Trabajad, no por el Alimento que Perece

Juan 6:22-29

Al día siguiente, la multitud que había quedado al otro lado del mar
se dio cuenta de que allí no había más que una barca, y que Jesús no
había entrado en ella con sus discípulos, sino que sus discípulos se
habían ido solos.  Vinieron otras barcas de Tiberias cerca del lugar
donde habían comido el pan después de que el Señor había dado gracias.

 

Por tanto, cuando la gente vio que Jesús no estaba allí,
ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y se fueron a
Capernaúm buscando a Jesús.  Cuando le hallaron al otro lado del mar,
le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? Jesús les respondió y dijo: En
verdad, en verdad os digo: me buscáis, no porque hayáis visto señales,
sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado.  Trabajad,
no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para
vida eterna, el cual el Hijo del Hombre os dará,  Porque a éste es a
quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello. Entonces le dijeron: ¿Qué
debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió
Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis en el que El ha
enviado. 

Nuestro enfoque hoy estará en el versículo 27, donde Jesús dice:
"Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que
permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre os dará, Porque a
éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello." ¿Qué quiso
decir Jesús con que Dios ha marcado con su sello al Hijo del Hombre?
¿Qué  quiso decir cuando dijo que debiéramos trabajar por el alimento
que permanece para vida eterna? ¿Qué quiso decir cuando dijo que no
debiéramos trabajar por el pan que perece?

Éstas son las tres preguntas principales para hoy, y ellas se
relacionan directamente con nuestra situación en la vida. ¿Qué hacer
para tener vida eterna? ¿Qué hacer con el trabajo diario, en la
oficina, en la casa, en la escuela, para que no se diga que trabajamos
por el alimento que perece?

Un Mensaje Público y Personal

Pero primero, veamos el contexto con claridad. El día antes, en los
versículos 1-15, Jesús había cruzado hacia el lado oriental del Mar de
Galilea y había alimentado cerca de cinco mil personas con cinco panes
de cebada y unos pocos peces. Era una señal que señalaba a sí mismo como el Pan de Vida.

  • Versículo 35: "Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no
    tendrá hambre."
  • Versículo 41: "Yo soy el pan que descendió del cielo.”
  • Versículo 48: "Yo soy el pan de la vida."
  • Versículo 51: "Yo soy el pan vivo que descendió del cielo si
    alguno come de este pan, vivirá para siempre."
  • Versículo 55: "mi carne es verdadera comida."

Éso era lo que señalaba el milagro de los panes y los peces. También
estaba señalando, específicamente, el hecho de que Jesús siempre estará
allí para sus discípulos, para cuidarles personalmente. Él lo muestra
al provocar que queden doce canastas llenas al final, una para cada
apóstol. Así que el milagro tenía un mensaje público para todos, y una
lección personal para los apóstoles.

Las Multitudes No Comprenden la Señal

Públicamente, estaba diciendo: Yo soy el pan del cielo. De la misma
forma en que Dios envió el maná en el desierto para sustentarles con
vida, me ha enviado al mundo para dar vida, vida eterna. Y
personalmente, estaba diciendo a los apóstoles: sírvanme con fidelidad,
y nunca les faltará lo que necesiten. Seré para ustedes todo lo que
necesiten, aun en la hora del sufrimiento y la muerte.

Pero el pueblo no vio la señal de esa manera. No la comprendieron. Y
por eso, en el versículo 15, se dice: "se retiró otra vez al monte El
solo."

Jesús Estará Presente para Usted

Después, aquella tarde, los discípulos suben a un bote y se encaminan
hacia Capernaúm en el lado occidental del mar, dejando a Jesús detrás.
La gente les ve irse, pero no saben dónde está Jesús. Cuando un gran
viento amenaza a los discípulos en el mar, a unas tres millas de la
costa, Jesús viene a ellos caminando sobre las aguas. Ellos están
atemorizados, pero él se identifica, y gozosamente le suben al bote.

Y yo argumentaba que el propósito de aquella historia dentro de la
historia, era tener a Jesús dentro del bote, con ellos; porque Juan
realmente estaba haciendo el mismo énfasis que hacía con las doce
canastas sobrantes. Jesús hará lo que sea necesario para estar para
nosotros allí en nuestros problemas. Puede parecer distante e
inaccesible, como un amigo con buenas intenciones pero incapaz, en la
orilla, mientras estamos a punto de ahogarnos a tres millas dentro del
mar. Pero hay una diferencia. Jesús hace pan de la nada, y Jesús camina
sobre el agua. Jesús estará presente para usted. Nada le podrá detener.
Y lo que da, por encima de todo, es a sí mismo.

