Practicando los valores del reino de Dios

Base Bíblica: Santiago 2:1-13

Y vaya que se usa mucho en nuestras relaciones interpersonales principalmente en el pueblo no cristiano, ya que queda muy bien en los valores del mundo sin Cristo, pero ¿será posible que aún en nuestras Iglesias observemos ese refrán?

¿Será posible que los valores del mundo inconverso penetren cada día mas los valores que como cristianos debemos practicar? ¿que dice la Biblia a este respecto? ¿Hay algún ejemplo de Jesús para seguirlo? ¿Cuales son los valores que debemos practicar en la Iglesia, con nuestros hermanos en la fe, y aún con aquellos que no conocen de Dios? Veamos a la luz de la Palabra de Dios cuatro aspectos que nos pueden ayudar a recordar los valores celestiales que Dios nos pide para no hacer acepción de personas, no solo dentro del templo sino fuera de el.

1.-VALOREMOS EL SER IGUALES ANTE DIOS v.1-4
(1)“Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.
(2) Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida , y también entra un pobre con vestido andrajoso,
(3) y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: siéntate tú aquí en buen lugar, y decís al pobre: estáte tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;

(4)¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?” Santiago dice aquí que una de las características de los creyentes en Cristo es tratar a todos por igual, y les pone un ejemplo muy claro al respecto, sobre el trato preferencial que se daba al rico sobre el pobre. Dios envió a su Hijo a morir por todos (Jn.3:16). Jesús quien vino a reimplantar los valores espirituales, era reconocido aún por sus enemigos como una persona que no hacía acepción de personas ( Lc.20:21… y que no haces acepción de personas..”); el apóstol Pedro como creyente en Cristo, tuvo que reconocer con todo y su orgullo judío que el evangelio era también para los gentiles cuando dijo allá en Hechos 10:34b: “….en verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas”.

Esto estaba escrito también en la ley allá en Dt. 10:17, 2 Cr. 19:7. Aparte que al discriminar a la gente nos estamos convirtiendo en jueces que debiendo ser imparciales, no lo estamos siendo por intereses malos, pues sabemos que tratando al rico de una manera distinguida probablemente obtendremos algún beneficio de el. Aunque el mundo nos trate según nos ve, nosotros debemos reimplantar el trato sin acepción de personas, pidamos al Señor la sabiduría suficiente para tratar a todos por Igual. Tratemos a todos igual, porque una Iglesia que practica los valores espirituales del reino de Dios, valora el ser iguales ante Dios.

2.-VALOREMOS LA RIQUEZA ESPIRITUAL v. 5-7 “
(5) Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?
(6) Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos mismos que os arrastran a los tribunales?

(7)¿No blasfeman ellos en buen nombre que fue invocado sobre vosotros?. A los receptores de la carta de Santiago les interesaba mas que todo la riqueza material, habían perdido su visión espiritual pues lo único que veían era lo externo, les importaba la apariencia externa. El trato preferente hacia la gente rica por sobre la gente pobre, era tan marcado que prácticamente era una humillación para los pobres, y esto se acentúa mas, cuando se sobreentiende que estas personas que hacían gala de su riqueza no eran cristianas y en los trabajos, en los tribunales, no tenían ninguna consideración hacia ellos, no tenían respeto para con Dios.

Se estaban cuidando sin duda otros intereses pues al quedar bien con los ricos y poderosos, sin duda esperarían les devolvieran el favor en alguna oportunidad en el trabajo o en los tribunales. Les importaba el «peso», pero no el espiritual precisamente. Probablemente Santiago al escribir este pasaje, junto con las enseñanzas de Jesús, tenía en mente Isaías 66:1 “…….miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi Palabra”, palabras estas reafirmadas por Jesús en el sermón del Monte ( Mt. 5:3). “Lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia” 1 Co. 1:27-29.

Dios ve nuestro interior, Dios ve no lo que somos , sino lo que podemos ser. Dios escoge al pobre, al humilde, al que está viviendo al día y que tiene que aprender a depender de Dios, pues sabe que solo El puede suplir sus necesidades , por eso la gente pobre es mas receptiva al evangelio, porque difícilmente es autosuficiente, son pobres materialmente pero ricos en fe. No dejemos que en nuestras relaciones interpersonales las riquezas materiales o lo que les rodea, opaquen las riquezas espirituales que existen en cada persona, una Iglesia que practica los valores espirituales del reino de Dios, valora la riqueza espiritual de las personas. 3.-VALOREMOS EL AMOR AL PROJIMO. v-8-11

(8)” Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a tí mismo, bien hacéis,

(9)pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores

(10) porque cualquiera que guardare toda la ley pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.

