con liberalidad; el que dirige, con diligencia; el que muestra misericordia, con alegría.

Nuestro enfoque hoy está en Romanos 12:4-6a, es decir, en el fundamento y naturaleza e implicaciones de ser un cuerpo en Cristo. Recuerde el panorama general. Pablo ha dedicado 11 capítulos enseñándonos el evangelio de Cristo: que somos grandes pecadores, que Dios es infinitamente santo y justo, que estamos por tanto bajo su ira y condenación, pero que Dios, en su gran misericordia, ha enviado a su Hijo Jesucristo, quien con su perfecta obediencia y muerte en nuestro lugar hace posible que Dios justifique (declare justo) a todos los que confían en Cristo, para que por tanto, no haya condenación para los que están en Cristo Jesús.

Y, sobre la base de esa gran obra de salvación para todos los que creen en Cristo, él ahora comienza estructurar su aplicación para la vida en el capítulo 12. «Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios. . .». En otras palabras, la vida cristiana está edificada sobre la misericordia de Dios. No somos un pueblo que trata de ganar el favor de Dios. Somos un pueblo que está sorprendido porque mediante Cristo se nos ha mostrado un favor absolutamente inmerecido y lleno de misericordia. No tratamos de merecer la misericordia con una vida de misericordia. Al contrario, somos capaces de vivir una vida misericordiosa porque se nos ha mostrado misericordia.

Así que el capítulo 12 comienza a describir esta vida y nos exhorta a vivirla. Primero Pablo lidia con nuestra vida como una adoración hacia Dios. Luego lidia con la humildad y la sencillez en relación con nosotros mismos (v. 3). Luego lidia con nuestras relaciones interpersonales en la iglesia (vv. 4-13). Luego lidia con nuestra relación con nuestros enemigos (vv. 14-21). Luego lidia con nuestra relación con las autoridades civiles en el capítulo 13:1-7, y así continúa. Así es como luce la vida cuando usted conoce que tiene paz con Dios solo por fe, y que Cristo se ha convertido en el fundamento y resumen de todas sus esperanzas.

Por tanto, enfóquese conmigo en los versículos 4-6a. Veo tres puntos para desarrollar acerca de la iglesia como cuerpo de Cristo y dos aplicaciones a nuestra situación actual. El primer punto es que la unidad del cuerpo de Cristo es creada en Jesucristo. Segundo, en Cristo se valora la individualidad. Tercero, la gracia de Dios sustenta todo ministerio en Cristo. Y estas son las dos aplicaciones: Primero, aquí se implica el compromiso intencional con la armonía racial y la diversidad étnica en el cuerpo de Cristo; y segundo, la participación en un pequeño grupo pastoral nos ayuda a alcanzar la visión de Dios para nosotros pues permite que nos ministremos mutuamente con dones variados. Ese es el bosquejo. Ahora, vayamos a Las Escrituras y veamos estas verdades.

1. La Unidad del Cuerpo de Cristo es Creada en Jesucristo

Primero: la unidad del cuerpo de Cristo es creada en Jesucristo Leamos los versículos 4 y 5a y detengámonos con esa pequeña frase tremendamente importante: «en Cristo». Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo». Nosotros que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo.

Cuando Pablo habla de la iglesia como un cuerpo, está refiriéndose a dos significados que se solapan. Uno es que la iglesia universal (cada creyente en Cristo que alguna vez ha vivido) es el cuerpo de Cristo. Por ejemplo, Efesios 1:22-23: «Y todo sometió bajo sus pies, y a El lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo”. Esa es la iglesia universal, invisible, espiritual, de todos los creyentes, el cuerpo de Cristo. Pero el otro significado es que Pablo también está pensando en cada iglesia local como el cuerpo de Cristo. Por ejemplo, en 1ra a los Corintios 12:27 dice a esa iglesia: «Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él”.

No creo que él quiera que creemos una división rígida aquí. Así que cuando él usa la palabra «nosotros» en los versículos 4-5: «nosotros, que somos muchos. . . somos un cuerpo. . .».Aunque ello lo incluya a él que está a cientos de millas de distancias, no creo que Pablo quiera decir: «solo estamos hablando del cuerpo universal de todos los creyentes, no de el cuerpo local de la iglesia de ustedes». Creo que él se está refiriendo a cómo esa iglesia local debiera funcionar como un cuerpo, y sí, en un sentido más amplio, yo soy parte de todos ustedes en Cristo.

¿Qué Significa Estar «en Cristo»?

Quiero que nos enfoquemos en la frase «en Cristo», que aparece en el versículo 5a: «así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo«. Esta frase significa que la unidad de enlace de todos los miembros en un cuerpo es creada y producida en Cristo. Una manera simple de expresar qué significa es decir que como cada uno de nosotros está en una relación interpersonal con Cristo, estamos por tanto en relación con los demás. Si soy un hermano de Cristo, y usted es una hermana de Cristo, entonces usted es mi hermana. Al crear relaciones interpersonales consigo mismo, Cristo crea las relaciones interpersonales en el cuerpo.