Jesús, ¿Desafiante y Crítico?

En la mañana, la multitud no podía encontrar a Jesús, y por tanto,
según el versículo 24, cruzaron el mar hacia Capernaúm, buscándole. Y
le encontraron en la sinagoga. Lo sabemos porque el versículo 59 dice:
"Esto dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Capernaúm.”

Versículo 25: "Cuando le hallaron al otro lado del mar, le dijeron:
Rabí, ¿cuándo llegaste acá?" Estaban perplejos por cómo él había sido
dejado atrás por sus discípulos, y sin embargo, se las arregló para
cruzar el mar. Pero Jesús no ve que la pregunta sea una señal
esperanzadora. Es muy desafiante y crítico. Versículo 26: "En verdad,
en verdad os digo, me buscáis, no porque hayáis visto señales, sino
porque habéis comido de los panes y os habéis saciado."

Obsesionados con el Producto, No con la Persona

¿Qué significa?  Significa que, cuando Jesús alimentó a los cinco mil
con cinco panes y unos pocos peces, esto fue una señal, es decir, fue
como una explosión de gloria saliendo de la persona de Jesucristo. Fue
como un rayo de luz saliendo de Jesús. Y cuando las multitudes vieron
los panes y sintieron los placeres de tener sus estómagos llenos, y
pensaron en cómo sería tener un rey que llenara sus estómagos de esa
forma cada día, se sintieron estremecidos de gozo.

Pero, lo que no hicieron, cuando miraron la señal, fue dejar que sus
ojos subieran por el rayo de gloria, desde el placer de sus vientres
hacia el Tesoro de Cristo. No siguieron el rayo de luz hasta descubrir
la belleza del sol que lo emitía. Se obsesionaron con el producto del milagro, no con la persona del milagro. Y así la señal
dejó de ser señal para ellos. Y Jesús dijo: "me buscáis, no porque
hayáis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os
habéis saciado." Estaban emocionados por el pan como placer, no por
Cristo como Tesoro.

Jesús es el Tesoro, los Dones no Son el Tesoro

Este evangelio es escrito para revelar la gloria de Cristo, no
principalmente para revelar la gloria de sus dones, para que no
cometamos este error, sino que veamos a Cristo mismo como nuestro
Tesoro, nuestro pan del cielo que todo lo satisface, y tengamos vida
eterna.

Así que éste es el camino que Jesús tomará en el versículo 27, en el
cual nos enfocaremos en el tiempo que nos queda. Dice: "Trabajad, no
por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para
vida eterna, el cual el Hijo del Hombre os dará,  porque a éste es a
quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.” Veamos, entonces, estas
cláusulas una a la vez. 1) "a éste es a quien el Padre, Dios, ha
marcado con su sello.” 2) "Trabajad  por el alimento que permanece para
vida eterna;" 3) "Trabajad, no por el alimento que perece."

1) El Sello del Padre Sobre Jesús

Primero, la última cláusula del versículo 27: "a éste es a quien el
Padre, Dios, ha marcado con su sello.” Creo que, en su sentido supremo,
esta frase significa que Jesús lleva la marca de Dios porque él es
Dios.  Pero más directamente, probablemente, está diciendo que Dios ha
autorizado a su Hijo, como el Hijo del Hombre, para ser el Mediador de
vida eterna. Él le envió; Jesús daría su carne por la vida del mundo
(versículo 51); resucitaría de los muertos (Juan 10:18); y daría vida a
otros. Dios dio su autoridad al Hijo como Hijo del Hombre. Puso su
sello divino, o marca de autoridad sobre él.

Es lo mismo que leemos en Juan 5:19-27…

Porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual
manera.   …. Porque así como el Padre levanta a los muertos y les da
vida, asimismo el Hijo también da vida a los que El quiere… el
Padre… todo juicio se lo ha confiado al Hijo…Porque así como el Padre
tiene vida en sí mismo, así también dio al Hijo el tener vida en sí
mismo; y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es el Hijo del
Hombre. 

Así que el sello de Dios es la autoridad de Dios conferida a su Hijo,
como Hijo del Hombre, para dar vida eterna a quien quiera.

