SALMOS QUE EXPRESAN LO QUE SENTIMOS

Difícilmente exista alguna persona que comparta la fe cristiana, y no recuerde al menos una frase (versículo) del libro de los salmos de la Biblia. Es que sin duda el libro de los Salmos ha sido a través de la historia, la literatura más utilizada en el tiempo para la vida devocional y la adoración, desde siglos antes de Cristo hasta el presente.

Tradicionalmente hemos conocido al libro de los Salmos como el “libro de las Alabanzas” (Sefer tehillim). Los hebreos lo llamaron con este nombre para designar su propósito que es la alabanza a Dios. Sin embargo, fueron los traductores griegos quienes le otorgaron el nombre Salmos (Psalmoi) que significa “cantos con acompañamientos de instrumentos de cuerda”. Fue de esta expresión que salió el título “Salterio”.

El libro de los Salmos también es conocido como “Los salmos de David”, ya que su nombre (David) está vinculado a casi la mitad de ellos, y sin duda se cree que inspiró muchos más. Sin embargo, se ha comprobado que hubieron muchos más autores de salmos, y por tradición se ha reconocido que fue el sacerdote Esdras quien compiló la mayoría de todos ellos.

Aunque los salmos son conocidos como alabanzas, cuyas letras han sido utilizadas históricamente para el culto tanto del pueblo Israel como de la Iglesia, así como en la vida devocional colectiva y privada; en ellos se encuentra un alto contenido de sentimientos y reacciones emocionales ante Dios, frente a los gozos, tristezas, e innumerables pruebas de la vida.


“Desde el regocijo a la tristeza, y de la frustración a la ira profunda, los salmos dan voz a las emociones profundas de la vida humana”, esto es según Crosswalk (Medina, s.f)

Es por esta razón que los Salmos son tan especiales para nosotros, ya que nos permiten identificarnos con situaciones que vivimos cotidianamente, y con aquellos sentimientos y emociones que expresamos y que son parte de la vida humana: alegría, gozo, tristeza, angustia, soledad, abandono, culpa, arrepentimiento, gratitud, confianza, frustración, ira, venganza; son algunas de las expresiones sentimentales que se pueden encontrar en los salmos.


“El lenguaje de los salmos es más del corazón que de la mente” (Ellisen, 1990).

¿LE IMPORTA A DIOS LO QUE SENTIMOS?


“Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo”. Salmos 103:14 (RV60)


La respuesta a esta pregunta es SI. A Dios le importa cada uno de nuestros sentimientos. Debido a que Él conoce nuestra condición humana y sabe a todas las batallas emocionales a las que nos enfrentamos día tras día, Dios nos comprende y está dispuesto a ayudarnos para salir victoriosos. Como un Padre amoroso, nuestro Creador no nos juzga por lo que sentimos, sino que espera que nos acerquemos a Él confiados para buscar la paz emocional y espiritual que tanto necesitamos.

UN MANUAL PARA ORAR (REZAR)


Comúnmente los Salmos han sido utilizados como un manual de referencia para nuestras oraciones ¿Sabes porque? Porque precisamente los salmos describen con exactitud y crudeza muchas de las emociones que sentimos y que no sabemos comunicar o expresar ante el Señor. Algunos salmos contienen fuertes notas de angustia que evocan lamento y gritos de socorro a Dios. Otros presentan gratitud y confianza de que Dios le librará de la situación que está atravesando.

Es por todo lo anterior que se considera la lectura de los salmos como una guía para enseñarnos sobre la salud emocional, ya que los salmos nos pueden ayudar a descubrir cómo ser fieles al Señor y aprender a confiar en Sus Promesas aun cuando estamos experimentando emociones negativas y desagradables.

SALMOS QUE MANIFIESTAN SENTIMIENTOS Y EMOCIONES.
Los autores de los salmos, dejaron plasmados muchos de los sentimientos que nos albergan a los seres humanos. Desde la gratitud, la confianza en Dios y la esperanza, hasta la frustración, el sentirse traicionado y la venganza. Sin embargo y aunque en los salmos se hallan expresados muchos sentimientos negativos, es más que un manual de quejas y lamentos, sino de expresiones humanas mueven al hombre a un nivel más elevado de confianza en Dios y a esperar en Su liberación. Por esta razón, los salmos son un ejemplo de la verdadera batalla de los piadosos en un mundo lleno de adversarios, hasta encontrar descanso y liberación mediante una confianza total en Dios.