Pero la verdad aquí es aun más profunda. El significado de estar «en Cristo» es mucho más profundo que la sugerencia de la analogía humana de las relaciones familiares. Esto sería suficientemente precioso. Pero es mucho más y mucho mejor.

El significado de esta frase «en Cristo» es que cuando usted confía en Cristo como su Salvador y Señor y Tesoro (Filipenses 3:9), se establece una unión entre Cristo y usted de tal manera que todo lo que en Cristo puede ser compartido, es compartido con usted. Todo lo que él es, y todo lo que él tiene que puede ser compartido será compartido con usted. Y solo hay algo que no puede ser compartido, su deidad, y sus atributos únicos que le definen como Dios (como la omnipotencia, y la omnisciencia, y la eternidad). Pero todo lo demás que Cristo es y tiene, es nuestro en él.

Considere unos pocos ejemplos a partir de la forma en que es usada esta pequeña frase «en Cristo». Esto es lo que significa que usted esté «en Cristo».

  • 1ra a los Corintios 1:4, recibimos gracia en Cristo.
  • Romanos 3:24, nuestra redención está en Cristo.
  • Gálatas 2:17, somos justificados en Cristo.
  • Efesios 4:32, tenemos el perdón de pecados en Cristo.
  • Romanos 8:1, no hay condenación en Cristo.
  • 2da a los Corintios 5:17, somos una nueva criatura en Cristo.
  • Romanos 6:23, tenemos vida eterna en Cristo.
  • Filipenses 4:19, Dios suple todas nuestras necesidades en Cristo.
  • Efesios 1:3, tenemos toda bendición espiritual de los cielos en Cristo.
  • Colosenses 1:28, seremos presentados a Dios perfectos en Cristo.
  • Romanos 8:32, no podemos ser separados del amor de Dios en Cristo.

El propósito de Pablo al hablar de esta manera es que quedemos admirados ante la presencia de Cristo. Que amemos a Cristo, y admiremos a Cristo, y sigamos a Cristo y disfrutemos exaltando a Cristo sobre todas las cosas.

Pablo no se ha olvidado de su pasión en el versículo 3 para mantenernos humildes y exaltar a Cristo. Escuche la forma en que él relaciona esta verdad con la jactancia en 1ra a los Corintios 3:21-23: «Así que nadie se jacte en los hombres, porque todo es vuestro: ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios”.

Ustedes le pertenecen. Ustedes están en él. Hay una unión por fe de modo que todo lo que él es, lo es para ustedes. Es simplemente impresionante. Oh, si Dios nos ayudara a creerlo con todo nuestro corazón.
Y lo único, y es algo inmenso y maravilloso, que debe añadirse a partir de Romanos 12:5 es que todo esto lo experimentamos juntos en un cuerpo. «así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo». Redimidos juntos. Justificados juntos. Perdonados juntos. Creados de nuevo juntos. Cada necesidad es satisfecha juntos. Juntos somos amados por Dios. Juntos somos perfeccionados. Viviendo juntos para siempre, y toda esta gloriosa unidad creada en Cristo y para la gloria de Cristo.

¡Oh nunca nos permitas restarle importancia a la iglesia! Le costó a Dios la vida de su Hijo crearla. Y lo que usted quiere compartir con las personas sentadas cerca de usted, es una vida, y una herencia, y una unión tan grandes, y tan profundas, que sobrepasa el valor de todas las demás relaciones humanas y de todas las herencias, y nunca puede terminar.

Esto es lo primero que debía verse: La unidad del cuerpo de Cristo es creada en Jesucristo.

2. En Cristo Se Valora la Individualidad

Segundo, en Cristo se valora la individualidad. Mire nuevamente el versículo 5 y enfóquese en la segunda mitad del versículo: «así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros».

Pudiera argumentarse que el enfoque de Pablo en el individuo aquí, es realmente para enfatizar que cada uno de nosotros es parte de la unidad colectiva llamada el cuerpo, y que cada uno de nosotros está relacionado con los demás miembros del cuerpo. Así que alguien pudiera decir: aquí no se ve un énfasis sobre el valor de la individualidad, por el contrario, el énfasis está en que el cuerpo es todo lo que cuenta.

Pero conociendo lo que dicen los versículos 6-8, no creo que esa afirmación sería cierta. El versículo 6 dice: «Pero teniendo dones que difieren, según la gracia que nos ha sido dada”. Ese es un esfuerzo consciente de mostrar explícitamente nuestras diferencias individuales creadas y dispuestas por la gracia de Dios. Luego Pablo enumeró diferentes dones en los versículos 7-8. Así que no sería justo decir que Pablo está tratando de minimizar nuestra individualidad y solo enfatizar la realidad corporativa del cuerpo.