2) El Alimento que Permanece

Ahora, la segunda cláusula en el versículo 27: "Trabajad (…) por el
alimento que permanece para vida eterna.” Veámoslo en su contexto.
Versículo 27: "Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el
alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre os
dará." ¿Qué significa?

La clave se encuentra en los versículos 28-29: "Entonces le dijeron:
¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?"  Ahora,
esta pregunta viene a continuación de lo que Jesús había dicho. Él
había dicho: Trabajen, u obren,  por la comida que permanece para
vida eterna
. Y ellos preguntaron: ¿cómo? ¿Cuáles son esas obras?
¿Cómo se trabaja por el pan que da vida eterna?

Haciendo la Obra de Dios: Creer

Jesús responde en el versículo 29: "Esta es la obra de Dios: ," es
decir, éste es el tipo de trabajo que se hace para complacer a Dios, y
recibir el pan que da vida, ésta es la obra que deben hacer, a saber:
"que creáis en el que El ha enviado.” 

Entonces: ¿qué significa trabajar por el alimento "que permanece para
vida eterna"?  Jesús dice en el versículo 29 que es creer en Jesús
como el pan que Dios ha enviado desde el cielo para dar vida al mundo.
"Que creáis en el que El ha enviado.” 

Prueba y Ve

Allí están ellos, parados delante del Pan de Vida, Jesucristo, el
Alimento infinitamente valioso, infinitamente bello, infinitamente
satisfactorio que permanece para vida eterna, quien da vida eterna. Y
preguntan: ¿qué tipo de obras quiere Dios que hagamos a fin de que
podamos tener el Pan de Vida? Y Jesús dice, en esencia: si no ven a la
persona que está delante de ustedes, como realmente es, ninguna obra
que hagan hará que él sea su Tesoro. No necesitan hacer obras,
necesitan probar y ver. Coman. Crean.

"Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de
llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su
nombre," es parte de lo que Juan dijo en Juan 1:12. Creer es recibir.
Creer es verle como el Alimento que es, y comer. Es decir, aceptarle en
su alma, su vida, tal como él es, el Tesoro que da vida y que todo lo
satisface.

Las Obras son Trastornadas

Así que Jesús toma la idea de obrar para este alimento ("¿Qué
debemos hacer para poner en práctica las obras de
Dios?") y la vira al revés. Si un banquete es puesto delante de
ustedes, y no lo ven como un banquete, nada que hagan para Dios lo
convertirá en un banquete. Lo ven y lo comen libremente y viven. O
mueren. Jesús es ese banquete. Los que comen, es decir, creen, viven
para siempre. Los que no, perecen. "Esta es la obra de Dios: que creáis en el que Él ha enviado.”

3) El Alimento que Perece

Finalmente, ¿qué significa la primera cláusula del versículo 27?
"Trabajad, no por el alimento que perece."  En el versículo 26, Jesús
dijo que estas personas estaban utilizando una gran cantidad de energía
para perseguirle, primero de un lado del Mar de Galilea, y luego en el
otro. ¿Y por qué? Porque habían comido hasta saciarse. Les había
satisfecho el producto de este milagro, no la persona. "Me buscáis, no
porque hayáis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os
habéis saciado."

Éste es el contexto de sus palabras en el versículo 27: "Trabajad, no
por el alimento que perece." Es lo que ellos están haciendo. Pero creo
que Jesús está generalizando aquí para nosotros, y también para ellos.
Está diciéndonos: "No trabajen por el alimento ordinario de los
hombres
. Entonces, ¿qué quiere decirnos?

Lo Que no Quiere Decir

Sabemos lo que no quiere decir: Dejen sus trabajos. Dejen de trabajar.
Lo sabemos porque todo el Nuevo Testamento asume y recomienda la
dignidad del trabajo. Pablo dice, en Efesios 4:28: "El que roba, no
robe más, sino más bien que trabaje [¡], haciendo con sus manos lo que
es bueno [!], a fin de que tenga qué compartir con el que tiene
necesidad."  Por tanto, no crean que Jesús dice: dejen sus trabajos.

Y no crean que quiere decir: No traigan a casa el pan de sus trabajos.
Cuando dice: "Trabajad, no por el alimento que perece," no quiere decir
que no debiéramos ganarnos la vida, y traer el pan que perece para que
nuestras familias puedan comer y continuar trabajando.