ALGUNOS SALMOS QUE EXPRESAN EMOCIONES Y SENTIMIENTOS.
Es inevitable identificarnos con las expresiones sentimentales que se encuentran en los salmos. A continuación encontrarás muchas de ellas, y en las cuales estoy seguro que también te identificaras:
“Tú diste alegría a mi corazón Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado”. Salmos 4:7-8.
Este salmo expresa un sentimiento de confianza hacia Dios quien le ha librado de situaciones difíciles.

Fíjate en la mezcla de sentimientos del siguiente salmo:
“¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con tristeza en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío; Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte;
Para que no diga mi enemigo: Lo vencí. Mis enemigos se alegrarán si yo resbalara.
Mas yo en tu misericordia he confiado; Mi corazón se alegrará en tu salvación.
Cantaré ha Jehová, porque me ha hecho bien.” Salmos 13:1-6.

La pregunta ¿Hasta cuándo? abre la conversación con Dios en este salmo. Aquí se muestra a un hombre que se siente abrumado por lo que está viviendo, deseando que Dios lo libre de su angustia, pero anhelando también no ser objeto de burla de sus enemigos. Al final del salmo, este hombre expresa su confianza en Dios con la esperanza de que verá la mano de Dios en su vida, concluyendo con una alabanza.
¿Te has identificado con el abundante contenido emocional de este salmo?

Observa el siguiente:
“Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen; Contra mí piensan mal, diciendo de mí:
Cosa pestilencial se ha apoderado de él; Y el que cayó en cama no volverá a levantarse.
Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar”. Salmos 41:7-9.

Este fragmento del salmo 41, muestra a un hombre que siente que ha sido traicionado. Sin embargo al final de este salmo concluye con una alabanza:
“Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, Por los siglos de los siglos. Amén y Amén”. Salmos 41:13.

También hay salmos que expresan culpa, frustración y desesperanza a causa del pecado cometido:
“Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.
Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí.
Hieden y supuran mis llagas, a causa de mi locura”. Salmo 38:3-5.

También encontramos expresiones de angustia como un grito que sale del alma hacia a Dios:
“Sálvame, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta mi alma” Salmo 69:1
“Oh Dios, acude a librarme; Apresúrate, oh Dios a socorrerme” Salmo 70:1

Pero lo más maravilloso de todo esto, es que encontramos también la respuesta de Dios reflejada en los salmos en medio de aquellas circunstancias:
“En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos” Salmo 18:6.

“Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores”. Salmo 34:4
“Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor”. Salmo 40:1.

“A Jehová clamé estando en angustia, y él me respondió” Salmo 120:1
“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová; Que hizo los cielos y la tierra”. Salmo 121:1-2.

EL PROPÓSITO DE LOS SALMOS.


Aunque los salmos han sido por generaciones un medio de expresión al pueblo de Dios en todo el campo de la experiencia humana para poder expresar sus sentimientos y deseos a Dios con palabras tan significativas y llenas de emoción, también ha sido un medio de consuelo, esperanza, aliento y ánimo, de que Dios no nos abandona, y que aunque estemos experimentando emociones negativas, nuestra confianza en Dios siempre ha de colocarse por encima de nuestros sentimientos, ya que Él ha prometido que nos ayudará, y que “…nada nos faltará” Salmo 23:1; porque “…Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” (Salmos 100:3).

Dios te bendiga grandemente!!!

  • Referencias:
    Ellisen, S. (1990). Hacia el conocimiento del Antiguo Testamento. Editorial Vida: Florida.
  • Medina, S. (s.f). 3 enseñanzas de los salmos sobre la salud emocional. Mi Alma. Disponible en: https://mialma.live/inspiracion/3-ensenanzas-de-los-salmos-sobre-la-salud-emocional-20201122-0022.html
  • Casa Bautista de Publicaciones (1997). Comentario Bíblico Mundo Hispano. Editorial Mundo Hispano: El Paso, Texas.
  • Sociedades Bíblicas Unidas. (2008). La Biblia Pastoral RVR 1960.

Por Alexander Guerrero H.

Escritor, Conferencista y Consultor Organizacional