¿No hubiera sido mejor decirlo así?: Pablo está diciendo que nuestra verdadera individualidad se encuentra, se experimenta, se descubre, en las relaciones interpersonales del cuerpo de Cristo. Piense en el versículo 5b: «e individualmente miembros los unos de los otros». Miembros (partes) unos de los otros. Uno por uno. Individualmente. Esto es lo que Pablo está diciendo: Yo soy parte de ustedes. Ustedes son parte de mí. Yo soy como sus ojos, u oídos, o manos, o pies. Y ustedes son como mis ojos, o mis oídos, o mis manos, o mis pies. Cada individuo, dice Pablo, es parte de los restantes individuos del cuerpo.

Esto es lo más sorprendente: Es quien yo soy. Yo soy parte de ustedes. Lo que significa que mi individualidad, mi identidad individual, según Dios me ha creado, no puede ser conocida sino al servirles a ustedes mientras yo confío en Cristo. Y la identidad de ustedes no puede ser conocida sino al servir a otros, y mientras ustedes confían en Cristo. Es lo que hacen las manos, los pies, los oídos y los ojos. Sirven. Por esta razón tenemos dones.

Pablo valora tanto la individualidad que no yerra al decirnos cómo puede darse a conocer nuestra individualidad, es decir, al vivir relaciones interpersonales con otros y al servir y ser servidos en el cuerpo de Cristo. Y entonces, a partir de esa posición e identidad (como veremos más adelante en el capítulo), expresamos nuestra identidad individual con Cristo en relación con el mundo. Amen a otras personas con todo su corazón y confiando en Cristo, y descubrirán quiénes son ustedes mismos.

Por tanto el primer punto era que la unidad del cuerpo de Cristo es creada en Jesucristo. Y el segundo punto era que la individualidad es valorada en Cristo, de hecho, es descubierta en el cuerpo de Cristo.

3. La gracia de Dios Sustenta Todo Ministerio en Cristo

Ahora, tercero, la gracia de Dios sustenta todo ministerio en Cristo. Ya lo vimos la vez anterior, y por esa razón solo lo puntualizaré y terminaré con dos aplicaciones. Versículo 6: «Pero teniendo dones que difieren, según la gracia que nos ha sido dada”. Lo que seamos en nuestra individualidad diferenciada, lo somos por gracia. Quizás usted piense que no. Quizás usted no aprueba aquello en que Dios le ha convertido por el bien de su cuerpo. Quizás usted piensa que Dios cometió un error. O que él es cruel. No creo que sea un problema fundamentalmente de auto-estima. Es fundamentalmente un problema de estimación a Dios. ¿Confiará usted en él sabiendo que su individualidad es una obra de gracia? Usted es un don de gracia para la iglesia. Usted lo descubrirá cuando comience a amar la iglesia de manera práctica.

Dos Implicaciones

Ahora, dos implicaciones. La primera tiene que ver con la armonía racial y la diversidad étnica en el cuerpo de Cristo. Escuche Efesios 3:6 donde Pablo representa las implicaciones étnicas de estar en Cristo: «los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio».

Esto significa que la unidad del cuerpo de Cristo creado en Cristo incluye a las naciones. A todas las razas y todos los grupos étnicos. Al ser unidos con Cristo, ellos son unidos a mí, y a usted. Y como Pablo no hace una corrección para distinguir entre el cuerpo de Cristo local y el cuerpo universal de Cristo, hay una implicación para nosotros aquí.

El significado muy simple para Bethlehem es que pensamos que esta realidad debiera ser visible en nuestra iglesia. Dios es soberano, y Dios tiene mucha gracia. Ubica a su pueblo como desea. Significa que no somos los edificadores supremos del cuerpo de Cristo. Pero sí significa es que nosotros, firmemente, y con fe y esperanza, oramos y trabajamos para lograr la diversidad étnica y la armonía en Cristo en esta iglesia. Creemos que es un gran honor a Cristo. Les invito a unirse a nosotros en esta oración y en esta obra.

La última aplicación de este mensaje es que  creemos que la participación en un pequeño grupo pastoral, les ayudará a convertirse en quien Dios determinó que fueran en Cristo Jesús, y les ayudará a alcanzar la visión de Dios para nosotros mientras ministramos mutuamente en el cuerpo de creyentes con variados dones. La imagen bíblica es clara: ser cristiano, pertenecer a Jesucristo, es ser parte de su cuerpo e «individualmente miembros los unos de los otros». Por esa razón tenemos grupos pequeños, y por esta razón trabajamos fuertemente para ayudarles a encontrar uno que les libere para servir y ser servidos en relaciones de amor.

Es un llamado sorprendente, y una identidad sorprendente: estar en el cuerpo de Cristo y ser individualmente miembros unos de otros. Hay más de lo que usted ha soñado alguna vez y que debe ser descubierto acerca de usted mismo en Cristo. Y Cristo será más y más honrado en cada descubrimiento que usted haga.

By John Piper. © Desiring God. Website: ministros.org

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