(11) Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley”. Esos ricos que ni cristianos eran, habían hecho que los cristianos a los que escribe Santiago llegaran a pecar contra Dios al hacer distinción de personas, y para que no tuvieran excusa ni pretexto para defenderse, les recuerda la Escritura. La ley decía en Levítico 19:18 “amarás a tu prójimo”, Jesús lo dijo en Mt. 22: 39-40 y Pablo lo menciona en Romanos 13:10 , “el cumplimiento de la ley es el amor”.

Al hacer distinción de personas se estaba quebrantando el amor al prójimo y por consiguiente se estaba pecando contra Dios. Si se ama a Dios, se ama al prójimo, así que toda la ley se puede resumir en el amor. No dejemos que intereses y valores distintos al Reino de Dios afecten nuestras relaciones con El al grado de no ver su imagen en nuestro prójimo al no amarlo y hacerlo a un lado . Revaloremos el amor al prójimo amando mas a Dios. 4.-VALOREMOS LA MISERICORDIA. v. 12-13

(12) “Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.
(13) Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia, y la misericordia triunfa sobre el juicio. Al estar haciendo acepción de personas estaba negando con sus actos una de los atributos de Dios que ellos mismo habían experimentado de parte de El en sus vidas: la misericordia. No estaban haciendo lo que decian que hacían o se supone debían hacer. El Señor mismo lo dijo varias veces: “Misericordia quiero y no sacrificio” Mt 9:13 .

Sin duda que estos judios cristianos como aquellos a los que el Señor criticó y como muchos de nosotros, diezmaban..” la menta, el eneldo y el comino, y dejaban lo mas importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe”. (Mt. 23.23). Santiago les reafirma lo dicho en 1:22 “ sed hacedores de la Palabra y no tan solamente oidores”,. Ellos se estaban saliendo de los límites puestos por Dios y les dice Santiago: manténganse en la completa libertad que Dios les ha dado dentro de los límites de la su ley, la de la libertad, que es mucho mas que suficiente para el correcto desarrollo del hombre.

Si decimos que amamos al prójimo lo trataremos con misericordia, sin juzgarle por su apariencia externa, porque ante Dios todos somos iguales, pero si olvidamos la misericordia de Dios para con nosotros y juzgamos severamente a los demás al grado de discriminarlos, no importa que tan fieles seamos en otros aspectos, Dios permitirá que seamos tratados de la misma manera en el transcurso de nuestra vida aquí en la tierra y por el cuando le demos cuantas, porque con la misma medida con que medimos seremos medidos. Una iglesia que practica los valores espirituales del reino de Dios, no olvida la misericordia de Dios hacia cada uno de nosotros y por consiguiente hacia los demás. “ Se dice que Ghandi el gran pacificador Indú, en sus dias de estudiante se impresionó mucho al leer los evangelios, y que pensó seriamente en bautizarse y ser miembro de una Iglesia cristiana.

Pensaba que en el cristianismo estaba la solución a los prejuicios raciales y a las diferencias entre los ricos y pobres que afectaba al la India y al Africa del Sur. Un domingo por la mañana , Ghandi fue a una Iglesia cristiana que estaba cerca y tenía el propósito de hablar con el pastor sobre sus inquietudes al terminar el culto. Pero cuando entró en el templo, la comisión de recepción se le quedó viendo y se negó a proporcionarle un asiento, sugiriéndole con toda amabilidad que se fuera a una Iglesia de negros donde sin duda le dejarían entra sin ningún problema .

Ghandi salió de aquel templo para no volver mas y pensó: “Si también los cristianos tiene diferencias de clase permaneceré siendo hindú, y desde allí atacaré el mal”. Mucha gente llega a nuestra Iglesia esperando un trato diferente al que el mundo le ha dado: y claro que se lo podemos ofrecer practicando los valores del reino de Dios: valoremos el ser iguales ante Dios, valoremos la riqueza espiritual de las personas, valoremos el amor al prójimo y valoremos la misericordia de Dios para cada uno de nosotros, si hacemos estas cuatro cosas, jamas haremos acepción de personas, pues todas las personas que lleguen a nuestra Iglesia o a nuestra vida serán Bienvenidas.

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