Lo sabemos porque Pablo dice a los vagos de Tesalónica: "Si alguno no
quiere trabajar, que tampoco coma.”  Lo que significa: la forma normal
de comer el pan que perece es trabajar por él. Por tanto: "Trabajad,
no por el alimento que perece, ," no significa que no debamos hacer
dinero y usarlo para poner alimentos en la mesa.

¿Qué Significa?

Entonces, ¿qué significa? Bien, ¿qué cambia cuando usted cree en aquel a
quien Dios ha enviado? ¿Qué cambia cuando usted prueba y descubre a
Jesús, el Pan del cielo que todo lo satisface?

El versículo 27 dice que este pan es el "alimento que permanece para vida
eterna
.”  Por tanto, en nosotros ocurren dos cambios: primero,
se añade un nuevo capítulo a nuestra vida de trabajo, es decir, la
eternidad. Ahora usted vivirá gozosamente para siempre con la mente
puesta más allá de la tumba. Y segundo, se añade un nuevo Tesoro a
nuestro corazón, un millón de veces más precioso que cualquier cantidad
de dinero o que cualquier cosa que el dinero pueda comprar. Jesús dijo:
"donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón" (Mateo 6:21).
El Pan de Vida es el Tesoro de nuestros corazones.

Cambia un Poco de Todo

Así que nuestros ojos son abiertos, vemos a Jesucristo como el Hijo de
Dios crucificado y resucitado, y probamos y conocemos que él es el Pan
de Vida; comemos, es decir, creemos ¿Y el resultado? Permanecemos en
nuestros trabajos (la mayoría de nosotros, 1 Corintios 7:24), y cambia
un poco de todo. Simplemente ocurre. La comida que perece ya no domina
nuestra mente. Cristo domina nuestra mente como el Tesoro supremo. Y si
las cosas se enfrían, recordamos que viviremos para siempre.

Trabajando con Celo, Excelencia, y Gozo

Así que vamos hacia el trabajo, pero ahora no estamos dominados por el
deseo del pan que perece por temor a perderlo. Ahora vamos a trabajar
conociéndole a él, confiando en él, atesorándole, satisfaciéndose en
él, con el corazón, empeñados en exaltarle en cada aspecto de nuestra
vocación.

Manteniendo en perspectiva la vida eterna y comiendo el Pan de Vida
durante todo el día, no les hará ser obreros holgazanes. No les
convertirtirá en obreros de mala calidad. No les convertirá en obreros
melancólicos. Traerá celo, y excelencia, y gozo al trabajo, porque le
conocen a él, confían en él, le atesoran, y se proponen exaltarle. Y
saben que todo lo que hagan en su nombre y para su gloria, desde
limpiar el baño hasta dirigir la sala de juntas, todo será recompensado
eternamente y para siempre en la nueva tierra.

Un Banquete Cuando Todo lo Demás Falla

No seremos llevados por el éxito económico, o por un gran pago, o por
las posiciones de poder, o por la lujuria, o por los fines de semana, o
por la pasión por el retiro. Porque cada día Jesús estará dentro del
bote. Él será un banquete para nosotros cuando todo lo demás falle.

Y no tendremos la frágil esperanza de unos pocos años de retiro en la
vejez, sino la certeza absoluta de una cabaña eterna en el lago con
Jesús. Y no seremos demasiado viejos para disfrutarlo. Seremos
eternamente jóvenes. Y el crucero oceánico eterno con Jesús. Y el
atardecer eterno junto al fuego con un buen libro y con Jesús. Y el
hecho de que no necesitamos tener estas cosas ahora (porque sabemos que
lo tendremos eternamente), lo cambia todo.

En resumen.

  • Dios puso su sello sobre Jesús, el Hijo del Hombre, como el
    Mediador de vida eterna.
  • Jesús se ofrece a sí mismo gratuitamente como el alimento que
    permanece para vida eterna y ningún número de obras para Dios
    pueden hacernos verle como un banquete. Él es gratuito. Él hizo la
    obra en la cruz. Todo lo que podemos hacer es comer, en otras
    palabras, es creer, y vivir.
  • Y cuando comemos, cambiamos en dos sentidos: se añade un
    nuevo capítulo a nuestras vidas: la eternidad; Y un nuevo Tesoro
    domina nuestros corazones: Jesús. Y él lo cambia todo.

By John Piper. © Desiring God. Website: ministros.org

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